Taquipnea: respiración rápida y superficial

La taquipnea es una respiración rápida y superficial, por encima de las 20 veces en un minuto. Se diferencia de la hiperventilación en que no es profunda.
Taquipnea: respiración rápida y superficial
Samuel Antonio Sánchez Amador

Escrito y verificado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 09 julio, 2023

El ritmo respiratorio basal es uno de los signos vitales que se deben monitorizar en una consulta médica. La tasa de respiraciones dentro de la normalidad depende de la edad y la condición individual, pero oscila entre las 12 y 20 por minuto. La taquipnea es un ritmo respiratorio por encima de este rango, correspondiendo a un valor mayor de 20 respiraciones por minuto.

La taquipnea transitoria del recién nacido (TTN) es la variante de esta condición más común e investigada, ya que se registra en aproximadamente un 1 % de los neonatos, sobre todo si son prematuros o si nacen por cesárea. Si quieres conocerlo todo sobre este tema, continúa leyendo.

¿Qué es la taquipnea y cómo se caracteriza?

Tal y como indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, una frecuencia respiratoria normal en un adulto oscila entre 8 y 16 respiraciones por minuto. En el bebé es mucho más rápida, elevándose a unas 44 respiraciones por minuto. Esto se debe a que su sistema respiratorio aún no ha madurado del todo.

La taquipnea se contempla cuando el ritmo respiratorio es mayor a 20 respiraciones por minuto. Este término es aún más relevante cuando el paciente presenta una respiración rápida y superficial por una neumopatía u otra causa.

¿Son lo mismo la hiperventilación y la taquipnea?

Esta pregunta no tiene una respuesta fácil, pues existen discrepancias según las fuentes consultadas. De todas formas, el paradigma se puede resumir en la siguiente frase: la taquipnea no tiene por qué traducirse en una respiración rápida profunda.

Es decir, en la hiperventilación el aire llega hasta los alveolos, por lo que se elimina más dióxido de carbono (CO2) de lo que el cuerpo es capaz de producir. Esto genera hipocapnia, una reducción de la concentración de CO2 en sangre. Por otro lado, en la taquipnea el ritmo respiratorio aumenta, pero el aire no tiene por qué llegar al tracto respiratorio inferior.

Síntomas relacionados con la taquipnea

Los síntomas de la taquipnea dependerán de la causa subyacente. Por ejemplo, un niño con una enfermedad vírica presentará fiebre, toses, estornudos y mucosidades. De todas formas, algunos de los signos clínicos generales de la condición son los siguientes:

  • Sentirse falto de aire. Esto puede provocar mareos, confusión y agobio.
  • Un tinte azulado en los labios y la punta de los dedos, debajo de las uñas.
  • Agarrarse el pecho a la hora de respirar y mostrar retracciones. En este último evento, la zona debajo de las costillas se hunde cada vez que se intenta inhalar.

Por su parte, la taquipnea transitoria del recién nacido (TTN) presenta algunos signos clínicos accesorios relacionados, pues el bebé no puede comunicar su estado de forma directa. El neonato puede emitir gruñidos y presentar un ensanchamiento anormal de las fosas nasales, cabeceo, retracciones y piel azulada.

¿Cuándo acudir al médico?

En caso de sentir retracción en el pecho con cada respiración y presentar las zonas descritas de color azulado, se hace urgente acudir a un profesional médico. Si nunca has tenido una respiración rápida antes o tus síntomas empeoran con el paso del tiempo, también debes buscar ayuda.

¿Cuáles son las posibles causas de la taquipnea?

La web Kids Health nos muestra cuáles son las causas más comunes de la taquipnea, tanto en neonatos como en adultos. Comenzamos mostrándote la etiología de los pacientes mayores y dedicamos el último apartado a los recién nacidos. No te lo pierdas.

Asma

Tal y como indica la Academia Americana de Asma, Alergia e Inmunología (AAAAI), el asma es una enfermedad crónica de los pulmones que consiste en la inflamación e hiperactividad de las vías respiratorias. Un paciente presenta la variante grave de este trastorno cuando necesita dosis medianas o altas de corticosteroides inhalados para poder vivir.

Los síntomas del asma grave pueden incluir tos crónica y recurrente, sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho, taquipnea y otros muchos signos metabólicos. En casos contados, el asma puede ser fatal para el paciente si no se controla.

Asma en mujer adulta con taquipnea.
El asma es una patología frecuente que cursa con taquipnea. Los casos graves requieren corticoides en dosis altas.

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

Esta enfermedad es una condición crónica que causa la obstrucción del flujo de aire en los pulmones, según la Clínica Mayo. Sus síntomas incluyen dificultad para respirar, sibilancias, taquipnea y producción de moco en los canales respiratorios.

La exposición a humos (como el del tabaco) y otras sustancias tóxicas propician mucho su aparición a largo plazo.

