¿Qué es la hemiplejia y cómo afecta la movilidad del cuerpo?

La hemiplejia es una condición limitante, pero su desenlace resulta impredecible. Muchas personas logran recuperar las funcionalidad en una alta medida, en especial si son muy disciplinados con su tratamiento.
¿Qué es la hemiplejia y cómo afecta la movilidad del cuerpo?
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 25 mayo, 2023

De forma general, la hemiplejia se define como una parálisis total o parcial que afecta a la mitad del cuerpo. Sin embargo, sería más exacto decir que se trata de una disfuncionalidad que provoca debilidad, rigidez y falta de control en uno de los lados del cuerpo en grados variables.

Los datos disponibles indican que esta condición se presenta con mayor frecuencia en personas de edad avanzada. Sin embargo, la hemiplejia puede aparecer en cualquier momento de la vida, incluso en los recién nacidos.

La hemiplejia es consecuencia de una afectación en el cerebro o en la médula espinal. Esta condición no tiene cura, pero sí es posible adelantar tratamientos de rehabilitación que reduzcan los efectos de la enfermedad y mejoren la calidad de vida.

Tipos de hemiplejia

¿Cuáles son los tipos de parálisis cerebral?
La hemiplejía es una parálisis total o parcial de una mitad del cuerpo.

Hay varias maneras de clasificar la hemiplejia. Se dice que es derecha o izquierda, dependiendo del lado del cuerpo que afecte. Asimismo, se habla de hemiplejia congénita o adquirida; en el primer caso, se nace con ella y en el segundo, se presenta a lo largo de la vida.

Hay una clasificación más completa con base en los trastornos de movimiento  que origina esta enfermedad. Desde ese punto de vista, los siguientes son los principales tipos de hemiplejia:

  • Hemiplejia espinal. También se conoce como síndrome de Brown-Sequard. Hay parálisis en un lado del cuerpo y pérdida de la sensación de dolor y la temperatura en el otro lado.
  • Hemiplejia contralateral. En este caso, hay daño cerebral y parálisis en el lado opuesto al que tiene el daño.
  • Hemiplejia espástica. Es una forma de parálisis cerebral en la que también hay movimientos espásticos en la mitad del cuerpo paralizada.
  • Hemiplejia facial. Hay parálisis en los músculos de un lado de la cara. Puede ir acompañada de parálisis leves en otras zonas del cuerpo.
  • Hemiplejia alterna de la infancia. Genera episodios repetidos de parálisis que afectan a uno o ambos lados del cuerpo. Se presenta, por lo general, en niños menores de 18 meses.

Síntomas generales

La hemiplejia puede tener distintos niveles de gravedad. Los síntomas más habituales son los siguientes:

  • Rigidez o debilidad muscular en un lado del cuerpo.
  • Espasticidad muscular; es decir, músculos contraídos de forma constante.
  • Las habilidades motoras finas son pobres.
  • Problemas para caminar.
  • Dificultades con el equilibrio.
  • Dificultad para agarrar los objetos.
  • Visión borrosa.
  • Dificultad para tragar.
  • Pérdida de sensaciones en la mitad del cuerpo.
  • Adormecimiento u hormigueo de la parte del cuerpo afectada.
  • Pérdida del control de esfínteres y vejiga.
  • Depresión.
  • Inseguridad emocional.

Cuando la enfermedad es causada por una lesión cerebral, es posible que aparezcan otros síntomas como los siguientes:

  • Dificultad para concentrarse.
  • Problemas de memoria.
  • Dificultades en el habla.
  • Modificaciones en el comportamiento.
  • Problemas de audición.
  • Convulsiones.

¿Cuál es la causa de la hemiplejia?

La hemiplejia es causada por un daño en el cerebro o en la médula espinal. Los motivos del daño pueden estar asociados a uno o varios de los siguientes factores:

  • Accidente cerebrovascular isquémico.  Tiene lugar cuando se interrumpe la irrigación sanguínea en el cerebro.
  • Hemorragia cerebral o derrame cerebral. Hay ruptura de un vaso sanguíneo y se produce un sangrado en el cerebro.
  • Infección cerebral. Puede ser causada por una bacteria en mayor medida, pero también por un virus o un hongo. A veces causan daño permanente en la corteza cerebral.
  • Trauma cerebral. Ocurre cuando hay un impacto repentino y considerable en la cabeza. Esto puede causar daño cerebral permanente.
  • Tumores cerebrales. Un tumor en esa zona puede causar múltiples efectos, entre ellos la hemiplejia. Los síntomas suelen empeorar a medida que el tumor crece.
  • Genética. Una rara mutación genética puede provocar hemiplejia alterna en los niños. Los síntomas aparecen y desaparecen.

