Sensación amarga en la boca: ¿qué lo está causando?

La sensación de sabor amargo en la boca se llama «disgeusia» y puede ser algo más que una simple molestia pasajera. Sigue leyendo y entérate de qué se trata.
Sensación amarga en la boca: ¿qué lo está causando?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 29 noviembre, 2023

La sensación amarga en la boca de manera persistente se conoce con el término médico de disgeusia. Esta afecta la percepción de los sabores de los alimentos, impidiendo disfrutar de una buena comida o bebida.

En general, esta sensación desagradable puede ser normal cuando se consumen medicamentos o alimentos a los que no estamos acostumbrados. No obstante, el hecho de que se haga crónico o se perciba incluso cuando comemos dulces es signo de que algo no está bien. En el presente artículo conoceremos qué es la disgeusia, cuáles son las posibles causas y qué podemos hacer para superarla.

¿Qué es la disgeusia?

El gusto es un sentido complejo en el que intervienen varios factores. En la boca existen alrededor de 10 000 papilas gustativas, cada una con 100 a 150 receptores del gusto. Los estímulos químicos que generan los sabores son transmitidos a través de los nervios facial, glosofaríngeo y vago. En parte, los sabores resultan de la interacción de lo que percibe tanto las papilas gustativas, como el olfato.

La disgeusia, también llamada parageusia, es un síntoma que describe la percepción desagradable de los sabores, según estudios. Esta suele manifestarse como una sensación amarga en la boca, incluso cuando no estamos comiendo.

En la mayoría de los casos, esta manifestación puede ser subestimada. No obstante, investigaciones han demostrado que e l deterioro del gusto puede llevar a la falta de placer al comer, aversión a los alimentos y desnutrición. Por consiguiente, puede favorecer a una disminución en la calidad de vida y la pérdida de músculo.



Síntomas de la disgeusia

La sensación amarga en la boca puede presentarse de forma aislada o asociada a otros síntomas. Es crucial reconocer estas manifestaciones, ya que facilitan el diagnóstico médico. Algunos de los síntomas que pueden acompañar a la disgeusia son los siguientes:

  • Sensación de ardor en el pecho después de comer, como en el caso de las personas con gastritis.
  • Problemas o dificultades para deglutir algunos bocados, común en la amigdalitis o la faringitis.
  • Sensación de boca seca xerostomía, causada por disminución en la producción de saliva. Es de destacar que este síntoma puede ser resultado de la disgeusia o desencadenante de la misma.
  • Sangrado e inflamación de encías, asociado con la enfermedad periodontal.
  • Mal aliento halitosis, como origen del sabor amargo en la boca.
  • Pérdida de apetito, asociado a una percepción desagradable de los alimentos.
  • Disminución o pérdida del sentido del olfato, ya que la afección del olfato puede conducir a alteraciones del gusto.
Papilas gustativas en primer plano.
Para percibir el sabor de los alimentos es necesario tener un sentido del gusto y del olfato dentro de límites normales.


7 posibles causas de la sensación amarga en la boca

Los trastornos del gusto obedecen a causas locales, sistémicas o ambas, según estudios. La  disgeusia se asocia con algunas enfermedades, consumo de fármacos, alimentos, hábitos y estilo de vida.

1. Infecciones

Existen cuadros infecciosos que pueden producir sensación amarga en la boca. De hecho, estudios recientes señalan que la disgeusia es una manifestación temprana de los pacientes con COVID-19. En este caso, se relaciona por una predilección del virus por las vías nerviosas, así como con el daño en las papilas gustativas y el olfato.

De igual forma, investigaciones señalan una correlación de este síntoma con otros cuadros infecciosos, como la influenza, la amigdalitis y la sinusitis.

2. Enfermedad por reflujo gastroesofágico

En esta patología el esfínter superior del estómago se encuentra afectado, permitiendo que el ácido alcance el esófago. Además de irritar, provoca sensación de ardor en la garganta, pecho y abdomen, así como sabor amargo en la boca y acidez, según estudios.

3. Candidiasis oral

Se trata de una infección producida por el hongo Candida albicans. Es frecuente en las personas con inmunodeficiencia. Causa lesiones blanquecinas en la lengua, parte interior de mejillas y garganta. Investigaciones afirman que en la candidiasis pseudomembranosa, algunos pacientes pueden presentar disgeusia y sensación de quemazón en la boca.

4. Trastornos neurológicos

Como ya se mencionó, en el gusto hay conexiones nerviosas que van de las papilas gustativas hasta al cerebro. Por tanto, diversas lesiones y trastornos en el sistema nervioso pueden alterar la percepción de los sabores.

Esto se observa en pacientes con tumores cerebrales, parálisis de Bell, traumatismo craneales, cirugías cerebrales, accidentes cerebrovasculares y epilepsia, según estudios.

