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El uso precoz de la tecnología: mi hijo es adicto a la tablet

6 minutos
En el caso de los niños digitales, la línea entre la dependencia y el uso normal de las tecnologías es muy delgada. Por eso, ¿cómo puedes saber si tu hijo es adicto a la tablet?
El uso precoz de la tecnología: mi hijo es adicto a la tablet
Bernardo Peña

Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña

Escrito por Bernardo Peña
Última actualización: 31 mayo, 2023

Desafortunadamente, hoy en día es muy común escuchar frases como mi hijo es adicto a la tablet; a mi hijo le encanta la tecnología; mi hijo no puede vivir sin su aparato”, entre otras. Sin duda, esto viene a evidenciar que el uso precoz de la tecnología tiene sus consecuencias.

La tecnología nunca ha estado tan a la mano de todos (incluso de los bebés) como en la actualidad. El diseño intuitivo de los dispositivos electrónicos, así como la cantidad de actividades que se pueden realizar en ellos ayuda a reforzar el deseo de los pequeños por utilizarlos constantemente.

No se trata de prohibirles a los niños el uso de dispositivos electrónicos, ni mucho menos. Se trata de enseñarles a hacer un buen uso de ellos, corregirlos cada vez que haga falta y darles las herramientas necesarias para que su bienestar no dependa de ellos.

No hay que dejar que los más pequeños se conviertan en esclavos de la tecnología. Hay que tener claro que la persona es la que debe usar al objeto y no al revés.

¿Qué es la adicción a la tecnología?

De acuerdo con la información presentada en este artículo publicado en la Revista Digital de Medicina Psicosomática y Psicoterapia, una adicción es un problema que se caracteriza por la pérdida de control sobre una conducta que da origen a la aparición de diversas secuelas; incluso, se dificulta la resistencia ante el impulso de realizar una acción determinada.

Cuando un hijo es adicto a la tablet, quiere decir que invierte demasiado tiempo en el uso de este dispositivo y que tal acción ha logrado interferir en varios aspectos de su vida, como la convivencia familiar, por ejemplo. Asimismo, implica una pérdida de control de la situación. Es una forma de dependencia.

Por tanto, obedece a tres parámetros:

  • Tolerancia: cada vez necesita más tiempo de uso para conseguir la misma estimulación.
  • Dependencia: gran parte de su vida gira en torno a los reforzadores que le provee la tablet.
  • Abstinencia: cuando no está con la tablet o el móvil tiene fuertes impulsos por conseguir dicha estimulación.
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La tecnología nunca reemplazará el calor humano, así que no la utilices a modo de niñera personal con tus hijos.

«Cualquier tipo de adicción supone, en definitiva, un atentado contra la libertad, es decir, un claro problema de dependencia».

–Katty Leonela Jaramillo Ospina–

Mi hijo es adicto a la tablet: posibles factores de riesgo

De acuerdo con especialistas, la adicción a las nuevas tecnologías no es un proceso sencillo que se resuma en quedar enganchado las 24 horas a los aparatos. En realidad, un hijo es adicto a la tablet debido a la combinación gradual de múltiples factores.

1. Bioquímica

Hay quienes consideran que hay factores bioquímicos que pueden llegar a incidir en el desarrollo de adicciones. Por ejemplo, quienes tienen problemas en los neurotransmisores pueden ser vulnerables a ser dependientes de la tecnología.

Descubre: ¿Existen personalidades adictivas?

2. Entorno familiar

El entorno familiar es uno de los factores que más influye en el desarrollo de adicciones. Si los padres no se preocupan por enseñar a sus hijos a hacer un uso adecuado de la tecnología o bien, delegan la responsabilidad de entretenerlos en ellos la mayor parte del tiempo, puede que los niños desarrollen dependencia por la tecnología. Al recibir poca atención, buscan satisfacción en los aparatos.

4. Trastornos mentales

En ocasiones, un hijo es adicto a la tablet debido un trastorno depresivo mayor, fobia social, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), entre otros. Cabe destacar que en este tipo de casos, hay que poner en práctica ciertas medidas en coordinación con un profesional.

