¿Qué es la resistencia a los antibióticos?

La resistencia a los antibióticos puede ser natural (intrínseca) o adquirida. La resistencia intrínseca es propia de cada familia, especie o grupo bacteriano. Descubre más al respecto en este artículo.
¿Qué es la resistencia a los antibióticos?
Franciele Rohor de Souza

Revisado y aprobado por la farmacéutica Franciele Rohor de Souza.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

Hoy en día, la resistencia a los antibióticos es una de las mayores amenazas para la salud, la seguridad alimentaria y el desarrollo. Y es que el uso indebido que se hace de ellos está acelerando el proceso.

Cada vez crece más el número de infecciones (neumonía, tuberculosis, gonorrea, etc), cuyo tratamiento se vuelve más difícil por la pérdida de eficacia de estos fármacos. Como consecuencia, las estancias en los hospitales se prolongan, aumentan los costes médicos y la mortalidad.

Ahora bien… ¿Qué es la resistencia a los antibióticos? ¿Por qué se produce? A lo largo del artículo, te explicamos bien los conceptos y términos relacionados con estas cuestiones.

La resistencia a los antibióticos

Los antibióticos son los medicamentos que sirven de tratamiento en infecciones producidas por bacterias. El primer antibiótico se utilizó en el siglo XX y, desde esta época, se han podido curar diversas enfermedades. Mejorando así la supervivencia y la calidad de vida de millones de personas.

Sin embargo, a lo largo de todo este tiempo, la utilización que se le ha dado a estos fármacos no ha sido la adecuada. Ejemplo de ello es su administración para intentar curar enfermedades que no están causadas por bacterias.

La resistencia a los antibióticos es una problemática que amenaza la salud a nivel mundial. El uso indebido de los antibióticos ha sido un factor determinante para su desarrollo.

El uso excesivo e inadecuado de los antibióticos acelera la aparición y la propagación de bacterias resistentes. Estas son capaces de desarrollar diferentes sistemas para defenderse del “ataque” del fármaco y sobrevivir.

De este modo, las bacterias sensibles se destruyen cuando se exponen a antibióticos; mientras que aquellas que han adoptado unos mecanismos de resistencia siguen creciendo y multiplicándose.

Por lo tanto, es fundamental hacer un uso responsable para que, más tarde, no tengas que lamentar la pérdida de buena parte de su utilidad. Y también es vital que los profesionales y la población en general sean conscientes del problema para evitar que se agrave más la situación en un futuro.

Tipos de resistencia a los antibióticos

La resistencia a los antibióticos puede ser natural (intrínseca) o adquirida.

  • La resistencia intrínseca es propia de cada familia, especie o grupo bacteriano. Por ejemplo, las bacterias que no tienen pared celular son resistentes a antibióticos que inhiben su síntesis.
  • La resistencia adquirida es variable y se adquiere por una cepa de una especie bacteriana. Por ejemplo, cepas de neumococo que han adquirido resistencia a la penicilina, cepas de Escherichia coli resistentes a la ampicilina o cepas de estafilococos resistentes a la metriciclina.

De las dos, es esta última la que lleva al fracaso terapéutico cuando se utiliza un antibiótico frente al microorganismo que produce la infección.

Mecanismos de resistencia de las bacterias

A continuación, te explicaremos qué diferentes mecanismos tienen las bacterias para hacerse resistentes a los fármacos. Los cuales, se recogen por varios investigadores de la revista científica “Colombia Médica”.

El consumo de antibióticos sin receta médica es uno de los factores que contribuye a la resistencia de las bacterias.

Las bacterias adquieren mayor o menor resistencia en función de su variabilidad genética. Por esta razón, los mecanismos que pueden tener se agrupan en tres categorías:

1. Inactivación enzimática

El principal mecanismo de inactivación es la hidrólisis (ruptura o disociación de moléculas); habitual para la enzimas betalactamasas y los betalactámicos.

No obstante, también ocurren modificaciones no hidrolíticas, tales como las acetilaciones (reacción que introduce un grupo acetilo en un compuesto químico) o las fosoforilaciones (adición de un grupo fosfato a cualquier otra molécula).

2. Modificaciones en el sitio blanco

Existen diversas estrategias para alcanzar este objetivo. Una de ellas es típica del Streptococcus pneumoniae (un microorganismo capaz de causar en humanos diversas infecciones). El cual, confiere resistencia a la penicilina e incluso a la ceftriaxona.

Esta bacteria tiene un gen que codifica el propio blanco del antibiótico. Pero otras utilizan ese gen para sustituirlo.

3. Modificaciones de la permeabilidad de la pared celular

Dentro de este mecanismo, se agrupan otros 3:

  • Alteraciones de las membranas bacterianas: se produce, sobre todo, en bacterias gramnegativas. Y es que la investigadora Anne H Delcour (Universidad de Houston, Estados Unidos) explica que la membrana externa de la envoltura celular es impermeable a las sustancias hidrofílicas.
  • Alteraciones en la entrada de antibióticos: depende de la energía,  tal y como ocurre en la primera etapa de ingreso de los aminoglucósidos.
  • Aumento de la salida de antibióticos: la resistencia por eflujo es un mecanismo inespecífico que afecta a diferentes grupos.

¿Cómo prevenir la resistencia de los antibióticos?

Para evitar que este problema se agrave, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que hay que seguir una serie de medidas. En primer lugar, evita la automedicación. Ya que el diagnóstico correcto y la decisión respecto a la necesidad de administrar antibióticos son competencia exclusiva de los médicos.

Además, respeta la dosis y la duración del tratamiento recetado; leyendo su prospecto y siguiendo sus instrucciones de uso para tomarlo con seguridad. Asimismo, no guardes los antibióticos que te sobren. Pregunta al farmacéutico para ver cómo desecharlos.


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