Ansiedad y pánico

El estrés continuado en el tiempo da como resultado un cuadro de ansiedad generalizado que mantiene al organismo del paciente en alerta, de forma inconsciente y sin un fundamento racional.

La ansiedad, el pánico y otras sensaciones negativas pueden provocar taquipnea. De todas formas, recuerda que a nivel médico no es exactamente igual a la hiperventilación.

Otras causas de taquipnea en adultos

Hemos recogido 3 de las causas más comunes de taquipnea en adultos, pero debemos nombrar otras tantas más, con el fin de explorar toda la etiología de la condición.

Entre el resto de enfermedades subyacentes que pueden desencadenar el trastorno encontramos las siguientes:

  • Coágulo de sangre en una arteria o en el pulmón: el aumento de la frecuencia respiratoria es un signo clínico típico que se manifiesta durante una embolia pulmonar.
  • Insuficiencia cardíaca: el corazón no puede bombear suficiente cantidad de sangre rica en oxígeno a todos y cada uno de los tejidos del cuerpo. Por ello, de forma inconsciente, se aumenta el ritmo respiratorio con el fin de intentar atrapar más oxígeno ambiental.
  • Infección de las vías respiratorias pequeñas: esta condición se conoce como bronquiolitis.

La taquipnea transitoria del recién nacido (TTN)

Tal y como indican los Manuales MSD, la TTN se produce en recién nacidos cuando estos intentan expulsar los líquidos que se albergaban en sus pulmones durante el periodo de gestación. Nacer antes de término, experimentar un parto por cesárea, ser del género masculino y ser gemelo son factores de riesgo para desarrollarla.

La TTN en recién nacidos no es una condición grave. La  gran mayoría de ellos se recuperan por sí solos en 2-3 días, cuando el organismo se habitúa a respirar fuera del útero de la madre.

Diagnóstico de la taquipnea

La taquipnea puede deberse a situaciones relativamente normales, como hacer ejercicio o atravesar un momento de estrés. En caso de que sea un evento transitorio y no vaya a más, no suele ser necesario acudir a un profesional médico. No siempre existe una enfermedad por detrás de una respiración rápida y profunda.

De todas formas, si esta se presenta de forma grave o si es sostenida y empeora con el tiempo, el médico realizará una serie de pruebas en el paciente en base a diversas sospechas. Entre todos los métodos diagnósticos destacamos los siguientes:

  • Hemograma y hemocultivo: se realiza para descartar una infección sistémica, pues la septicemia y bacteriemia también pueden desembocar en una taquipnea.
  • Radiografía de tórax: para buscar o descartar problemas respiratorios crónicos a nivel pulmonar.
  • Electrocardiograma: como hemos dicho, una deficiencia cardíaca puede propiciar la aparición de taquipnea.

Tratamiento de la taquipnea

El tratamiento de una taquipnea dependerá completamente de la causa subyacente. Si la respiración rápida y superficial se encuentra enraizada en un problema emocional, la atención psicológica siempre será el camino a seguir. Si por otro lado, está ligada a ciertas condiciones médicas, toca acudir a abordajes farmacológicos.

De todas formas, debemos recalcar la siguiente idea: a menos que se trate de una patología emocional, la taquipnea sostenida siempre es una emergencia médica.

1. Infecciones pulmonares

Si la respiración rápida y superficial es producto de una infección en las vías respiratorias, es necesario recetar al paciente fármacos generales o especializados, según lo que requiera el patógeno. El albuterol y otros medicamentos también se pueden utilizar de forma simultánea, con el fin de abrir las vías respiratorias del enfermo.

2. Afecciones pulmonares crónicas

El asma y la EPOC no se pueden curar, pero sí es posible mantenerlas a raya. Los broncodilatadores, los esteroides inhalables y los inhaladores combinados se pueden utilizar para disminuir la irritación en el tejido bronquial y abrir las vías respiratorias.

Nebulización para tratar la taquipnea.
El suministro de oxígeno por vía artificial se hace necesario cuando la saturación sanguínea ha descendido por la taquipnea.

3. Trastornos de ansiedad

Si la taquipnea es producto del estrés, la ansiedad, la depresión u otros cuadros clínicos emocionales, la mejor opción es siempre acudir al psiquiatra y al psicólogo. Además de la terapia, se le pueden recetar al paciente fármacos antidepresivos y ansiolíticos para gestionar estos síntomas.

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La taquipnea debe revisarse

Como habrás podido comprobar, la etiología de la taquipnea es muy extensa y variada. Desde la ansiedad hasta trastornos cardiacos graves, una respiración acelerada y superficial puede tener muchas causas subyacentes.

Aunque a veces no tenga ninguna explicación, si la taquipnea es sostenida se hace necesario acudir a urgencias de forma rápida.

Por otro lado, este incremento en el ritmo respiratorio puede ser fruto del ejercicio físico y ciertos trastornos emocionales. Si crees que tu forma de respirar es atípica, por leve que sea, visita al médico.


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