Tener sexo en la primera cita, ¿es buena idea o no?

¿Llegar a la intimidad en el primer encuentro genera relaciones a largo plazo o pérdida rápida del interés? Veamos los aspectos positivos y negativos de la decisión, así como los valores que se ponen en juego.
Tener sexo en la primera cita, ¿es buena idea o no?
Leticia Martín Enjuto

Revisado y aprobado por la psicóloga Leticia Martín Enjuto.

Escrito por Jonatan Menguez

Última actualización: 25 noviembre, 2023

Muchos tabúes persisten al momento de pensar en el sexo en la primera cita. Los mismos son motivados por mandatos religiosos, restricciones morales o valoraciones sociales. Pero también sucede al contrario; algunas personas pueden sentirse forzadas a hacerlo por las razones equivocadas, como quedar bien o «sentirse en deuda».

Ante todo, es fundamental que, si se llega a tal instancia, sea por consentimiento y deseo mutuo. Luego, es común que surjan preguntas sobre lo positivo o negativo del encuentro para un potencial vínculo estable.

¿Tener sexo en la primera cita hace que las personas se desinteresen o fomenta vínculos de larga duración? Sigue leyendo y descubre por qué puede ser buena o mala idea, además de conocer la opinión de los expertos.

En realidad, no se trata de «bueno» o «malo»

La pregunta respecto a tener o no sexo en la primera cita es de índole personal. Por lo tanto, resulta difícil de juzgar en términos de «bueno» o «malo».

Las relaciones sexuales en la primera cita depende del contexto, la búsqueda propia, el deseo y la ética particular. Los tabúes alrededor del sexo tienen menos peso en la actualidad, aunque todavía están presentes. Por ejemplo, algunos todavía piensan que hacerlo en la primera cita afecta la reputación de la mujer.

Otros tienen consideraciones sentimentales respecto a la situación. Muchos creen que se limita el vínculo solo a lo sexual y se imposibilita la conformación de una relación duradera.

En la cultura popular, llegaron a aceptarse creencias como la «regla de la tercera cita». Esta sugiere a los participantes aguardar al tercer encuentro para intimar.

Si bien muchas personas mantienen diversas ideas y hasta tabúes, la apertura sexual de las últimas décadas permite que la elección esté sujeta al deseo personal y en conjunto. La premisa es clara: ya nadie debería juzgarte por la decisión.

Algunos estudios científicos, como el publicado por el Departamento de Psicología de la Universidad de Rochester, Nueva York, abordan la cuestión y contradicen varias creencias instaladas. Según indican los expertos, el deseo sexual puede desempeñar un papel importante para fomentar el apego entre las parejas.

Cabe aclarar que, en caso de decidir hacerlo, siempre se debe usar protección, siendo el preservativo el método más efectivo para prevenir las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados.


¿Por qué tener sexo en la primera cita puede ser positivo?

Dejar los prejuicios de lado y obedecer al deseo conjunto puede ser liberador. La potencial relación debe responder al consentimiento y a la responsabilidad afectiva, es decir, al reconocimiento de que nuestros actos afectan emocionalmente al otro.

Si te has preguntado qué quieres con la otra persona, y viceversa, si han respetado sus límites y creencias y ambos desean intimar, puede ser una grata experiencia. Aunque se termine el vínculo tras la noche inicial, es posible que el sexo en la primera cita traiga beneficios.

Brinda placer espontáneo

El gran prejuicio sobre la posibilidad de que el sexo en la primera cita imposibilite las relaciones formales no solo contradice a la ciencia, sino también a las intenciones. Para muchas personas, eso ni siquiera entra en juego, ya que la búsqueda es el encuentro casual en sí mismo.

Quizás era algo mal visto en otros tiempos y, además, cuando se practica con expectativas superiores, el sexo casual se asocia con la depresión. Pero ¿qué tiene de malo disfrutar de una noche única si es lo que ambos desean? La clave está en fijar las aspiraciones desde el inicio.

Conoces más al otro

Según una encuesta realizada por la marca británica de lencería y juguetes sexuales Lovehoney, el 49 % de las personas tuvieron relaciones en la primera cita. Mientras tanto, un 42 % de los participantes no lo hicieron. Los datos sugieren que cada vez es menor el prejuicio sobre el tema.