5. Traumas

Los traumas ocurridos durante la niñez pueden ser un escalón más hacia dependencia tecnológica. Algunas de las experiencias que pueden calificarse como traumas son la pérdida de un ser querido, el acoso o fracaso escolar, los abusos físicos (sexuales o no), entre otros.

Lee también: Acoso escolar: cómo detectarlo a tiempo

Señales de adicción tecnológica

¿Cómo puedes saber si realmente un hijo es adicto a la tablet? De acuerdo con el artículo Adicción a las nuevas tecnologías y a las redes sociales en jóvenes: un nuevo reto, existen ciertas señales de alarma:

  • Duerme poco o sus patrones de sueño se alteran. Por ejemplo, duerme menos de cinco horas al día o no se acuesta hasta la madrugada y se levanta tarde.
  • Descuida actividades importantes. Entre ellas están las relacionadas con la familia, la escuela o el cuidado de su salud.
  • No puede limitar el tiempo de conexión.
  • Miente sobre el tiempo que pasa usando los dispositivos electrónicos.
  • Se siente irritado cuando no tiene acceso a internet.
  • Se aísla y baja su rendimiento escolar.
  • Recibe quejas de amigos o familia respecto al tiempo que pasa frente al ordenador, móvil o tablet.

¿Qué puedes hacer si tu hijo es adicto a la tablet?

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Los niños son curiosos. Si sabemos dirigir su interés y usar las herramientas adecuadas, potenciaremos su inteligencia.

La relación entre el hijo y las nuevas tecnologías debe trabajarse para que vuelva a ser saludable y positiva. Estas son algunas recomendaciones:

  • Introducir los dispositivos a sus vidas de forma gradual y siempre bajo cierta supervisión.
  • Establecer reglas sobre el uso de dispositivos electrónicos.
  • Ubicar el aparato en un espacio común para evitar el aislamiento.
  • Fomentar y apoyar aficiones y actividades de ocio (individuales o en equipo), como la lectura, el deporte, la música…

Adicción a los dispositivos en pandemia

El problema de adicción a la tablet y en general el tiempo de las pantallas en casa, creció exponencialmente durante la pandemia. Así lo confirman los estudios, levantando las alarmas de los padres y maestros. A pesar de estar más en casa, los padres no han contado con todo el tiempo suficiente para atender a los niños y que estos no tengan que recurrir a los dispositivos electrónicos.

Todo ha sucedido demasiado rápido, de modo que las estrategias de contención han debido surgir en medio de condiciones adversas y sobre la marcha. El trabajo en línea, la educación, los cuidados del hogar, hacen que los padres dispongan de menos tiempo y ameriten formas de organización inéditas.

Los niños terminan prácticamente arrojados a los brazos de las tablets siendo afectados por la pobreza de aprendizajes y, en general sometidos a altas dosis de la estimulación de la que estas herramientas son capaces.

Por ejemplo, la lectura tipo zapping que propician las redes tiende al empobrecimiento de la memoria. Además, dificulta la capacidad de síntesis, la interioridad, la concentración y en definitiva, el rendimiento de los niños.

Si bien estos preferirán las pantallas, los padres somos responsables del uso que hagan de ellas. Las recomendaciones van por la línea de conectar con contenidos educativos, generar ideas divertidas en casa, mantener la actividad física, construir horarios y anunciar las actividades del día siguiente.

«En situaciones difíciles es habitual permitir a los niños saltarse los límites o intentar compensar el malestar con concesiones o bienes materiales. Por ejemplo, será muy frecuente durante el aislamiento excederse en el tiempo de pantallas, en especial en adolescentes. Debemos intentar seguir estableciendo límites, con cariño y coherencia».

Consulta con un experto si crees que tu hijo es adicto a la tablet

En definitiva, aplicar las recomendaciones anteriores en el día a día será de gran ayuda. Sin embargo, si observas que aun así tu hijo es adicto a la tablet, es importante que busques ayuda profesional.

Una vez que acudas a la consulta de un psicólogo, podrás entender mejor el problema y cuáles son las necesidades que deben atenderse para darle solución, así como para remediar la situación y salir adelante con buen pie.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.