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¿Te queda apelmazado el arroz? Este truco con limón lo deja suelto y perfecto

3 minutos
El secreto para un arroz blanco suelto no es la suerte, sino la técnica. Un lavado a fondo, la proporción correcta de agua y una cucharadita de limón o vinagre garantizan un resultado perfecto.
¿Te queda apelmazado el arroz? Este truco con limón lo deja suelto y perfecto
Escrito por Valentina Vallejo
Última actualización: 09 octubre, 2025

Lograr un arroz blanco suelto y esponjoso en casa puede parecer imposible. Aunque sigas la receta, es común terminar con un mazacote apelmazado que nada tiene que ver con ese arroz ligero y separado que sirven en los restaurantes. Pero no se trata de suerte ni de una olla mágica: con una técnica sencilla y un paso poco conocido, el resultado puede cambiar radicalmente.

Si se combina un buen lavado, la proporción justa de agua y un toque ácido en el momento adecuado, el arroz blanco queda más suelto, más blanco y con mejor textura. A continuación, te contamos cómo lograrlo paso a paso:

1. Lavar bien el arroz para quitar el almidón

El principal culpable de que el arroz se apelmace es el exceso de almidón superficial. Pon la cantidad de arroz que vayas a cocinar en un bol, cúbrelo con agua fría y remueve con la mano. Verás que el agua se vuelve blanca y turbia. Viértela con cuidado y repite el proceso dos o tres veces más, hasta que el agua salga casi transparente.

2. Medir la proporción correcta de agua

La regla de oro para un arroz blanco suelto es usar el doble de volumen de agua que de arroz. Por ejemplo, si cocinas una taza de arroz, necesitarás dos tazas de agua. Mide con precisión: este paso marca la diferencia entre un arroz apelmazado y uno ligero y bien cocido.

3. Añadir una cucharadita de limón o vinagre

Aquí está el truco. Una vez que tengas el arroz lavado y el agua en la olla, añade una cucharadita de zumo de limón o de vinagre blanco por cada taza de arroz. Añade también una pizca de sal. El ácido refuerza la capa externa de los granos, lo que reduce la liberación de almidón y evita que se apelmacen.

No te preocupes por el sabor del arroz, la cantidad de limón es tan pequeña que es imperceptible.

4. Cocinar sin levantar la tapa

Coloca la olla a fuego alto y espera a que el agua hierva. Justo cuando empiece a hervir con fuerza, baja el fuego al mínimo, tapa la olla y cocina durante 12-15 minutos. No levantes la tapa ni lo muevas durante este tiempo, ya que puedes arruinar la textura.

5. Dejar que repose 10 minutos

Cuando termine la cocción, apaga el fuego, pero no levantes la tapa. Deja que el arroz repose tapado, durante al menos 10 minutos. Este tiempo permite que los granos terminen de cocerse con el vapor residual y que la humedad se distribuya de manera uniforme.

6. Separa los granos con suavidad

Ahora sí, destapa la olla. Utiliza un tenedor o unos palillos para mover suavemente el arroz desde el fondo hacia arriba. Esto liberará el vapor atrapado y terminará de soltar los granos.

Este método funciona a la perfección con arroces de grano largo, como el basmati, jazmín o el arroz blanco común.

El error más común: remover el arroz mientras se cocina

Nunca remuevas el arroz mientras se está cocinando. Al hacerlo, los granos se rompen y liberan grandes cantidades de almidón, lo que garantiza un resultado pegajoso y apelmazado. Confía en el vapor y en el tiempo.

Hay recetas que admiten atajos. Esta no. Para lograr un arroz blanco suelto, necesitas precisión, paciencia y entender lo que pasa en la olla. Ahora que conoces la técnica, ponla a prueba: la diferencia se nota desde el primer bocado.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.