Tolerancia, dependencia y adicción a los medicamentos, ¿por qué ocurre?

La tolerancia, la dependencia y la adicción a los medicamentos son fenómenos cada vez más frecuentes. Aunque muchas veces van ligados, no significan lo mismo. Te explicamos sus diferencias.

Revisado y aprobado por la farmacéutica Franciele Rohor de Souza.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

Los medicamentos son sustancias que se emplean y recetan para tratar afecciones. Existen tipos diferentes, ya que pueden cumplir numerosos fines y ejercer mecanismos de acción variables.

El problema es que todos ellos se asocian a una serie de efectos adversos. A día de hoy, los términos “tolerancia”‘, “dependencia” y “adicción” son cada vez más usados y la preocupación acerca de estos fenómenos crece.

Sin embargo, es fundamental conocer la diferencia entre todos esos fenómenos. Si bien es cierto que, muchas veces, van de la mano, la repercusión es distinta en cada uno. Lo mismo sucede con su tratamiento. 

¿Qué es la tolerancia a los medicamentos?

La tolerancia a los medicamentos se define como la disminución de la sensibilidad a un fármaco tras haberlo administrado de forma continuada. Es decir, consiste en que con una misma dosis, el fármaco produce cada vez menos efectos.

Según explica el Manual Merck, la tolerancia se desarrolla por dos fenómenos. El primero es que se acelera el metabolismo del fármaco. Es decir, se degrada cada vez más rápido en el organismo, por lo que su efecto se reduce.

El segundo fenómeno es que disminuye tanto la fuerza de la unión como el número de uniones del fármaco a su respectivo receptor. Cada medicamento necesita unirse a uno concreto en las células para poder ejercer su efecto.

La tolerancia a los medicamentos es un fenómeno muy frecuente. Parece ser que la genética interviene en su desarrollo. No es necesario que una persona esté expuesta de manera muy prolongada. De hecho, hay medicamentos capaces de desarrollar tolerancia tras pocas administraciones.

Cuando aparece tolerancia suele ser necesario modificar la dosis de los medicamentos para conseguir el efecto deseado. También se puede sustituir por otro diferente. Este fenómeno supone un problema.

Las personas con dolor crónico suelen estar perjudicadas por la tolerancia a los analgésicos. También ocurre en algunas enfermedades relacionadas con la salud mental o el sistema inmune.

¿Cómo ocurre la dependencia a los medicamentos?

La dependencia a los medicamentos es un fenómeno diferente a la tolerancia y a la adicción. En algunos casos, todos van de manera conjunta. Es frecuente que se necesiten tomar dosis cada vez más altas en un intento por conseguir el efecto que se desea.

Según la página de InfoDrogas.org, basada en la clasificación internacional de enfermedades, la dependencia se define por lo siguiente:

• El deseo intenso de consumir una sustancia.
• Disminución de la capacidad para controlar el consumo.
• Síntomas de síndrome de abstinencia.
• Tolerancia.
• Abandono progresivo de otras fuentes de placer. Se necesita más tiempo para obtener o ingerir la sustancia, además de recuperarse de sus efectos.
• Persistencia del consumo de la sustancia a pesar de las consecuencias.

El problema es que la dependencia a los medicamentos acaba con las fallas de funcionamiento del organismo cuando la sustancia no está presente. Por eso, cuando se reduce la dosis de forma repentina o se detiene el consumo es frecuente que aparezca abstinencia.

La abstinencia va a depender de cuál sea el medicamento. En algunos casos puede ser que los síntomas sean leves y pasajeros. Sin embargo, es habitual que aparezcan náuseas, vómitos, temblores y escalofríos.

El nerviosismo es uno de los principales efectos secundarios. Algunas personas llegan a experimentar convulsiones o episodios de psicosis. Cuando existe dependencia hay que recurrir a ciertas técnicas para reducir este problema.

Adicción a los medicamentos

La adicción a los medicamentos también se conoce como trastorno por uso de sustancias. Se considera una enfermedad. Según explica un artículo de la Clínica de Tratamiento de Adicciones Recal, la adicción a las benzodiacepinas o los opioides se ha convertido en un problema muy importante.

La adicción se define como la necesidad imperiosa de consumir una sustancia, a pesar del daño que produce. Por ejemplo, sin tener en cuenta la repercusión a nivel físico, laboral o social. Hace que toda la vida de quien sufre este trastorno gire en relación a dicho medicamento o sustancia.

Puede estar influida por numerosos factores. El principal es el tipo de fármaco. No obstante, la genética y los antecedentes propios o familiares de adicción son determinantes. También la personalidad y el estado mental. Parece que el mecanismo de desarrollo de adicción implica cambios en la actividad cerebral. El neurotransmisor más implicado es la dopamina, que forma parte del circuito de recompensa.

Tal y como explica un artículo realizado por el Instituto Bolena, el consumo de algunos medicamentos incrementa la concentración de dopamina en dicho circuito. Por eso aumenta la sensación de placer y se refuerza el deseo de seguir consumiendo.

¿Cómo se pueden evitar estos problemas?

Tanto la tolerancia, como la dependencia y la adicción a los medicamentos son problemas serios. Los médicos, a la hora de instaurar cualquier abordaje deben tener en cuenta la posibilidad de que aparezca alguno de estos fenómenos.

La tolerancia, en la mayoría de los casos, no se puede prevenir. Cuando aparece es fundamental ajustar la dosis o cambiar de fármaco. La dependencia y la adicción deben ser tratadas. Según explica un artículo de National Institute on Drug Abuse, el tratamiento dependerá de cuál sea el medicamento y de cómo sea la persona.

En general, se requieren programas de desintoxicación, un fuerte apoyo psicológico y terapia. En algunos casos, la dependencia y la adicción a los medicamentos requieren el uso de otros fármacos para paliar el síndrome de abstinencia o evitar las recaídas.

Cuando existe adicción a los opioides se receta metadona o naltrexona. Son fármacos que ayudan a disminuir el deseo de consumir la sustancia y alivian parte de los síntomas del síndrome de abstinencia.

En la actualidad se considera que la terapia más efectiva es la cognitivo-conductual. Busca modificar los hábitos nocivos del pensamiento y de la conducta que intensifican la necesidad de los medicamentos. También desarrolla estrategias de afrontamiento para evitar recaídas.

Cuándo hablar con un médico

Según afirman los especialistas de la Clínica Mayo, es fundamental buscar ayuda médica cuando se considere tener algún problema con los medicamentos. No hay que avergonzarse, ya que no es una cuestión solo personal, sino que está influida por muchos otros factores.

La dependencia y la adicción, en la mayoría de las ocasiones, impiden al propio paciente buscar ayuda. Es un círculo vicioso en el que el supuesto alivio o beneficio del consumo suele estar por encima de la noción del daño.

Por eso, cualquier persona cercana también debe contactar con un especialista cuando aparezcan sospechas de que puede haber tolerancia, dependencia o adicción. Hay que intentar poner fin al problema antes de que se convierta en algo grave.

Los medicamentos pueden ser peligrosos

A menudo tendemos a desestimar el efecto que pueden tener los medicamentos en el organismo. Sin embargo, es fundamental recordar que la tolerancia, la dependencia y la adicción son fenómenos cada vez más frecuentes.

Por ello, es esencial que tanto los pacientes como los profesionales de la salud sean conscientes de este hecho. Ante cualquier tratamiento, lo ideal es realizar un seguimiento y valorar el riesgo de que estos fenómenos sucedan.