Las 7 urgencias médicas más comunes durante el verano

La llegada del verano trae consigo un aumento de las urgencias médicas. ¿Cuáles son las más frecuentes? ¡Descúbrelo!
Las 7 urgencias médicas más comunes durante el verano
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 30 junio, 2023

Las altas temperaturas, los cambios de rutina y las actividades al aire libre son factores asociados al aumento de las urgencias médicas durante el verano. Desde enfermedades causadas por el calor, pasando por lesiones deportivas y hasta infecciones, son varios los problemas que suelen afectar la salud en esta época.

Por fortuna, en la mayoría de los casos es posible reducir los riesgos con algunas medidas preventivas. A continuación, repasamos los 7 principales problemas médicos del verano y qué hacer para evitarlos. ¡Sigue la lectura!

Las urgencias médicas más comunes del verano y qué hacer

Para muchas personas, el verano es la época perfecta para salir de la rutina, disfrutar de actividades al aire libre y permitirse caprichos en lo que a alimentación se refiere. Sin embargo, son estos mismos cambios los que tienden a incrementar el riesgo de tener ciertas urgencias médicas.

Se estima que durante este periodo las consultas por emergencia pueden incrementarse entre un 20 % y un 50 %. Los problemas asociados a la deshidratación, las quemaduras cutáneas, ciertas infecciones y las afecciones gastrointestinales están a la orden del día. Veamos en detalle por qué ocurren y cómo enfrentarlas.

1. Enfermedades por el calor

El calor es uno de los principales detonantes de problemas médicos durante el verano. Las altas temperaturas perjudican la salud y pueden causar estados de deshidratación y golpes de calor.

A menudo, estos se manifiestan con mareos, piel seca, alteraciones del ritmo cardíaco, sensación excesiva de sed, dolores de cabeza y confusión. Asimismo, es posible presentar erupciones cutáneas, agotamiento excesivo y calambres.

¿Qué hacer para evitarlo?

El consumo abundante de agua y bebidas con electrolitos es una de las medidas más importantes para prevenir este tipo de enfermedades. Además, conviene usar vestimenta holgada y liviana, aplicarse protector solar y evitar estar al aire libre en las horas más calurosas, que suelen ser entre las 2 p. m. y las 4 p. m.



2. Infecciones vaginales y urinarias

Las altas temperaturas, la humedad y el uso de prendas como los shorts y los bikinis, suelen incrementar el riesgo de infecciones vaginales durante el verano. Las más frecuentes son las causadas por hongos y por bacterias. Estas se manifiestan con picor en la zona íntima, además de irritación y alteraciones del flujo vaginal.

Entre tanto, las infecciones urinarias son comunes en esta época debido a la deshidratación y a la sudoración. Asimismo, el clima cálido se reconoce como un factor de riesgo.

¿Qué hacer para evitarlo?

Asegurar una buena higiene íntima es clave para evitar estas infecciones. Se recomienda ropa íntima de algodón, que no sea demasiado ajustada. También hay que reducir el uso de pantalones o shorts muy ceñidos.

Tras utilizar prendas como los bikinis, hay que procurar cambiarse pronto. Mantener esta ropa húmeda por mucho tiempo facilita la proliferación de bacterias y hongos en la vagina.

Otras medidas que ayudan son las siguientes:

  • Orinar antes y después de la actividad sexual.
  • Ingerir agua, infusiones diuréticas y jugo de arándanos.
  • Evitar el uso de jabones y productos íntimos perfumados.
  • Limpiarse de adelante hacia atrás después de usar el baño.

3. Lesiones por natación y ahogamiento

La natación y las actividades en las piscinas cobran protagonismo a lo largo del verano. El inconveniente es que en torno a ello hay un constante riesgo de lesiones y de ahogamiento. Los golpes, los desgarros y las fracturas suelen ser motivos principales de consultas en emergencias.

Entre tanto, el ahogamiento es un riesgo potencial para los niños, quienes tienen más probabilidades de ahogarse en una piscina que en otro lugar. Incluso, es la segunda causa más común de muerte por lesiones no intencionales en niños de 1 a 4 años, por detrás de los accidentes automovilísticos.

¿Qué hacer para evitarlo?

Una de las medidas más importantes para evitar estos problemas es la supervisión por parte de los adultos. A menudo, los accidentes ocurren por descuidos. También se recomienda usar chaleco salvavidas, cercar las piscinas e inscribir a los niños en clases de natación.

