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13 remedios caseros para los forúnculos

9 minutos
Los forúnculos son incómodos y dolorosos, pero antes de considerar apretarlos, te invitamos a probar estos remedios caseros con caléndula, ajo y cebolla que te ayudarán a acelerar su recuperación.
13 remedios caseros para los forúnculos
Maria del Carmen Hernandez

Escrito y verificado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez

Última actualización: 23 octubre, 2024

Los forúnculos son bultos llenos de pus, similares a granos grandes, pero más profundos y dolorosos. Estas lesiones son producto de una infección de la piel, en general, por la bacteria Staphylococcus aureus. Hay varios factores que predisponen a padecerlos, como tener el sistema inmunitario debilitado, diabetes, cáncer, eczema y alergias.

Los forúnculos suelen drenarse solos sin complicaciones, siempre que no se aprieten. En el proceso, los remedios caseros, como aplicar compresas calientes, aceite de neem o aloe vera, pueden ayudar a aliviar el dolor y hacer que se curen más rápido.

De todos modos, es recomendable consultar con un médico, quien puede drenar y desinfectar la herida si es necesario. Además, en ocasiones, se deben administrar antibióticos, sobre todo si aparece fiebre o si se han juntado varios de ellos, formando lo que se conoce como carbunco o ántrax.

1. Compresas tibias

La aplicación de compresas tibias suele ser la primera indicación. Como lo recopila una publicación de Infomed Healthpuede ser útil cuando aparece por primera vez y no se ha desarrollado por completo. El objetivo es acelerar el proceso para que se drene y sane por sí solo.

¿Qué debes hacer?

  1. Aplica la compresa tibia en la zona afectada durante 20 minutos.
  2. Repite el tratamiento 3 o 4 veces al día, hasta que la lesión desaparezca.

2. Aceite esencial de árbol de té

El aceite de árbol de té es un producto bastante útil en dermatología, aunque debe ser utilizado con precaución. Sus cualidades antisépticas lo hacen útil para aplicarlo sobre estos bultos y limpiar el área infectada. De igual manera, ayuda a disminuir las marcas que dejan en la piel una vez curados.

¿Qué debes hacer?

  1. Combina de 3 a 5 gotas de aceite de árbol de té con un aceite portador, como de coco u oliva.
  2. Luego, ponlo en un bastoncillo de algodón y aplícalo en la zona afectada, 2 o 3 veces al día.
Evita usarlo sin diluir, ya que puede ser irritante. Si notas que la infección empeora, suspende su uso y consulta con un médico.

3. Cúrcuma

Aunque las evidencias aún son limitadas, los beneficios de la cúrcuma para la piel incluyen la disminución de la forunculosis. Sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas ayudan a mejorar la hinchazón y a prevenir la proliferación de las bacterias.

¿Qué debes hacer?

  1. Humedece una cucharadita de cúrcuma en polvo con muy poca agua tibia hasta formar una pasta.
  2. Frota la pasta sobre el área afectada.
  3. Déjala actuar 15 minutos y enjuaga.
  4. Repite su uso 2 veces al día hasta notar una mejoría.
Suspende el tratamiento si notas efectos indeseados y acude con un médico.

4. Aceite de ricino

Si bien existe poca evidencia al respecto, se conoce que el aceite de ricino ayuda a reducir inflamaciones y tiene propiedades antibacterianas. Por eso, se utiliza de forma popular en algunos países como un remedio casero para disminuir el tamaño de los forúnculos.

¿Qué debes hacer?

  1. Embebe un hisopo en el aceite de ricino puro.
  2. Aplica el aceite directo sobre el área afectada, 2 o 3 veces por día, hasta que mejore su apariencia.
Ten en cuenta que no se conocen con certeza sus posibles efectos secundarios y puede irritar la piel. En tal caso, suspende su uso de inmediato.

5. Sales de Epsom

Las sales de Epsom son, en realidad, sulfato de magnesio. Este componente ayuda a mejorar la función de barrera de la piel y a reducir las inflamaciones. Por esa razón, suele recomendarse cuando existen afecciones dermatológicas. Aun así, son necesarios estudios más específicos.