5. Síndrome de Sjögren

Se trata de una enfermedad autoinmune que se caracteriza por sequedad en la boca y los ojos. De acuerdo con algunas investigaciones, la disminución en la producción de saliva produce ardor en la boca, dificultad para masticar, dolor al deglutir y cambios en la percepción del gusto.

6. Medicamentos

En investigaciones realizadas sobre el tema se ha encontrado que existe una amplia variedad de medicamentos que producen disgeusia. Esto se debe tanto al sabor amargo o metálico de los mismos, como al hecho de que los compuestos, en contacto con la saliva, generan esa sensación. Entre los medicamentos que pueden producir sensación amarga en la boca se encuentran los siguientes:

  • Antibióticos: tetraciclina, ampicilina y metronidazol.
  • Medicamentos para enfermedades cardiovasculares: antihipertensivos, como el captopril y lisinopril. De igual forma, las estatinas y los diuréticos.
  • Fármacos a base de litio: para el tratamiento del trastorno bipolar.
  • Drogas psicotrópicas: antipsicóticos, antidepresivos y ansiolíticos.
  • Medicamentos para trastornos neurológicos: como los usados en la enfermedad de Parkinson, el alzhéimer o las migrañas.
  • Broncodilatadores: usados para el tratamiento del asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
  • Antiinflamatorios no esteroideos: como el ibuprofeno, usado en el alivio del dolor.
  • Hipoglucemiantes orales: fenformina y glipizida.

De igual forma, la exposición a la quimioterapia y la radioterapia también se asocia con la percepción de sabores desagradables. Un estudio de 2017, evaluó un total de 239 pacientes con diagnóstico de cáncer y encontró que el 64 % de los mismos desarrollaron disgeusia durante y después de la quimioterapia.

7. Otras causas

La deficiencia de zinc es también una de las causas, entre las más comunes, de alteraciones del gusto, según estudios. Dicha carencia puede ser por falta de este mineral en la dieta o por mala absorción, debido a enfermedades como la celiaquía, la enfermedad de Crohn, la diabetes o la pancreatitis. Se estima que el tratamiento con suplementos de zinc podría ser clave en alivio de este síntoma.

Tanto en el embarazo como en la menopausia, por cambios hormonales, la mujer puede experimentar la sensación de sabor amargo en la boca. El estrógeno puede alterar el funcionamiento de las papilas gustativas.

Los problemas dentales por mala higiene bucal, las caries, las gingivitis y las cirugías dentales producen disgeusia. Además, existen otros factores causantes, como los altos niveles de estrés y la contaminación por plomo.

Tratamiento de la disgeusia

La disgeusia puede resolverse sola sin requerir intervención médica. En otros casos, el tratamiento depende de identificar y resolver la causa.

Si se trata de un medicamento, la alternativa es suspender o sustituir por otro. También puede ayudar el cambiar la hora de consumo. De igual modo, si la disgeusia está relacionada con un problema odontológico o con higiene dental, hay que tomar las medidas del caso, acudiendo al profesional correspondiente.

Hombre con reflujo gastroesofágico.
El reflujo ácido desde el estómago es una de las causas de la disgeusia, lo que debe tratarse abordando el problema de fondo.

Recomendaciones para mitigar la sensación amarga en la boca

Hay varias cosas que puedes hacer en casa para aliviar la sensación de sabor amargo en la boca. Una de ellas es mantener una hidratación adecuada, así como masticar chicles (de preferencia sin azúcar). Esto ayuda a aumentar la producción de saliva.

En segundo lugar, debes tener buenos hábitos de higiene dental. Desde el cepillado suave durante dos minutos, dos a tres veces al día, pasando por el uso del hilo dental, hasta el enjuague antibacteriano si el odontólogo lo recomienda.

Por otra parte, debes evitar el exceso el alcohol, cafeína y ciertos alimentos picantes o con mucha grasa. Por sobre todo, dejar de fumar es vital, ya que el alquitrán del tabaco tapiza las papilas gustativas y altera su funcionamiento, según estudios.

La sensación amarga en la boca es casi siempre tratable

Un sabor amargo en la boca suele ser un problema común, cuyas causas se pueden tratar. En la mayoría de los casos, las papilas gustativas vuelven a la normalidad sin efectos permanentes.

