Radiculopatía: causas, síntomas y tratamiento

Ante la sospecha de una radiculopatía, lo mejor es acudir al médico. Un diagnóstico preciso es determinante para elegir un tratamiento adecuado. Descubre qué puede causarlo y cuáles son los síntomas que ayudan a reconocerlo.
Radiculopatía: causas, síntomas y tratamiento
Michelle Torres

Revisado y aprobado por la fisioterapeuta Michelle Torres.

Escrito por Michelle Torres

Última actualización: 06 julio, 2023

Puede ser que hayas escuchado el término radiculopatía antes, pero aún no sepas de qué se trata. Para saber en qué consiste esta condición primero debes saber un poco sobre la columna vertebral. 

La columna vertebral es una estructura ósea formada por vértebras que, a su vez, protegen a la médula y permiten que nos movamos con libertad. Las vértebras tienen orificios a cada lado, de los cuales salen los nervios que van a las distintas partes del cuerpo.

La parte del nervio que sale de la vértebra se le denomina raíz nerviosa. Una radiculopatía es la compresión del nervio, justamente, en la raíz nerviosa. ¿Cuáles son sus causas? ¿Qué manifestaciones clínicas presente? Te ayudamos a resolver estos interrogantes y te contamos sobre su tratamiento.

Causas de la radiculopatía

Causas de la radiculopatía
Es importante precisar la causa de la radiculopatía, ya que de ahí depende el tratamiento.

La radiculopatía puede deberse a:

  • Osteofitos.
  • Radiación.
  • Diabetes mellitus.
  • Tumor en la zona.
  • Escoliosis severas.
  • Espondilolistesis.
  • Enfermedad de las meninges.
  • Problemas del disco vertebral.
  • Engrosamiento de los ligamentos en la zona.

Cualquiera de estas puede reducir el espacio donde pasa el nervio y comprimirlo.

Síntomas

Como el problema ocurre en la raíz nerviosa, los síntomas se suelen encontrar en la parte del cuerpo que le corresponde al nervio afectado. En general, los síntomas suelen ser una combinación de:

  • Dolor, en este caso le llamamos “dolor radicular”.
  • Debilidad o dificultad para controlar los músculos.
  • Aumento de sensibilidad al dolor en la zona (hiperalgesia).
  • Adormecimiento y hormigueo.

La localización de estos síntomas dependerá del sitio de la radiculopatía.

Radiculopatía cervical

Corresponde a la columna cervical. Los nervios de esta área controlan los músculos y la sensibilidad de la piel del cuello y los brazos. En una radiculopatía cervical, los síntomas se suelen percibir en el brazo, hombro o cuello.

Por ejemplo, una radiculopatía cervical puede causar dolor y debilidad en el antebrazo, y hormigueo en algunos dedos de la mano.

Radiculopatía torácica

Corresponde a la columna torácica. Estos nervios controlan los músculos y la sensibilidad de la piel del pecho y las costillas. A veces, se confunde con el herpes zóster. Es la menos común de todas.

Radiculopatía lumbar

Corresponde a la columna lumbar. Los nervios de esta área controlan los músculos y la sensibilidad de la piel, desde los glúteos y caderas hasta los pies. Por eso, los síntomas de la radiculopatía lumbar se suelen percibir en la zona lumbar, cadera, piernas, y pie.

En los casos más severos, se compromete el control de esfínteres. Si la compresión ocurre en la salida del nervio ciático, el síntoma más común es el dolor desde la zona lumbar hasta la planta del pie, pasando por la parte posterior de la pierna. A esto se le conoce como ciática.

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Tratamiento

Mujer en el fisioterapeuta para aliviarse la radiculopatía.
La fisioterapia y los ejercicios pueden ser suficientes para algunos pacientes con radiculopatía. No obstante, hay quienes requieren medicamentos y otras intervenciones.

El tratamiento debe dirigirse a resolver la causa de la compresión del nervio ya que, al devolverle al nervio su función normal, los síntomas se resolverán.

La gran mayoría de los pacientes con radiculopatía responden muy bien a la fisioterapia y el ejercicio. Sin embargo, en algunos casos hace falta administrar medicamentos cuando el dolor es incapacitante.

El tiempo desde que comienzan los síntomas hasta que se resuelve el problema puede variar muchísimo de persona a persona, ya que depende de dos factores:

  • La gravedad de los síntomas. Si hay mucho dolor, primero hay que disminuirlo para facilitar el tratamiento de la causa.
  • Causa de la compresión nerviosa. Una fractura o un tumor pueden requerir un abordaje quirúrgico, lo que modifica el tratamiento posterior y varía el tiempo de resolución. En cambio, un problema de disco se puede tratar con un buen programa de ejercicios.

Dos personas pueden tener los mismos síntomas, pero pueden requerir tratamientos totalmente distintos. Por ello, es importante recibir un diagnóstico médico. Mientras más pronto se determine la causa, más exitosos es el tratamiento. 

Si tienes sospecha de tener una radiculopatía, ve a tu médico de confianza para que te evalúe y te ayude a decidir el plan de tratamiento.


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