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¿Cuál es el queso más saludable para nuestro organismo?

6 minutos
El principio general a la hora de elegir un queso de calidad es conocer la empresa que lo elabora. Se considera que los quesos más saludables son el fresco y el ricota.
¿Cuál es el queso más saludable para nuestro organismo?
Maricela Jiménez López

Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López

Última actualización: 06 julio, 2023

¿Existe un tipo de queso que sea el más saludable? En general se trata de un alimento que posee importantes propiedades nutricionales. Es una fuente de proteína de alto valor biológico. Aporta también calcio, fósforo y vitaminas A, D y K2.

Sus componentes lo hacen un alimento muy positivo para el desarrollo de los huesos y dientes. ¿Quieres saber cuál es el tipo de queso más saludable? Sigue leyendo y descubre más acerca de ello.

¿Es el queso realmente saludable?

El queso es un alimento nutritivo, pero existen muchas dudas y mitos acerca de su inclusión en la dieta. Sobre todo cuando se padecen problemas de salud o se siguen dietas para perder peso.

Como acabamos de ver su ingesta aporta interesantes nutrientes. Asimismo, a nivel culinario es muy versátil y es perfecto para acompañar todo tipo de platos, dar un toque extra de sabor o aportar cremosidad a las salsas.

Existen algunas opciones que se pueden considerar más saludables que otras o más adecuadas en determinadas situaciones. Sin embargo, no hay que olvidar que es la suma de todos los alimentos que incluimos en la dieta lo que puede determinar un beneficio o perjuicio para la salud.

Conoce los diferentes tipos de queso para elegir el más saludable

Existen muchos tipos de queso y en realidad no se puede decir que unos sean buenos y otros sean malos. Con alguna excepción (que veremos más adelante) cualquier tipo de queso puede tener cabida en una dieta saludable.

Desde hace años se han señalado algunas condiciones de salud en las cuales la ingesta de queso podría considerarse más o menos adecuada. Hablamos de la hipertensión arterial, el colesterol elevado, las enfermedades intestinales o los problemas cardíacos.

Sin embargo, algunas investigaciones, como la desarrollada en este estudio de la Norwegian University of Life Sciences, afirman que esto podría ser falso o presentar otros matices.

Además, en relación al consumo de queso y la obesidad, los últimos hallazgos sugieren que su presencia en la dieta no se asocia con un aumento de peso. Al contrario, parece ser que los lácteos pueden contribuir a una mejor composición corporal.

Teniendo estas premisas en cuenta, a continuación conocemos algunos de los principales tipos de queso y recomendaciones para poder consumirlos de manera positiva

1. Queso fresco

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Se elabora mediante un proceso de cuajado y deshidratación de la leche. No requiere de maduración ni de estacionamiento. Es imprescindible mantenerlo en el refrigerador a 3 o 4 grados centígrados ya que se trata de un producto con un elevado porcentaje de agua.

Es el queso que aporta menos cantidad de grasas y de sodio. Además, debido a su proceso de elaboración, son muy fáciles de digerir. Por este motivo suele ser el más recomendado cuando es necesario controlar la presencia de estos nutrientes en la dieta.

En este grupo se incluyen:

  • Queso fresco batido, con una textura muy cremosa.
  • Queso tipo Burgos.
  • Requesón.
  • Mozzarella.

2. Quesos de pasta blanda

Dentro de este grupo se clasifican los quesos cuya pasta no está cocida ni madurada. Su textura suele ser untuosa, blanda y bastante fácil de fundir. Su presencia de agua también es elevada y el porcentaje de grasas se encuentra entre los más bajos (igual que el queso fresco).

Los tipos de queso dentro de este grupo tienen dos procesos de elaboración, con un refinado más o menos largo. Suelen presentar una corteza característica que también puede tener aspectos diferentes. Los más conocidos son:

  • Queso feta.
  • Camembert.
  • Brie.
  • Cottage.
  • Mascarpone.
  • Port Salut.

3. Queso madurado

Este tipo de queso después requiere un proceso de maduración posterior a la elaboración y solo se pueden consumir pasado este tiempo.

