¿Qué es el salsifí y cómo incluirlo en la dieta?
El salsifí, de nombre científico Tragopogon porrifolius, es un tubérculo que se obtiene entre los meses de marzo y mayo, sobre todo en la zona del Mediterráneo. Puede ser de color blanco o negro, y tiene una forma cónica que puede medir entre 15 y 31 centímetros de largo por 2 o 3 centímetros de ancho.
Es un vegetal con un aspecto similar al nabo o a la yuca, que se utiliza en la preparación de guisos, purés y sopas. Y aunque no es tan popular como otras raíces, se valora por sus beneficios para la salud, en especial cuando se incluye en el contexto de una dieta equilibrada y variada. ¿Quieres saber más al respecto? ¡Sigue la lectura!
Propiedades nutricionales del salsifí
Desde el punto de vista del valor nutricional hay que destacar el bajo aporte energético del salsifí, con solo 82 calorías por cada 100 gramos de producto.
Una publicación a través de FoodPrint detalla que la raíz tiene cantidades decentes de fibra, vitamina C, vitamina B-6, ácido fólico, potasio, manganeso, calcio y hierro.
Además, se estima que aporta 18,6 gramos de carbohidratos —la mayoría de tipo complejo— además de 3 gramos de fibra y 3 gramos de proteína.
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Posibles beneficios del salsifí
Uno de los principales beneficios del salsifí para la salud es que funciona como alimento prebiótico. De este modo, y como lo explica un estudio compartido en Archives of Public Health, ayuda a mejorar la composición de la microbiota intestinal y, de paso, a prevenir la obesidad. Por supuesto, hay otras bondades. Veamos.
El consumo de salsifí ha de ser en el marco de una dieta variada y equilibrada.
Mejora el tránsito intestinal
Por su contenido de fibra, el salsifí se asocia con beneficios para el tránsito intestinal. En particular, esta sustancia coadyuva en la prevención y el alivio del estreñimiento. Su función es incrementar el volumen del bolo fecal para generar movimientos peristálticos más intensos, lo que facilita el tránsito posterior.
La fibra también se vincula a un menor riesgo de enfermedades crónicas intestinales, como el cáncer de colon. Se recomienda cubrir sus requerimientos diarios para tener una óptima salud digestiva.
Ayuda a fortalecer las defensas
El salsifí contiene vitamina C, un nutriente clave a la hora de mejorar el funcionamiento de las defensas del organismo. Un estudio en la revista Frontiers in Immunology comenta que este micronutriente es clave para reducir la incidencia de enfermedades víricas de tipo respiratorio.
Entre tanto, The American Journal of Clinical Nutrition destaca que el salsifí, al ser un alimento prebiótico, ayuda a regular la composición de la microbiota intestinal y, por ende, a mejorar la respuesta del sistema inmune.
Reduce la presión arterial
Una investigación compartida a través de International Journal of Molecular Sciences comenta que las plantas prebióticas tienen potencial antihipertensivo. De ahí que el salsifí se considere un complemento para disminuir los niveles de presión arterial.
Uno de los posibles mecanismos por los que logra este efecto es porque coadyuva en la disminución de los lípidos en la sangre. Sin embargo, otra hipótesis sugiere que se debe a su capacidad para atenuar la resistencia a la insulina y mejorar la absorción de minerales en el intestino.
Hacen falta estudios más amplios, pero consumir raíces como el salsifí es sano y parece impactar de forma positiva la salud cardiovascular.
¿Cómo se usa el salsifí en la cocina?
El salsifí es un tubérculo que se suele emplear en la elaboración de guisos, sopas o ensaladas. Cuenta con un sabor ligeramente amargo y una piel gruesa. Siempre es necesario cocinarlo de forma previa, de lo contrario podría resultar indigesto.
Al someterlo a un proceso de cocción se ablandan las fibras de su interior, lo que permite una mejor absorción de los nutrientes del producto.
Salsifí asado
Para terminar vamos a enseñarte a preparar una receta con salsifí. Se trata de un plato sencillo de elaborar, pero con una alta densidad nutricional.
Ingredientes
- 1/2 kilo de raíces de salsifí.
- Pimienta al gusto.
- 2 cucharadas de ghee (20 gramos).
- Una pizca de sal.
- Eneldo seco.
Paso a paso
- Lo primero que hay que hacer es lavar bien el salsifí. Para ello se enjuaga la raíz bajo el grifo, eliminando bien la suciedad. Se pela con un utensilio adecuado y se vuelve a lavar. Acto seguido, se corta en trozos pequeños a lo largo.
- Paralelamente, es preciso derretir el ghee en una sartén a fuego medio. Se añade sal y pimenta cuando ya está la mantequilla líquida, y se incorporan los trozos de salsifí.
- Se cocina todo hasta que la raíz se dore, dándole la vuelta cada poco tiempo para asegurar una cocción completa por todas partes.
- Una vez que se consigue un color tostado, se retira a un plato y se espolvorea eneldo por encima antes de consumir.
El salsifí se puede comer como entrante o puede servir para acompañar cualquier carne o pescado.
Salsifí, un tubérculo saludable
El salsifí es un alimento que se destaca por su concentración en micronutrientes, carbohidratos complejos y fibra. Resulta sencillo de cocinar y sirve para el acompañamiento de otros alimentos, como las carnes y pescados.
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