Por lo tanto, si se busca formar una relación a mediano plazo, el sexo en la primera noche podría ser una vía cada vez más aceptada para conocer aspectos íntimos de la pareja. La compatibilidad en la cama es una cuestión central para muchas personas.

Tener una primera referencia rápida de este aspecto puede determinar si vale la pena seguir intentando o no. Incluso, pueden hallarse coincidencias (o desavenencias) en cuanto a preferencias en el juego previo o foreplay.

Si el sexo es placentero, ¿por qué no tener una segunda cita? Una atracción positiva, una buena compatibilidad sexual y una experiencia grata en las relaciones harán que la decisión de volver a verse sea más sencilla.

Se fomenta el vínculo emocional

El deseo sexual desencadena comportamientos que pueden promover el vínculo emocional durante los encuentros. Inclusive, podría «sentar las bases» para profundizar en una conexión entre extraños.

Según el psicólogo social Gurit Birnbaum, autor principal del trabajo científico de la Universidad de Rochester, el magnetismo sexual es capaz de mantener unida a la pareja hasta que entre ambos formen un vínculo de apego.

Accedes a detalles íntimos

Llegar hasta cierto punto de intimidad con otra persona revela no solo aspectos físicos o eróticos, sino también de higiene, de conducta y otros detalles personales. Conocer tales características potencia la confianza entre ambos.

O, en caso contrario, saldrán a la luz motivos irrevocables de alejamiento. Y, quizás, sea mejor conocerlos de manera temprana.

¿Qué es lo negativo del sexo en la primera cita?

Para algunas personas, tener sexo al inicio es una de las cosas que puede arruinar la primera cita. Si bien no es necesario llegar a tal extremo de decepción, sí podrían presentarse sensaciones negativas.

Incomodidad

Una de las cuestiones que más pudor generan al respecto es saber qué tan cómodos nos sentiremos en la intimidad. De hecho, según la encuesta de Lovehoney, este es el principal motivo de peso para quienes no acuerdan tener sexo en la primera cita.

El nivel de confianza puede ser insuficiente tras unas pocas horas de charla. Aunque, por supuesto, se trata de una cuestión muy personal.

Disputa con las creencias

Aunque muchos tabúes sobre esta situación parten de la moral religiosa, todavía se mantienen en parte de la población. Ello no está mal. En definitiva, se trata de ser coherente con lo que uno piensa o siente.

No hay tiempo para la conexión emocional

Otras personas sostienen que prefieren el sexo una vez que exista conexión emocional previa. Si bien la intimidad puede ser un motor para construir dicho vínculo, también funciona como punto de llegada tras generar confianza y atracción.

Puede desilusionar rápido

¿Estabas comenzando a idealizar la imagen de él o de ella? Ya sea en el propio acto o en los detalles íntimos que se revelen, el sexo a veces es determinante para no querer ver más a una persona.

Si bien puede ser un ahorro de tiempo y de esfuerzos, también es cierto que nadie desea que se derrumbe una imagen idílica tan rápido. Y también puede quedar la inquietud sobre qué hubiese pasado si se demoraba la intimidad un poco más.



El sexo en la primera cita debe ser una decisión consciente

Hay una serie de situaciones y actitudes que pueden encender las alarmas sobre el hecho de tener sexo en la primera cita. Es decir, no siempre resultará la opción lógica y debería evitarse si descubres estas señales:

  • Estás presionada.
  • No te sientes lista o listo.
  • Crees que debes algo por la cita.
  • Quieres demostrarle algo a alguien.
  • Te encuentras bajo los efectos de sustancias que alteran tu percepción.

Se trata de una decisión personal y consensuada. Debe estar basada en el consentimiento, la empatía, el deseo y un contexto propicio. Pregúntate si es lo que ambos quieren, si las circunstancias son adecuadas y si no existe presión externa. Disfrutar del momento debe ser lo primordial, más allá de los prejuicios.

La intimidad tras la primera cita no implica que la relación no vaya a perdurar, pero tiene que corresponder a una búsqueda mutua. Es necesario expresarlo para que la situación sea clara desde el inicio.


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