El síndrome del intestino corto

El síndrome del intestino corto es más frecuente en los adultos que en los niños. Esta condición implica limitaciones de por vida, pero puede mejorar con un tratamiento basado en nutrición externa y fármacos.
El síndrome del intestino corto
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 06 julio, 2023

El síndrome del intestino corto es una condición compleja que se caracteriza por la pérdida, física o funcional, de un segmento de la superficie intestinal. Las principales causas para que esto ocurra son los trastornos congénitos y el infarto intestinal o isquemia mesentérica.

Esta condición hace muy difícil que se mantenga un estado nutricional adecuado. El síndrome del intestino corto trae consigo una pérdida en la capacidad para absorber nutrientes, lo que genera innumerables dificultades para su tratamiento.

Pese a todo, mediante un proceso de adaptación funcional y estructural del intestino es posible incrementar la capacidad de absorción del mismo. De todos modos, el pronóstico del síndrome del intestino corto depende de la longitud y el estado del órgano, así como de la causa del problema y otros factores.

¿Qué es el síndrome del intestino corto?

El síndrome del intestino corto es una afección que tiene lugar cuando se pierde una parte del intestino delgado, bien sea porque un niño nace sin ese segmento, porque se extirpa en una cirugía o porque esa zona deja de funcionar. Esto ocasiona graves alteraciones metabólicas y nutricionales.

No todas las pérdidas de una parte del intestino delgado generan el síndrome del intestino corto. Solo se corrobora si la longitud del órgano remanente, o sea, del segmento de intestino que queda, no es capaz de realizar adecuadamente la función de absorbción.

En general, esta afección se presenta artificialmente cuando hay dos de las siguientes cirugías:

  • Yeyunostomía terminal: falta parte del yeyuno, íleon y colon.
  • Anastomosis yeyuno-cólica: falta el íleon y la válvula ileocecal, por lo cual el yeyuno y el colon se presentan unidos.

Una persona con esta condición requiere de suplementos de macronutrientes y electrolitos para poder mantener su salud. En el caso de los niños, esto es fundamental para su proceso de crecimiento. En ocasiones se requiere de una alimentación parenteral o a través de una vena para evitar la desnutrición.

Algunos pacientes con síndrome de intestino corto necesitan alimentación parenteral para sobrevivir

Síntomas y causas

Según los datos disponibles, en España la principal causa de base del síndrome del intestino corto es la isquemia mesentérica o infarto intestinal, con un 30 % de los casos. Le siguen la obstrucción tumoral, con un 20 %, y la enfermedad de Crohn, con un 20 %. En menores porcentajes están la enteritis rádica y la pseudo-obstrucción crónica u otros trastornos.

Se estima que en otros países las cifras pueden ser similares. De otro lado, en los niños las principales causas son los problemas congénitos y perinatales.

Tiene especial incidencia la enterocolitis necrotizante, que es una inflamación grave en el colon del recién nacido, más frecuente en los bebés prematuros o que pasan más tiempo en la unidad de cuidados neonatales.

Como ya se anotó, la falta de un segmento del intestino provoca mala absorción de los nutrientes. Esto genera una serie de síntomas, como:

  • Diarrea
  • Heces pálidas y grasosas
  • Olor muy fétido en las deposiciones
  • Pérdida de peso
  • Deshidratación
  • Fatiga

Para determinar que la afección está presente, generalmente se hacen pruebas de laboratorio, exámenes de química sanguínea, conteo sanguíneo completo, niveles vitamínicos en la sangre y examen de grasa fecal. También es posible que se ordene una radiografía de intestino delgado.

partes del intestino delgado
El síndrome del intestino corto puede presentarse por faltantes en cualquier parte del tubo digestivo bajo

Descubre más: ¿Cómo cuidar tu salud intestinal?

Tratamiento del síndrome del intestino corto

El principal objetivo del tratamiento es garantizar que el organismo reciba los nutrientes que requiere y ofrecer alivio a los síntomas. Para lograr esto, se acude a las siguientes medidas:

  • Terapia nutricional: supone seguir una dieta especial que incluya suplementos nutricionales adecuados para cada persona. En algunos casos se requiere de alimentación por vía intravenosa o mediante sonda.
  • Medicamentos: en estos casos suele requerirse la administración de fármacos de apoyo. Hay medicinas que ayudan a controlar la diarrea y que mejoran la absorción intestinal.
  • Cirugía: hay casos donde es necesario realizar una cirugía para alargar el intestino, llamada reconstrucción intestinal autóloga. En otras ocasiones se hace una intervención quirúrgica para retrasar el paso de los nutrientes por el intestino o se practica un trasplante del intestino delgado.

El intestino corto evoluciona diferente

Es frecuente que la afección mejore con el tratamiento, especialmente si es fruto de una cirugía. De todas maneras, el seguimiento por parte de un equipo profesional es imperioso para el resto de la vida del paciente.

También pueden aparecer complicaciones, como proliferación bacteriana en el intestino delgado, cálculos, desnutrición o problemas en el sistema nervioso por deficiencia de vitamina B12. No es un cuadro de fácil manejo, y solo los especialistas de la gastroenterología están capacitados para abordarlo.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • García Luna, P. P., & López Gallardo, G. (2007). Evaluación de la absorción y metabolismo intestinal. Nutrición hospitalaria, 22, 05-13.
  • Pomar, B., & Vidal Casariego, A. (2007). Síndrome de intestino corto: definición, causas, adaptación intestinal y sobrecrecimiento bacteriano. Nutrición Hospitalaria, 22, 74-85.
  • Rodríguez, A., & Cánovas, G. (2004). Síndrome de intestino corto en adultos. Tratamiento nutricional. Endocrinología y Nutrición, 51(4), 163-172.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.