Tipos de olores vaginales, sus causas y tratamientos
Escrito y verificado por la médica Mariel Mendoza
Los olores vaginales son diferentes y propios de cada mujer, ya que dependen de las bacterias que viven en la vagina, de los niveles hormonales, la actividad sexual, el sudor y la higiene. Tener olor en la zona íntima no siempre es motivo de preocupación.
El pH vaginal juega un papel clave. De manera habitual, el pH de la vagina es ligeramente ácido, alrededor de 4.5, lo que le da un aroma característico. Sin embargo, desequilibrios en el pH, infecciones o el ciclo menstrual pueden cambiarlo.
A continuación, te contamos qué tipos de aromas puedes percibir en tu zona íntima. Para aquellos que representen un problema o una enfermedad, te explicamos sus causas y qué deberías hacer.
1. Olor a levadura
Hay mujeres que lo describen como un aroma a pan de masa madre, ácido o picante. Se asocia con un pH norma y a la presencia de bacterias beneficiosas, como los lactobacilos.
Durante gran parte del ciclo menstrual, este olor sería esperable. No es un síntoma para consultar al ginecólogo. Si persiste a lo largo del mes y no se acompaña de un cambio en el flujo, entonces hay que interpretarlo como normal.
2. Olor a yogur
Este olor puede ser agrio o fermentado, parecido al anterior.De nuevo, los lactobacilos son los responsables. Sin embargo, si también hay cambios en la apariencia del flujo, como una textura similar al yogur, es importante consultar al médico, ya que podría indicar una infección.
3. Olor metálico o cobrizo
El olor a metal es característico del momento de la menstruación y durante algunos días posteriores. Se produce por los cambios en el pH vaginal al contacto con la sangre. Además, el contenido de hierro de la sangre también contribuye. Si ese es el caso, no hay de qué preocuparse.
Sin embargo, esta no es la única causa. También puede haber olor metálico después del sexo, ya sea porque hubo un pequeño sangrado por fricción o por el mero contacto de la mucosa vaginal con el semen.
Tras las relaciones sexuales, hay un ligero cambio en el pH vaginal. Entonces, es normal que la percepción de los aromas se modifique de forma momentánea.
4. Olor a sudor o terroso
Aunque es menos agradable, resultará normal casi siempre. Está asociado a la combinación de las secreciones de las glándulas sudoríparas con las bacterias vaginales y puede intensificarse en situaciones de estrés o por falta de higiene. La acumulación de sudor y suciedad en el pubis también puede causar un olor fuerte.
5. Olor químico, a amoníaco o productos de limpieza
Similar a la lejía, este aroma puede deberse a varias razones. La más común es la orina, ya que la urea presente en la orina está relacionada con el amoníaco. Pequeñas fugas de pueden acumularse en la ropa interior y producir este olor.
En algunas mujeres podría ser señal de incontinencia urinaria. Se trata de una pérdida involuntaria de orina que oscila entre pequeñas fugas y pérdidas grandes con gran afectación de la calidad de vida. Si este es el caso, es recomendable consultar con un especialista para abordar la situación.
Las causas de la incontinencia son variadas:
- Debilitamiento de los músculos de soporte de la pelvis por embarazo o menopausia.
- Enfermedades neurológicas, como la esclerosis múltiple o el párkinson.
- Exceso de peso que aumenta la presión sobre la vejiga.
Los casos leves mejoran con un manejo conservador que consiste en reducir los kilogramos de más y practicar ejercicios de Kegel. En casos más severos se necesitarán medicamentos o cirugía.
La otra condición capaz de causar olor vaginal a amoníaco es la vaginosis bacteriana. Se trata de una infección causada por un desequilibrio en las bacterias que normalmente viven en la vagina.
Además del olor, hay flujo color blanco o grisáceo e irritación. El tratamiento requiere antibióticos, que suelen prescribirse en forma de óvulos o cremas.
6. Olor dulce o similar a la cerveza
El olor dulzón en la vagina puede señalar un crecimiento excesivo de levaduras u hongos, como la Candida albicans, que provoca candidiasis vaginal. Además del aroma similar a la miel o a las galletas, puede haber flujo blanco y espeso, como el requesón, junto con picazón intensa en la vulva y sensación de ardor.
Factores como los cambios hormonales, el uso de anticonceptivos o los antibióticos pueden favorecer este sobrecrecimiento. El tratamiento incluye medicamentos antimicóticos en crema, supositorios o en tabletas orales.
7. Olor a pescado podrido
Este aroma es muy característico y se debe siempre a la presencia de una infección vaginal. De hecho, el olor a pescado es uno de los síntomas clínicos para diagnosticar la tricomoniasis.
La tricomoniasis es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por el protozoo Trichomonas vaginalis. El flujo vaginal se presenta espeso, verde o amarillento, y con una textura espumosa. También hay picazón, enrojecimiento e irritación en la vulva.
El tratamiento de elección es el metronidazol o el tinidazol, que se administran en forma de tabletas orales y óvulos. Es importante que, al mismo tiempo, reciban la misma medicación todas las parejas sexuales.