El mal sabor de boca no debería ser motivo de preocupación. Sin embargo, es un signo de que algo anda mal, por lo que se debe buscar ayuda si este persiste en el tiempo. Ante cualquier duda, consulta con tu médico de confianza.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Martinucci I, et al. (2014). Esophageal motility abnormalities in gastroesophageal reflux disease. World J Gastrointest Pharmacol Ther. 2014; 5(2): 86-96.
  • Pérez M, Cosetti L, Crestanello J. Candidiasis Bucal. (2004). Actas Odontológicas. 1(1): 53-62.
  • Pisano M, Hilas O., (2016). Zinc and Taste Disturbances in Older Adults: A Review of the Literature. Consult Pharm. 2016; 31(5): 267-70.
  • Rehwaldt M, et al. (2009). Self-care strategies to cope with taste changes after chemotherapy. Oncol Nurs Forum. 2009; 36(2): 47-56.
  • Roohani N, Hurrell R, Kelishadi R, Schulin R. (2013). Zinc and its importance for human health: An integrative review. J Res Med Sci. 2013; 18(2): 144-57.
  • Sapir E, Samuels  S, Feng F, Vineberg K, Eisbruch A., (2016). Predictors of dysgeusia in patients treated with chemoradiation for head and neck cancer. International Journal of Radiation Oncology, Biology, Physics. 2016; 94(4): doi.org/10.1016/j.ijrobp.2015.12.318.
  • Syed Q, Hendler K, Koncilja K., (2016). The Impact of Aging and Medical Status on Dysgeusia. Amer J Med. 2016;129(7): e1-e753. doi:10.1016/j.amjmed.2016.02.003.
  • Tondo, L. (2014). El tratamiento a largo plazo del trastorno bipolar. Psicodebate. 2014; 14(2): 83-100.
  • Villa A, Connell C, Abati S. (2015). Diagnosis and management of xerostomia and hyposalivation. Ther Clin Risk Manag. 2015; 11: 45-51.
  • Fernández Andrade, F., Escobar Barrios, M., Hernández Rosales, P., Mandujano González, A., Valdelamar Dehesa, A., Taniyama López, O., & Carrillo Esper, R. (2021). Transtornos del olfato y el gusto, de las bases a la práctica clínica. Revista de la Facultad de Medicina (México)64(2), 7-21. .https://doi.org/10.22201/fm.24484865e.2021.64.2.02
  • Jafari, A., Alaee, A., & Ghods, K. (2021). The etiologies and considerations of dysgeusia: A review of literature. Journal of oral biosciences63(4), 319–326. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34487857/
  • Thomas, D. C., Chablani, D., Parekh, S., Pichammal, R. C., Shanmugasundaram, K., & Pitchumani, P. K. (2022). Dysgeusia: A review in the context of COVID-19. Journal of the American Dental Association (1939)153(3), 251–264. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34799014/
  • Mahmoud, M. M., Abuohashish, H. M., Khairy, D. A., Bugshan, A. S., Khan, A. M., & Moothedath, M. M. (2021). Pathogenesis of dysgeusia in COVID-19 patients: a scoping review. European review for medical and pharmacological sciences25(2), 1114–1134. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33577069/
  • Cral, W., Michels, M., Lima, C., & Queluz, D. (2021). Dysgeusia and COVID-19: the Importance of the Dentist in the Diagnostic. International journal of odontostomatology15(1), 2-3. https://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-381X2021000100002&script=sci_arttext
  • Agencia para la Investigación y la Calidad de la Atención Sanitaria. (2006). La enfermedad de reflujo gastroesofágico o GERD (por sus siglas en inglés). En: Las Guías Sumarias de los Consumidores. Rockville (MD): Agencia para la Investigación y la Calidad de la Atención Médica (EE. UU.); 2006-. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK47462/
  • Bengel, W. (2010). Candidiasis orales. Parte 1: Cuadro clínico, epidemiología y etiología. the Quintessence, 23(10), 510-517. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3346418
  • Jafari, A., Alaee, A., & Ghods, K. (2021). The etiologies and considerations of dysgeusia: A review of literature. Journal of Oral Biosciences, 63(4), 319-326. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1349007921001018?via%3Dihub
  • Douglass, R., & Heckman, G. (2010). Drug-related taste disturbance: a contributing factor in geriatric syndromes. Canadian family physician Medecin de famille canadien56(11), 1142–1147. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2980431/
  • Ponticelli, E., Clari, M., Frigerio, S., De Clemente, A., Bergese, I., Scavino, E., Bernardini, A., & Sacerdote, C. (2017). Dysgeusia and health-related quality of life of cancer patients receiving chemotherapy: A cross-sectional study. European journal of cancer care26(2), 10.1111/ecc.12633. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28101929/
  • Howard, M. (2007). El cinc y los trastornos del gusto. Odovtos, Revista Internacional de Ciencias Dentales, 9, 7-13. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=499551912003
  • Cabrera, D., Ferrer, O., González, L., Cañadilla, L., & Tellería C, A. (2016). Manifestaciones bucales del síndrome de Sjögren. Presentación de un caso. Revista Médica Electrónica38(6), 877-886. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1684-18242016000600009&lng=es&tlng=es.
  • Bosch, Á. D. G. (2007). Higiene bucodental: productos utilizados y recomendaciones básicas. Offarm: farmacia y sociedad, 26(10), 64-67. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5324581
  • González, M. (2006). Deshabituación tabáquica. Offarm: farmacia y sociedad, 25(4), 80-84. https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-deshabituacion-tabaquica-13086791

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.