¿Cómo reconocer los síntomas de la fiebre?

Escrito y verificado por la médica Mariel Mendoza

Última actualización: 06 julio, 2023

El término “fiebre” se refiere al aumento de la temperatura corporal por encima de los valores normales, por lo que habrá síntomas que la delatarán. Estas temperaturas febriles son las siguientes:

• Más de 37,8 °C por vía oral.
• Más de 37,4 ºC por vía axilar.
• Más de 38,2 °C por vía rectal.

En condiciones normales existe una variación esperable de la temperatura, que tiende a ser de 0,6 ºC más al atardecer, respecto a la media de las primeras horas de la mañana. Además, puede variar con situaciones como la exposición a la luz solar.

¿Por qué se produce la fiebre?

La fiebre se debe al incremento regulado de la temperatura corporal que se produce en el termóstato del cuerpo (que se encuentra en la región anterior del hipotálamo). Este aumento es mediado por factores asociados a la inflamación (en particular, la interleuquina 1).

Debido a ello, se produce una elevación del punto de control que genera la liberación de sustancias a la sangre (denominadas pirógenos). Estas se encargan de disminuir las pérdidas de calor (constriñendo los vasos sanguíneos y produciendo escalofríos), para así aumentar la temperatura y conseguir el nuevo punto de control.

La constricción de los vasos produce variaciones en la circulación sanguínea. Por otro lado, los escalofríos se deben a la contracción muscular involuntaria.

Es por ello que la fiebre es una expresión del cuerpo humano ante un proceso de inflamación. En mayor medida, por la lucha contra una infección (viral, bacteriana, parasitaria o micótica). Sin embargo, puede deberse a otros procesos, como el cáncer o los reumatismos.

En el caso de fiebre aguda (con una duración menor a 4 días), la causa muy probablemente sea infecciosa. La fiebre no infecciosa suele ser recurrente o crónica.

Las etapas de la fiebre

Las etapas de la fiebre pueden ser identificadas desde el punto de vista clínico y se dividen en las siguientes:

1. Ascenso: en general es de forma brusca y se precede de escalofríos. Si la subida es lenta, los escalofríos estarán ausentes.
2. Estadio caliente o de fastigio: es el mantenimiento de la temperatura corporal a un nivel nuevo o elevado que alcanza cifras de hasta 39,5 o 40 °C.
3. Descenso o sudoración: la fiebre puede terminar de forma súbita con una intensa sudoración.

¿Cuáles son los síntomas de la fiebre?

Los síntomas de la fiebre son variables de persona a persona. Pueden ser más difíciles de identificar en adultos mayores y en bebés.

Se deben, principalmente, a las manifestaciones asociadas al proceso inflamatorio, aunque el aumento de la temperatura por sí mismo produce malestar general, cansancio, escalofríos y sudoración. Otras manifestaciones generales pueden ser las siguientes:

• Piel caliente.
• Aumento de la frecuencia cardíaca o taquicardia: debido a un aumento del gasto cardíaco.
• Incremento de la frecuencia respiratoria.
• Sensación de sed.
• Pérdida del apetito.
• Dolor de cabeza.
• Convulsiones: en algunos niños con predisposición genética, el ascenso súbito de la temperatura puede generarlas.

En los bebés, las infecciones suelen manifestarse de forma muy inespecífica, por lo que la presencia de mayor irritabilidad, enrojecimiento facial, letargo y disminución del apetito sugieren síntomas de fiebre.

Recomendaciones para medir bien la temperatura

Las diferentes vías para medir la temperatura son la oral, la rectal, la axilar y la ótica. Los termómetros de mercurio son los más clásicos, además de los digitales de la actualidad.

El método del tacto es el más popular, pero el menos preciso. No permite determinar la temperatura real, por lo que no se recomienda como referencia.

El mismo termómetro puede usarse para todas las vías, sin embargo, se necesita tener uno diferente para vía oral y la rectal. Para bebés existen termómetros rectales con una punta más fina que reduce los riesgos de lastimaduras. La excepción a todo es la vía ótica, que requiere de un termómetro infrarrojo para la lectura timpánica.

La vía oral es recomendable en adultos y niños grandes, pues hay que mantener la boca cerrada y con el termómetro inmóvil. En los niños menores de 3 meses se recomienda medir un termómetro digital en la axila. Entre los 3 meses y los 5 años vale la misma forma o un termómetro infrarrojo timpánico.

¿Cuándo debo preocuparme por la fiebre?

En niños grandes y adultos, la atención médica inmediata no suele ser necesaria por fiebre, a menos que existan síntomas de una enfermedad subyacente o la temperatura sea mayor a 40 °C. Es diferente para bebés de 3 meses o menos, en quienes se indica atención médica inmediata.

Existen algunos signos de alarma:

• Cambios en el estado mental.
• Dolor de cabeza o rigidez de nuca.
• Presencia de petequias (hemorragias punteadas en la piel).
• Disminución de la presión arterial.
• Dificultad para respirar.
• Temperatura mayor a 40 °C o menor a 35 °C.
• Administración reciente de fármacos inmunosupresores

La fiebre puede manejarse en casa

Además del uso de antipiréticos para disminuir los síntomas de la fiebre, se recomienda que se asocien medidas físicas que potencien el efecto. Más que baños con agua fría, es preferible refrescar con agua tibia, debido a que ayuda a disipar el calor a medida que se evapora el líquido.

La evaluación médica no siempre es necesaria, puesto que es muy probable que la fiebre siga su curso. Sin embargo, debe recordarse que es un síntoma de una enfermedad subyacente.