Superbacterias: ¿qué riesgo pueden representar en el futuro?
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
Las superbacterias están presentes desde hace tiempo. Sin embargo, muchas veces pasa desapercibida su importancia a la hora de evaluar el riesgo que representan para la salud humana.
Se habla de superbacterias cuando nos referimos a microorganismos que han desarrollado la capacidad de resistir a la acción de los antibióticos. Esta resistencia parece aumentar cada año y se vuelve más dificultoso encontrar fármacos que eliminen a los agentes capaces de enfermarnos.
Según algunas proyecciones, en poco tiempo las superbacterias podrían ocasionar problemas difíciles de contener. Mientras no se tomen medidas al respecto, el riesgo aumentará.
¿Qué son las superbacterias?
Una bacteria que desarrolla resistencia al antibiótico que podría eliminarla gana un paso en la evolución. Es algo esperable que suceda y es lo que da origen a estos microbios más difíciles de erradicar.
El problema es que algunas prácticas humanas, médicas y sociales incrementan la velocidad con la que las bacterias se vuelven resistentes a los fármacos. Esto es el fenómeno de la resistencia antimicrobiana y es un tema de interés para los infectólogos de todo el mundo, que se encuentran preocupados por las consecuencias.
Cuando una persona enferma por una infección bacteriana, el médico receta antibióticos. Al tomarlos o al ser aplicados por vía parenteral, estos fármacos bloquean el crecimiento o matan directamente a casi todas las colonias de microbios. Sin embargo, es posible que algunas sobrevivan.
Las sobrevivientes inician una replicación en otro lado, propagando esa característica que les permitió resistir al antibiótico. Entonces, una nueva camada de bacterias aparece con mejores capacidades.
Cuando las sobrevivientes al primer antibiótico infectan a un nuevo paciente, el médico receta el mismo antibiótico, pero este ya no hace efecto. Por lo tanto, el tratamiento estándar se vuelve ineficiente y hay que buscar otras alternativas.
Hemos acelerado el proceso
El uso indiscriminado de antibióticos para cualquier patología y sin un criterio médico acorde, ha llevado a la aceleración de la aparición de la resistencia antimicrobiana. Las superbacterias son más frecuentes en el mundo actual.
Los datos lo dejan en claro. En Europa mueren unas 25 000 personas al año por infecciones causada por superbacterias. En Estados Unidos la tasa de mortalidad es similar. La tuberculosis es un ejemplo particular, pues muchos pacientes la padecen por culpa de microorganismos resistentes que empeoran el pronóstico.
El gasto en salud por este problema es enorme. En Sudáfrica se utiliza un tercio del presupuesto para la tuberculosis en combatir cepas de bacterias que no responden a los antibióticos tradicionales. Estados Unidos consume hasta 15 millones de dólares en menos de 200 pacientes tuberculosos con resistencias.
En muchos lugares, los antibióticos se usan en exceso y mal en personas y animales, y a menudo se administran sin supervisión profesional.
Y la culpa es del ser humano. Las indicaciones erradas de antibióticos y la automedicación están favoreciendo a las superbacterias.
¿Cuáles son las superbacterias más peligrosas?
Las superbacterias se han podido identificar en su mayoría. Surgen nuevas, pero las que ya llevan tiempo entre los pacientes se han catalogado por los investigadores.
De esta manera, un listado elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela aquellas que merecen una atención especial:
- Prioridad crítica: Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa, Enterobacteriaceae spp.
- Prioridad elevada: Enterococcus faecium, Staphylococcus aureus, Helicobacter pylori, Campylobacter spp., Salmonellae spp., Neisseria gonorrhoeae.
- Prioridad media: Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae, Shigella spp.
Todas estas bacterias han desarrollado resistencia a fármacos como la vancomicina, la penicilina y las fluoroquinolonas. La OMS insta a que los países y los laboratorios inviertan más recursos en desarrollar antibióticos nuevos que puedan combatirlas.
Los nuevos antibióticos desarrollados contra los patógenos prioritarios que figuran en esta lista contribuirán a reducir las muertes debidas a infecciones resistentes en todo el mundo.
¿Qué podemos hacer para contribuir?
Desde nuestro lugar, podemos contribuir a que las superbacterias no sean un problema mayor. Algunas acciones sencillas y a consciencia son esenciales para reducir el riesgo.
En primer lugar, hay que seguir pautas básicas de higiene y de prevención que disminuyen la propagación de las bacterias. Entre ellas vale mencionar a las siguientes:
- Lavarse las manos con frecuencia. Esta sencilla acción evita que dispersemos microorganismos entre contactos cercanos.
- Aplicar la seguridad alimentaria. Al manipular alimentos, hay que separar los crudos de los cocidos. También se deben respetar normas de higiene en las cocinas, tanto caseras como de restaurantes.
- Autoaislarse. La presencia de síntomas de una enfermedad infecciosa, como tos con fiebre, debería obligarnos a un autoaislamiento hasta mejorar o ser tratados. Así evitamos contagiar y aumentar la posibilidad de que las superbacterias aparezcan.
- Respetar las indicaciones médicas. Si un profesional nos prescribe amoxicilina de 500 mg cada 8 horas por 7 días, debemos tomar las pastillas tal cual la prescripción. Ingerir más cantidad o por menos jornadas, solo favorecerá la resistencia antimicrobiana.
- No automedicarse. Si tenemos un resfrío, por ejemplo, es casi seguro que el agente causal es viral. Por ello, un antibiótico no hará ningún efecto. Al contrario, producirá resistencia en bacterias habituales. Por lo tanto, debemos consultar con un profesional y no automedicarnos sospechando que tal o cual fármaco nos haría bien.
Ya no esperes más para aplicar estas pautas. Si somos responsables, podremos reducir el impacto de las superbacterias.
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