Así se remueve la grasa de los gabinetes de la cocina sin rayar la madera

Una de las tareas tediosas que sueles enfrentar en la cocina es la limpieza de los gabinetes de madera que han acumulado grasa. A veces, basta con pasar la mano sobre estos para descubrir una capa pegajosa, opaca y sucia que no se desprende solo con pasar un trapo húmedo.
Es un problema típico de esos muebles que tienes cerca de la estufa o donde no hay un extractor eficiente. A medida que pasan los días, los aceites y vapores expulsados mientras fríes o guisas alimentos se van impregnando en la superficie. Allí se mezclan con polvo ambiental, restos de humedad y partículas de alimentos que hacen ver la madera amarillenta o grisácea.
Es un proceso gradual—por no decir invisible—que cuando lo notas ya lleva semanas o meses formándose. Para cuando te das cuenta, la grasa ya ha ganado terreno y removerla se vuelve desafiante. ¿Te está pasando y no sabes por dónde empezar? A continuación, te compartimos una guía práctica para dejar tus cajones limpios y sin rayar la madera.
1. Limpia el polvo
Lo primero que debes hacer es retirar los utensilios u objetos que estén pegados o colgados en los gabinetes. Luego, con un paño seco, preferiblemente de microfibra, arrastra el polvo y los residuos sueltos. Esta medida es necesaria para evitar que se forme una pasta de suciedad al agregar otros productos de limpieza.
2. Aplica detergente para platos
Para capas de grasa superficiales, la mezcla de agua tibia con gotas de detergente para platos (no abrasivo) suele ser suficiente. La clave para no causar daños en la madera está en emplear una esponja suave para distribuir el producto y aflojar la grasa. Realiza movimientos circulares suaves, sin frotar demasiado fuerte y, una vez aflojes la grasa, usa un paño humedecido para quitar los restos.
3. Prueba con vinagre blanco
En parches de grasa más resistentes, es necesario complementar con productos más efectivos. ¿El infalible? El vinagre blanco diluido en partes iguales con agua. Mezcla el producto, rocíalo en las partes afectadas y déjalo actuar por cinco minutos. Luego, limpia con una esponja o paño suave, y asegúrate de volver a secar con un trapo seco y limpio.
4. Limpia con bicarbonato de sodio
El poder abrasivo del bicarbonato de sodio es útil en manchas de grasa puntuales. Sin embargo, debes utilizarlo con cuidado para no rayar la superficie. La mejor manera es preparar una pasta con el polvo humedecido con agua. Una vez lista, frótala en los gabinetes con la ayuda de una esponja húmeda y suave. Para finalizar, quitar los excesos con un paño limpio.
5. Truco con aceite mineral
Sí, parece ilógico aplicar grasa sobre grasa, pero el aceite mineral puede aflojar esa suciedad y grasa añeja que otros productos no consiguen disolver por completo. Solo debes aplicar una pequeña cantidad en un paño y frotar, con movimientos suaves, la zona afectada. Al final, solo debes pasar un trapo limpio y húmedo para que no queden ninguna capa oleosa extra.
6. No olvides las rendijas y bisagras
Las partes menos accesibles de los muebles de madera de tu cocina también acumulan residuos grasosos que pueden afectar su funcionalidad y acelerar su deterioro. Sin embargo, su limpieza debe ser cuidadosa. Jamás uses estropajos metálicos o productos muy abrasivos. Para las bisagras, las rendijas o los detalles tallados, usa un cepillo de dientes suave humedecido con la mezcla jabonosa o el vinagre.
7. Revisa la ventilación de tu cocina
Una buena ventilación en tu cocina al cocinar es determinante si lo que quieres es reducir la acumulación de grasa en tus gabinetes. Además de asegurar su limpieza habitual, mínimo cada dos semanas, procura ventilar la cocina abriendo puertas y ventanas al cocinar. Asimismo, revisa las campanas y los extractores con frecuencia para asegurar su óptimo funcionamiento.
Si empiezas a notar que las capas de grasa se vuelven a formar demasiado rápido, puede ser señal de ventilación deficiente.
Quitar la grasa de los gabinetes de madera no es una tarea imposible. Es cuestión de ser organizado, elegir productos adecuados y, sobre todo, no dejar pasar meses esperando que se forme una capa dura. La sensación de volver a ver la textura suave y el color original de la madera hace que el tiempo invertido valga la pena, sin contar con que transforma el ambiente de tu cocina y te hace sentir más cómodo.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.