En menor medida, el olor vaginal a pescado se puede asociar a otra ITS: la gonorrea. Es causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. En este caso, el flujo vaginal es amarillo o verde y puede ser más abundante que lo normal. Para el tratamiento se usan antibióticos: una dosis de ceftriaxona administrada por vía intramuscular y una dosis oral de azitromicina.
8. Olor a descomposición
Es difícil describir este aroma, pero quienes lo perciben lo pueden notar de inmediato. Deberías imaginar como un resto de comida que encuentras pudriéndose en tu nevera.
Y es que el origen suele ser, justamente, un objeto olvidado en la vagina. Por ejemplo, tampones que se dejan por días o hasta semanas dentro de la cavidad vaginal.
Es una situación más frecuente de lo que podría imaginarse, pero riesgosa. Mientras más tiempo está el tampón, aumenta la posibilidad de padecer síndrome de shock tóxico.
Es una condición potencialmente grave, causada por la liberación de toxinas producidas por bacterias, principalmente Staphylococcus aureus. En menor medida, Streptococcus pyogenes.
Los síntomas son los siguientes:
- Erupción cutánea: similar a una quemadura de sol.
- Hipotensión o presión arterial baja.
- Dolor muscular generalizado.
- Confusión o desorientación.
- Fiebre alta: de 39 °C o más.
Se puede requerir hospitalización en una unidad de cuidados intensivos para una vigilancia y tratamiento más cuidadoso. Allí se administran antibióticos endovenosos y soporte para estabilizar la presión arterial.
9. Olor desagradable
Aunque de rara presentación, el cáncer de cuello de útero puede expresarse con un flujo maloliente. Esto se debe a las lesiones que se desarrollan en el interior del cuerpo en estadios un tanto avanzados.
La principal causa del cáncer cervical es la infección persistente por ciertos tipos de virus del papiloma humano. El diagnóstico temprano se logra con la prueba de Papanicolaou y con las más recientes pruebas de VPH.
El olor desagradable también podría producirse por un cáncer de vulva. En todo caso, serán situaciones graves que requerirán un abordaje multidisciplinario y un tratamiento en distintas etapas, valorando la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia.
Finalmente, el olor a materia fecal que sale de la vagina suele deberse a la presencia de una fístula rectovaginal. Se trata de una conexión anormal entre el recto y la vagina, que permite que el contenido intestinal pase a través de esta apertura.
Las causas para esta conexión anómala son varias. Puede ser una consecuencia de un parto complicado, de una cirugía pélvica o de infecciones severas en la pelvis.
La reparación quirúrgica es generalmente necesaria para cerrar la fístula. Así se restaura la separación normal entre el recto y la vagina.
¿Existen remedios para los olores vaginales?
Más allá de los tratamientos puntuales para una causa diagnosticada, a veces, con sencillos remedios naturales para el mal olor vaginal es posible revertir el problema. Por supuesto, siempre y cuando no se trate de una infección y estemos ante una causa benigna.
Algunas opciones son las siguientes:
- Usar bicarbonato de sodio: un baño de asiento con esta sustancia puede aliviar irritaciones.
- Tomar probióticos: especialmente, los que contienen lactobacilos, que pueden ayudar a mantener el equilibrio de la flora vaginal y restaurar las alteraciones.
- Suspender las duchas vaginales: aunque algunas personas las usan para tratar olores, estas prácticas pueden alterar la flora vaginal y empeorar los problemas.
- Aplicar vinagre de manzana: bien diluido, el vinagre de manzana en agua se puede usar como un enjuague externo. No debe emplearse dentro de la vagina, ya que irrita las mucosas.
¿Se pueden prevenir los olores vaginales?
Para prevenirlos, puedes seguir estos consejos en tu vida diaria:
- Lavar el área genital externamente con agua tibia y un jabón suave y sin fragancia. Evitar las duchas vaginales.
- Usar ropa interior de algodón transpirable que permita la ventilación y reduzca la acumulación de humedad.
- Beber suficiente agua y consumir una dieta equilibrada, rica en probióticos y prebióticos.
- Cambiar con frecuencia los productos menstruales, como los tampones y las compresas.
- Evitar el uso excesivo de productos perfumados o desodorantes en la zona íntima.
Tu vagina tiene olor y ahora puedes identificarlo
Una vagina saludable no huele a flores. El olor vaginal depende de cada mujer y se modifica por diversos factores.
El aroma metálico, agrio —como el yogur—, un poco dulce o a sudor no será motivo de preocupación. Tampoco requerirá un tratamiento médico específico. Solo deberías hacer algunos cambios en tu higiene íntima.
Sin embargo, en caso de que se asocien otros síntomas, como picazón, irritación de la vulva, enrojecimiento, flujo anormal, dolor al tener relaciones sexuales y ardor al orinar, se deberá acudir al ginecólogo para hacer una evaluación. La clave está en el conocimiento de tu propio cuerpo.
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