Reconcíliate con la soledad
Cuando pensamos en la soledad y todo lo que ella implica, podemos sentir miedo. Un miedo atroz a no tener a nadie a nuestro lado, miedo al abandono… Curiosa sensación cuando, realmente, ¡el mundo está repleto de personas!
Pero, ¿por qué nos sentimos tan mal cuando estamos solos? ¿Qué es lo que ha provocado que rechacemos esta soledad? Aquí descubriremos la respuesta a esta y muchas más preguntas. ¿Nos acompañas en el camino para reconciliarnos con nuestra soledad?
La soledad y el origen del miedo a estar solos
Ese miedo infundado que tenemos a estar solos se ha originado en la educación que hemos recibido. La sociedad en la que vivimos ha reforzado y refuerza este continuo miedo a no tener a nuestro lado a nadie, tan solo a nosotros mismos.
Así, según indica un artículo publicado en 2003 en la Revista Electrónica de Motivación y Emoción, de los 12 a los 18 años predominan los miedos que tienen que ve con las relaciones interpersonales y la pérdida de la autoestima.
Este miedo ha dado lugar a muchos problemas, como puede ser la dependencia emocional. A las personas que la padecen les cuesta estar sin una pareja, ya que entonces se sienten vacías, carentes de vida y se sumen en terribles depresiones.“Nuestro gran tormento en la vida proviene de que estamos solos y todos nuestros actos y esfuerzos tienden a huir de esa soledad”
– Guy de Maupassant-
No nos damos cuenta de que la soledad no es un problema, que ni siquiera es algo negativo. Eso es un matiz que le hemos dado, pero que no es del todo cierto. ¿No te has descubierto alguna vez pensando que algo que te habían enseñado que era negativo, al final, no lo era?
Lo mismo pasa con la soledad. Realmente, no hay porqué tenerle miedo. Lejos de considerarla como una situación odiosa, podemos ver la soledad como una oportunidad de crecimiento personal y de mejor conocimiento de nosotros mismos.
Hay alguien que nunca te fallará: tú
Cuando una pareja nos deja, cuando se muere un familiar, cuando un amigo nos da la espalda… En todas estas situaciones te sientes solo y abandonado. Las decepciones te sobrevienen e intentas aplacar tu dolor pensando que no has tenido suerte.
La verdad es que en esta vida sufrirás mil y una decepciones: los mejores amigos te acabarán fallando, esa persona que tenías a tu lado y que creías conocer cambiará… ¿Debemos lamentarnos por todo esto? ¿Es injusta la vida?
En absoluto. Lo injusto es la percepción que tú estás teniendo sobre la vida, que para nada es cierta. Tienes que aprender a aceptar a los demás, a aceptar que pueden fallarte en cualquier momento, que pueden “abandonarte” y dejarte tirado.
De lo que aún no has sido consciente es de que realmente existe una persona que nunca te fallará. Que siempre estará ahí para ti, que te brindará siempre compañía. Esa persona eres tú mismo.
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Aprende a estar solo con tu soledad
Una de las mayores dificultades que tenemos es que no sabemos cómo reconciliarnos con la soledad. ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo eliminar ese sentimiento de vacío que sentimos? Mentiríamos si dijésemos que será fácil, pero lo que sí sabemos es que ¡no es imposible!
La soledad puede ser tu mejor amiga y si quieres reconciliarte con ella debes poner esfuerzos en ello. Aún así, te daremos algunos consejos para que poco a poco vayas familiarizándote con ella.
Esto no significa que te apartes del mundo y te vuelvas solitario. Tan solo aprenderás a amar a tu soledad. Préstale atención a tu diálogo interno: Si continuamente te estás diciendo que la soledad es algo negativo, así lo será. Así que reflexiona, cuestiónate la verdad de esta afirmación y cambia tu forma de ver las cosas.
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¿Te atreves a debatir contigo mismo?
- Pasa tiempo contigo mismo: ¿Por qué no puedes pasar un fin de semana solo? ¿Por qué te sientes tan mal y solo si vas a una cafetería sin nadie más? Aprende a hacer cosas en las que pienses que estás obligado a estar con alguien. ¡Te tienes a ti!
- Ábrete a los demás: ¿Te has preguntado alguna vez si ese sentimiento de vacío que sientes lo estás fomentando tú mismo? A veces, te sientes solo porque no te abres a los que te rodean, porque te niegas a conocer a los demás.
Querer a tu soledad no implica aislarte del mundo. En el equilibrio se encontrará la verdadera felicidad.
¿Te has sentido alguna vez solo? ¿Has tenido problemas relacionados con esta sensación de vacío? Aunque sea difícil, ¡esa percepción puede irse! Tan solo debes esforzarte, reconciliarte con los demás y abrirte. La soledad será tu mejor amiga si aprendes a conocerla de verdad.
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