Razones saludables por las que debes ponerte primero que tu trabajo
Revisado y aprobado por la bióloga, médica María Belén del Río
No ponerte primero que tu trabajo puede tener graves consecuencias para tu salud tanto psicológica como mental. Es cierto que el trabajo es una parte importante de tu vida. A ella le dedicas la mayoría de las horas del día. Sin embargo, priorizarlo por completo tiene sus desventajas.
A continuación vamos a ver algunas razones saludables por las que debes ponerte primero que tu trabajo. Porque tu salud y el bienestar que te pueden proporcionar otras áreas de tu vida que estás descuidando pueden verse afectadas si no te priorizas.
Tú vas primero que tu trabajo: tu salud no es un juego
La primera de las razones por las que debes ponerte primero que tu trabajo es porque no deberías jugar con tu salud. Hay determinadas afecciones que surgen debido a la cantidad de horas que le dedicas. Hay personas que se pasan todo el día trabajando. Otras, incluso se llevan trabajo a casa o hacen horas extras interminables. Veamos qué puede ocasionar todo esto:
- Estrés crónico: El estrés puede ser positivo en su justa medida. Sin embargo, si empieza a afectarnos de manera importante puede convertirse en una enfermedad crónica. Esto no es bueno para nuestro bienestar, ya que puede derivar en otro problema como el que veremos a continuación.
- Ansiedad: La ansiedad, a veces, es producto de un estrés crónico que no se ha resuelto. De hecho, cuando no se atiende a ese estrés es muy posible que nuestro cuerpo empiece a manifestar síntomas de ansiedad. ¿Cómo? Mediante la somatización de emociones.
Cuando llegas hasta el punto de somatizar las emociones es porque hay algo que debes solucionar, pero que estás ignorando. Tal vez sea que estás demasiado centrado en tu trabajo y te olvidas de otras áreas de tu vida igualmente importantes y que te van a causar felicidad.
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Cuidar de tus relaciones te hará feliz
Las personas que están siempre trabajando no son felices debido a que la cantidad de estrés que siempre llevan encima les obliga a estar siempre ansiosos, sin poder relajarse. Si tú eres una de ellas, sabrás lo que se siente, ya que hay un área de tu vida a la que no le estás prestando la debida atención: las relaciones.Cuando trabajas demasiado y descuidas las relaciones de amistad y con la familia, esto puede producirte una gran desazón. Los seres humanos somos sociables por naturaleza y es muy importante que cuidemos esta área de nuestra vida para poder sentirnos bien.
Deja de postergar esa comida con los amigos porque tienes que entregar un proyecto y debes dedicarle horas extra. Basta de priorizar el trabajo y no sacar ni siquiera una hora para estar con la familia. Tienes tiempo para todo, solo debes gestionarlo de la manera adecuada.
Necesitas tiempo para ti
Otra de las razones por las que necesitas ponerte primero que tu trabajo es porque necesitas tiempo para ti. No eres una máquina y tienes que darte un margen para dejar de pensar en el trabajo. Tu vida no gira en torno a él. Tienes que saber distribuir el tiempo de una manera adecuada:
- Actividades de ocio: Realizar actividades de ocio como ir al gimnasio, al cine, pasear, salir a correr, quedar con los amigos es muy necesario para que puedas sentirte bien y cultivar otras áreas que te permitirán notar que en tu vida hay equilibrio.
- Descanso: Descansar es importante. El problema está en cuando esto no sucede y cuando, incluso estando de vacaciones o durante el fin de semana, no logras desconectar. No temas apagar el móvil. Estás en tu tiempo de descanso y debes priorizarlo, así como haces con el tiempo que le dedicas al trabajo. Tu mente lo agradecerá.
- Tiempo para aburrirse: Aburrirse no es algo negativo, es más ¿cuándo fue la última vez que lograste sentir el aburrimiento? Estar aburrido puede potenciar tu creatividad, así que permítete aburrirte más.
Ponerte primero que tu trabajo te ayudará a ser mucho más productivo porque estarás descansado, habrás tenido tiempo que dedicarle a otras áreas de tu vida y te habrás despejado. Esto es muy importante. Pero, sobre todo, deberíamos reflexionar sobre una pregunta que siempre ronda sobre aquellos que trabajan mucho y que puede ser un punto de inflexión en tu vida: ¿trabajas para vivir o vives para trabajar?
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