Las anteriores son las causas más comunes, pero también hay otras razones que dan origen a la hemiplejia. Entre ellas están la diabetes, algunas enfermedades hereditarias, la inflamación de los vasos sanguíneos, la trombosis, etc.

¿Cómo se diagnostica?

Parálisis cerebral
La hemiplejia no tiene cura, pero sí es posible mejorar la calidad de vida de quien la padece.

La hemiplejia como tal se diagnostica a partir de la evidencia que proporcionan los síntomas clínicos. Si hay algún grado de parálisis en un lado del cuerpo y surgen problemas de movilidad como los ya señalados con anterioridad, se puede establecer que está presente.

El diagnóstico incluye la confirmación de la lesión que ha dado origen a este problema. Esto se hace mediante pruebas radiológicas como TAC o resonancia magnética. Pueden llevarse a cabo tanto en el cerebro como en la médula espinal.

Tratamientos disponibles para la hemiplejia

En la actualidad no hay cura total para la hemiplejia. Lo que sí existe es un conjunto de tratamientos de rehabilitación que permiten recobrar la movilidad normal en alguna medida. Los progresos pueden llegar a ser muy notables.

El tratamiento implica la participación de un equipo multidisciplinario y las medidas más habituales son las siguientes:

  • Medicamentos. Es habitual que se receten anticoagulantes.
  • Fisioterapia. Casi siempre se convierte en el componente esencial del tratamiento. El objetivo es recuperar las funciones corporales de forma paulatina, evitar nuevos daños e, incluso, aliviar dolores y molestias.
  • Terapia de movimiento inducida por restricción modificada (mCIMT). Se restringe el movimiento del lado sano para que el lado más débil se vea obligado a compensarlo. Esto mejora el control muscular y la movilidad.
  • Estimulación eléctrica. El uso de electrodos estimula el movimiento muscular. Ayuda a contraer los músculos sobre los que no hay control.
  • Imágenes mentales. Imaginar que se mueven las partes paralizadas del cuerpo contribuye a activar las zonas del cerebro que están relacionadas con el movimiento.
  • Dispositivos de ayuda. A veces es recomendable el uso de dispositivos ortopédicos como un bastón, un andador o una silla de ruedas.
  • Cirugía. En algunos casos graves la cirugía es una buena opción. Permite insertar dispositivos para facilitar la realización de funciones básicas como comer o respirar.
  • Terapia ocupacional. Esta herramienta contribuye a mejorar la funcionalidad y, además, incrementa la autoestima de la persona afectada.
  • Terapia psicológica. Es una medida que ayuda a abordar los efectos emocionales y mentales que provoca esta condición.

Principales diferencias con la hemiparesis

A veces se habla de la hemiplejia y de la hemiparesis como si fueran lo mismo, pero no es así. Ambas obedecen a lesiones en el sistema nervioso central y afectan el movimiento y la sensación. Asimismo, las dos limitan de manera considerable el funcionamiento normal.

Sin embargo, la hemiparesis se origina por una lesión que va de leve a moderada, mientras que la hemiplejia es consecuencia de una lesión que va de moderada a grave. La diferencia esencial, en todo caso, viene dada por lo siguiente:

  • La hemiparesis o hemiparesia se caracteriza porque hay debilidad en un lado del cuerpo. Tal debilidad impide el movimiento y también puede provocar otras sensaciones como hormigueo, etc.
  • La hemiplejia se caracteriza porque hay parálisis en un lado del cuerpo. Esa parálisis puede tener distintos niveles de gravedad y puede implicar pérdida de la sensibilidad o no.

Cada paciente es diferente

La hemiplejia no tiene cura, pero hay que decir que el curso de esta enfermedad es impredecible. Los síntomas pueden cambiar con el tiempo. Por regla general, entre más temprano y más constante sea el tratamiento, mayores son las posibilidades de alcanzar una rehabilitación significativa.

Esta condición implica cambios en el estilo de vida y adaptaciones en el entorno del hogar para facilitar las actividades cotidianas. El apoyo emocional y psicológico es fundamental para asimilar esta condición y apegarse al tratamiento.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Padilla-Vázquez, F., Escobar-de la Garma, V. H., González-Fajardo, M. B., Elizalde-Martínez, E., Barrera-García, M. I., Pérez-Hernández, E., ... & Pérez-Morales, O. A. (2013). Sindrome de Brown Sequard en una hernia discal cervical. Archivos de Neurociencias, 18(2), 104-107.
  • Moyano, Á. (2010). El accidente cerebrovascular desde la mirada del rehabilitador. Rev Hosp Clín Univ Chile, 21, 348-55.
  • Juárez, F., Cárdenas, C., & Martínez, C. (2006). Calidad de vida en las fases de la hemiplejia. Revista Mexicana de Psicología, 23(2), 267-276.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.