¿Qué debes hacer?

  1. Calienta ½ litro de agua y agrega 2 cucharadas de sales de Epsom.
  2. Cuando esté tibia, sumerge una compresa y colócala sobre la zona afectada.
  3. Déjala durante 10 a 20 minutos y repite un par de veces al día.

6. Aceite de neem

La planta de neem cuenta con muchas propiedades, entre las que destaca su actividad contra las bacterias. En el caso de los abscesos, tanto las hojas de la planta como el aceite suelen emplearse sobre ellos como un antiséptico natural. Sin embargo, son necesarias más investigaciones al respecto.

¿Qué debes hacer?

  1. Embebe un hisopo en el aceite de neem.
  2. Aplícalo sobre el área comprometida de la piel y deja que se absorba solo.
  3. Repite 2 o 3 veces al día hasta mejorar.
Suspende el tratamiento si notas irritación o un empeoramiento.

7. Aceite de comino negro

El aceite de comino negro (Nigella sativa) tiene muchos usos medicinales. Entre ellos, destaca por su actividad antibacteriana frente a Staphylococcus aureus, la principal bacteria que ocasiona estas pústulas. También, porque promueve la curación de las heridas y disminuye la inflamación.

¿Qué debes hacer?

  1. Frota el aceite de comino negro sobre la herida con ayuda de un algodón o de un hisopo.
  2. Deja que se absorba por sí solo.
  3. Repite el procedimiento 2 veces por día.
En caso de notar que los síntomas empeoran, debes suspenderlo y acudir con un médico.

8. Caléndula

También es posible aplicar una infusión de caléndula como una terapia natural para estos bultos. Su acción curativa y desinflamatoria de las heridas se combina con el calor de la infusión, para promover que se desarrolle y cure.

¿Qué debes hacer?

  1. Calienta una taza de agua y agrega una cucharadita de flores de caléndula.
  2. Deja que repose hasta que esté tibia.
  3. Después, moja un paño en el té y aplícalo sobre el absceso.
  4. Déjalo reposar por 20 minutos y repite un par de veces al día.

9. Aloe vera

El gel de aloe vera es bien conocido por sus diversos usos en la dermatología. Entre ellos, esta planta suele recomendarse para los diviesos y las heridas, porque puede promover el proceso natural de reparación de la piel.

¿Qué debes hacer?

  1. Toma un poco de gel de aloe vera puro y espárcelo sobre la lesión con movimientos circulares.
  2. Deja que se absorba.
  3. Reitera el proceso 2 o 3 veces diarias.
Si notas que la situación empeora, suspende su uso y asiste con un médico de inmediato.

10. Ajo

Los bulbos del ajo tienen muchos beneficios. Entre ellos, suelen considerarse como antibióticos naturales. Por eso, en algunos países se emplean para los furúnculos de diversas maneras, como rallados o mezclados con leche. Aquí te brindamos una opción simple.

¿Qué debes hacer?

  1. Pon a hervir una taza de agua y agrega un diente de ajo en ella.
  2. Deja que hierva durante 10 minutos.
  3. Una vez que el agua esté tibia, embebe un algodón en ella y aplícalo sobre la herida.
  4. Repite el proceso 2 veces por día.
En caso de notar más irritación, suspende el tratamiento y visita a tu médico.

11. Hipérico o hierba de San Juan

Las partes aéreas de la planta son conocidas porque ayudan a promover la cicatrización de heridas, como mencionan en el European Journal of Plastic Surgery. Aunque no existe mucha información al respecto, esa es la razón principal por la cual se emplea de forma tradicional para las infecciones cutáneas ocasionadas.

¿Qué debes hacer?

  1. Calienta una taza de agua y agrega una cucharadita de hipérico.
  2. Deja que repose por 10 minutos hasta que la infusión esté tibia.
  3. Moja un paño en ella y aplícalo sobre la piel afectada.
  4. Déjalo durante 20 minutos y reitera el proceso dos veces al día.

