El truco de los egipcios para dormir fresco en verano sin necesidad de aire acondicionado

Tener una buena noche de sueño es clave para comenzar un nuevo día con energía. Pero en verano, donde el calor aprieta, conciliar el sueño se vuelve una tarea casi titánica. Sobre todo, si no tienes aire acondicionado o ventilador, no los usas por motivos de salud o por el elevado costo en tu factura eléctrica.

Si te encuentras en alguno de esos escenarios, podrías probar el truco de los egipcios para dormir fresco en verano, que también es popular en Medio Oriente y zonas muy calurosas. Aunque no hay evidencia de su origen, se dice de forma popular que se remonta a las épocas en las que no había electricidad y los egipcios debían usar formas ingeniosas de refrescarse y combatir las altas temperaturas.

¿Cómo aplicar el truco egipcio para dormir?

Este método para dormir fresco es muy sencillo de hacer. Tan solo necesitas agua fría y un pulverizador o espray. Con ellos vas a humedecer la sábana de arriba, con tu cama hecha. Eso sí, quita el edredón o colcha, así como los cojines que utilices para decorar.

Otra variante es mojar la sábana encimera en agua fría y exprimirla muy bien, sin que gotee. De preferencia, utiliza el ciclo de centrifugado de la lavadora para exprimirla, ya que de allí saldrá humedecida y sin desprender agua. Luego, solo debes acostarte en tu cama y cubrirte con ella.

Es importante que evites mojar la sábana bajera, porque ella es la que está en contacto directo con el colchón. Si lo haces, podría pasar la humedad a él y hacer que este se deteriore, desarrolle malos olores o incluso moho.

¿Cuál es la ciencia detrás de este método?

El motivo por el que esta técnica puede ser eficaz para mantener el cuerpo fresco tiene una explicación científica y se llama enfriamiento por evaporación. El agua necesita calor para pasar de líquido —la humedad en tu sábana— a vapor. Y ese calor lo toma de tu cuerpo y el ambiente en tu habitación. Como señala el Dr. José Felices, cuando el agua se evapora, bajará unos grados la temperatura, ayudándote a dormir, incluso sin aire acondicionado.

Aparte del truco de los egipcios, el Dr. Felices también recomienda mojar tus muñecas con agua fría por 30 segundos, para enfriar la sangre que va por todo tu cuerpo. Así como humedecer unos calcetines y meterlos al congelador, para después anudarlos de forma suave en tus tobillos. Este consejo se parece a otro muy extendido de colocar compresas frías en las articulaciones (detrás de las rodillas, codos y tobillos) para enfriar el cuerpo al dormir.

Recuerda que durante el verano lo ideal es dormir con ropa ligera y transpirable, de tejidos como el lino o el algodón que no retienen el calor. Y no olvides refrescar también tu cabeza, esto lo puedes conseguir metiendo la funda de tu almohada al congelador por unos 20 minutos antes de acostarte. Con todos estos trucos, sobrellevarás mejor las calurosas noches de verano.