La temperatura y las condiciones adecuadas provocan una serie de cambios físicos que los caracterizan. Dependiendo del tiempo durante el cual maduran encontramos variedades tiernas, semi curadas o curadas. Entre los más populares se encuentran:

  • Cheddar.
  • Gouda.
  • Monterrey Jack.
  • Emmental.
  • Parmesano.
  • Edam.
  • Manchego.

Tienen un contenido de grasa y sodio más elevado que los anteriores, lo que ha de ser tenido en cuenta a la hora de consumirlo y calcular sus raciones.

4. Quesos enmohecidos

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Se caracterizan por la presencia de mohos de forma natural, los cuales le dan un sabor y aroma intenso, con un toque ácido. Requieren ambientes húmedos, que favorezcan la proliferación de los mohos. Entre los más famosos se encuentran:
  • Roquefort.
  • Azul.
  • Brie.
  • Camembert.

5. Quesos cremosos

El queso cremoso tiene una alta cantidad de nata, de grasa, en comparación con el queso fresco. Su textura es muy cremosa. Son utilizados para untar, por lo que se presentan en envases apropiados para este fin. Uno de los más famosos es el Philadelphia.

6. Queso ricotta

El ricotta se elabora a partir del suero de leche de vaca. Además, tiene una textura firme y un poco granulada. Contiene la mitad de sal que el queso cottage, el doble de calcio y zinc y cuatro veces más de vitamina A. Es muy utilizado como ingrediente para alimentos elaborados, como rellenos y postres.

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Se fabrica a partir de dos o más quesos que se funden.  En su procesamiento se eliminan aquellos microorganismos que le otorgan sabor a los quesos naturales, por eso resulta un tanto insulso al paladar.

Esta ausencia de sabor se suele compensar con el agregado de sal.  Se corta fácilmente en fetas usando máquinas, por lo que es un queso ideal para meriendas y sándwiches. Las personas afectadas por hipertensión arterial deben olvidarse de consumir quesos procesados.

¿Cómo elegir el queso más saludable?

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De forma general se podría decir que los que más grasas y calorías contienen son los de pasta dura o madurados. Por el contrario, los quesos frescos son los que menos colesterol y sal aportan.

Estos últimos son, junto al ricotta y los de pasta blanda, los que se recomiendan como quesos más saludables para consumo diario. Pero su ingesta se puede intercalar con la de otros tipos de queso sin ningún problema, siempre que no se indique lo contrario por motivos de salud.

Hay que tener en cuenta que los quesos también se pueden clasificar a partir de la leche con la que se elaboran. En este sentido, todos son igual de saludables y su elección dependerá más bien de preferencias personales.

Claves para encontrar el queso más saludable e incluirlo en la dieta

El queso es un ingrediente al que muchas personas están acostumbradas. Es casi imposible pensar en prescindir de este alimento para quienes durante toda su vida lo han consumido.

No es necesario dejar de comer queso. La clave está en integrar el más saludable atendiendo a algunos principios que permitirán mantener este alimento en la mesa, evitando así perjudicar nuestra salud o el desplazamiento de otros alimentos necesarios.

Para los adultos, la recomendación es comer unos 30 gramos al día de quesos madurados y de pasta blanda. Para los quesos frescos se pueden consumir raciones algo más cuantiosas, alrededor de los 70 gramos al día.

Dentro de estos parámetros, y en el marco de una dieta variada y saludable, comer queso es posible.

La única excepción la conforman los quesos procesados que deberían ser evitados o restringidos al máximo en cualquier caso. Nos referimos a aquellos productos especiales para hornear o fundir, algunos tipos de queso crema y los quesos “sin”.

Para conseguir que fundan o que tengan una apariencia parecida a la del queso, estos pueden llevar ingredientes añadidos como sales fundentes, colorantes, aditivos o almidones. Muy lejos de la leche, el cuajo, los fermentos y la sal con la que se preparan los buenos quesos.

Recordamos de nuevo que estos consejos están dirigidos a personas sin patologías que pudieran aconsejar un consumo diferente o más restringido. 

El queso más saludable puede formar parte de la dieta diaria

Como hemos podido comprobar, existen muchos quesos que se pueden integrar en la alimentación diaria. La clave está en que se trate de quesos elaborados con los ingredientes adecuados y que estos se introduzcan en las cantidades adecuadas.

Recuerda que ante cualquier problema de salud siempre es preferible consultar con un profesional por si fuera necesario modificar esta pauta.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


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