12. Albahaca

Esta hierba tiene una gran cantidad de compuestos fenólicos que la convierten en antioxidante, antibacteriana, antiinflamatoria y cicatrizadora de heridas. Estas razones permiten que tenga efectividad para tratar abscesos, eczemas, acné, psoriasis y erupciones.

¿Qué debes hacer?

  1. Hierve una taza de agua y agrega una cucharada de hojas de albahaca.
  2. Deja que reposen 10 minutos y cuélalas.
  3. Embebe un algodón o un paño en el té y colócalo sobre la herida.
  4. Déjalo sobre ella durante 20 minutos.
  5. Repite dos veces o tres al día hasta que mejore.
Suspende si notas que los síntomas empeoran.

13. Cebolla

La cebolla es bien conocida por su potencial antibiótico. Es eficaz contra varias bacterias, entre ellas, la causante de los molestos diviesos. Por si fuera poco, promueve la cicatrización de las lesiones. Por eso, se la emplea con frecuencia sobre la piel lastimada.

¿Qué debes hacer?

  1. Corta el cuarto de una cebolla y ponla a hervir con agua.
  2. Cuando esté blanda y tibia, aplícala sobre la herida durante 10 minutos.
  3. Repite 2 veces por día.
Consulta con un médico si notas que la piel empeora o se inflama más.

Medicamentos y cremas que pueden ser útiles

Además de aplicar compresas calientes y optar por algún remedio casero, ciertas pomadas con antibióticos o antisépticos pueden ayudar a tratar los abscesos. Entre ellas, se encuentran las que contienen bacitracina y las que poseen iodopovidona.

A su vez, si tienes mucho dolor, puedes tomar paracetamol o ibuprofeno para aliviarlo. Cuando no mejora, puede requerir un tratamiento para los abscesos con antibióticos, siempre que el médico lo crea necesario.

En cualquier caso, es importante que un profesional de la salud haga las prescripciones de los fármacos.

Cuidados complementarios y qué no debes hacer

Como parte del manejo de este problema, es fundamental aplicar algunos consejos en casa para combatirlos y que no se propaguen los gérmenes. Ten en cuenta las siguientes medidas:

  • Refuerza la higiene personal.
  • Lava bien tus manos de forma frecuente y báñate todos los días.
  • Limpia el área alrededor de la herida con un jabón antibacteriano.
  • No aprietes, pinches ni perfores el forúnculo, ya sea que tenga punta o no la tenga.
  • No vayas a una piscina ni al gimnasio hasta que la herida sane, para evitar la propagación.
  • Evita reciclar o compartir artículos personales, como máquinas de afeitar y depiladoras desechables o eléctricas.
  • Lava las toallas y la ropa de cama al menos una vez por semana y no las compartas hasta que la lesión haya desaparecido.

¿Cuándo acudir al médico?

Si aparecen los siguientes síntomas, debes acudir de inmediato a una consulta médica. Algunos de ellos son señal clara de que la infección se está extendiendo, mientras que otros deben ser tratados por un profesional porque implican riesgos:

  • Sientes calor o escalofríos.
  • Presentas forúnculos en la cara.
  • Tienes un grupo de abscesos y no solo uno.
  • Los ganglios linfáticos presentan algún grado de dolor.
  • Una línea roja se extiende fuera del área de la inflamación.
  • La piel a su alrededor se nota caliente, hinchada y dolorosa.
  • Tienes una o más de estas lesiones hace dos semanas y la situación no mejora.

En esos casos, es probable que el doctor realice un pequeño corte para extraer el pus. También, puede examinar qué tipo de bacteria lo ocasionó para recetar un antibiótico.

La importancia del cuidado adecuado

Cuando aparece una infección cutánea, puedes usar alguno de estos métodos naturales para aliviar los síntomas y acelerar la recuperación. Las compresas con agua tibia y la inclusión de alguna hierba pueden complementar las recomendaciones médicas.

Tener un forúnculo no suele ser un problema grave, pero hay que mantener una correcta higiene y no tocarlo para que no se extienda y se transforme en una infección que requiera de otros procedimientos más especializados. Si sus síntomas persisten o empeoran, no dudes en buscar atención médica.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.