4. Quemaduras

Tanto las quemaduras como la insolación son recurrentes durante el verano. Las primeras se manifiestan con enrojecimiento y ardor en la piel a distintos niveles; están causadas por la exposición prolongada al sol sin las debidas medidas preventivas; asimismo pueden ocurrir de manera accidental durante actividades como parrilladas, fogatas, entre otros. Según su grado, también producen ampollas.

¿Qué hacer para evitarlas?

Las quemaduras solares son relativamente fáciles de prevenir; basta con emplear un protector solar de amplio espectro (de 30 SPF o superior), además de accesorios como gorras, gafas solares y prendas que cubran gran parte del cuerpo. Esto mismo puede ayudar a evitar la insolación.

Es recomendable evitar la exposición al sol entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde. A su vez, se debe asegurar una óptima hidratación.

5. Intoxicaciones alimentarias y gastroenteritis

Las intoxicaciones alimentarias y la gastroenteritis son urgencias médicas que suelen aumentar durante el verano. La razón es que las altas temperaturas, al igual que las condiciones húmedas, crean un ambiente propicio para que las bacterias, los hongos y los parásitos se multipliquen con más facilidad en los alimentos. El consumo excesivo de alcohol también supone un factor de riesgo.

¿Qué hacer para evitarlas?

La medida más importante para evitar este tipo de afecciones es vigilar la higiene, tanto propia como de los alimentos. Es primordial lavarse bien las manos antes de manipular cualquier comida; además, hay que lavar bien las frutas y verduras, y asegurar una óptima cocción de las carnes.

Otras sugerencias son las siguientes:

  • Consumir los alimentos en el menor tiempo posible después de cocinarlos. Hay que evitar dejarlos por mucho tiempo a temperatura ambiente.
  • En caso de guardar sobras, estas deben permanecer en el refrigerador, a 5 °C como máximo.
  • Tener cuidado con preparaciones que contengan huevo, carnes, pescados, mariscos, entre otros alimentos que tienden a contaminarse con más facilidad. Hay que asegurarse que estén en buenas condiciones y bien cocinados antes de ingerirlos.
  • Evitar el contacto entre alimentos crudos y cocidos.

6. Irritación cutánea y picaduras

La exposición al aire libre incrementa el riesgo de sufrir erupciones cutáneas y picaduras por insectos. En urgencias médicas suelen reportarse irritaciones por el contacto con plantas silvestres como el roble y la hiedra venenosa; asimismo, pueden ser producto de una alergia al sol y de picaduras.

Su síntoma más característico es un abultamiento o hinchazón que sobresale de la piel. Además, provoca enrojecimiento, sensación de calor en la zona y comezón.

¿Qué hacer para evitarlas?

En primer lugar, conviene utilizar prendas que protejan la piel del contacto directo con agentes que puedan irritarla. El uso de repelente contra los insectos es otra medida útil. Si ya se presentó la irritación, hay que evitar rascar la zona porque esta acción tiende a empeorar los síntomas.

7. Lesiones deportivas

Las lesiones derivadas de la práctica deportiva son bastante frecuentes durante la época estival. Esto se debe, muchas veces, a que las personas se inician en los deportes sin un acondicionamiento previo. También pueden ser producto de traumatismos por caídas y movimientos bruscos.

Los dolores articulares, las tendinitis, las lesiones osteomusculares y las fracturas son motivos frecuentes de visitas en urgencias.

¿Qué hacer para evitarlas?

Los ejercicios de calentamiento antes de iniciar la actividad física son determinantes. Además, hay que adaptar el deporte al estado físico. Se deben evitar actividades demasiado extenuantes si no hay una preparación previa.

Buscar entornos seguros para la práctica de los deportes también es un aspecto para tener en cuenta. Lo mismo ocurre con el uso de un calzado apropiado.



Prevenir es la clave contra las urgencias médicas en verano

La mayoría de las urgencias médicas durante el verano se pueden evitar tomando algunas precauciones. Es fundamental tener en cuenta que tanto el clima como los entornos que se suelen visitar en esta época pueden influir en el estado de salud.

De ahí la importancia de protegerse del sol, hidratarse, cuidar la higiene alimentaria y buscar seguridad en los ambientes en los que se pasa el tiempo libre. 

Los servicios médicos y de urgencias suelen colapsar en esta temporada. Por eso, hay que actuar desde la prevención.


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