Victimismo crónico: personas que se lamentan continuamente

El victimismo crónico hace que una persona tenga una visión distorsionada de la realidad y que siempre exista un culpable de su malestar que no es ella. Veamos más sobre esto a continuación y si es posible superarlo para establecer relaciones más sanas.
Victimismo crónico: personas que se lamentan continuamente
Gilberto Adaulfo Sánchez Abreu

Revisado y aprobado por el médico Gilberto Adaulfo Sánchez Abreu.

Última actualización: 06 julio, 2023

En determinadas situaciones de nuestra vida, tanto consciente como inconscientemente, todos hemos adoptado el rol de víctima.  Esto no necesariamente es “malo” o inadecuado. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando esto se mantiene en el tiempo y se transforma en parte de nuestra personalidad? ¿Qué ocurre cuando nos quejamos continuamente? La respuesta es la siguiente: nos convertimos en personas que sufren de victimismo crónico.

Veamos a continuación qué es el victimismo crónico, sus características y otros aspectos para entenderlo mejor y animarnos a buscar la ayuda necesaria para superarlo. Sin más dilación, ¡vamos a ello!

Pesimismo y victimismo crónico: dos compañeros poco recomendables

El victimismo crónico es una forma de narcicismo negativo.
El victimismo crónico es una forma de narcicismo negativo.

Una persona victimista será una persona que se siente infeliz y por ello mismo tiende a ser pesimista, verlo todo de manera oscura, creer que tan solo las cosas negativas le pasan a ella y que la mala suerte la persigue allá a donde vaya, e incluso puede que crea que el universo conspira en su contra para que sufra y no pueda ser feliz. El problema es que esto no es real. Como explica el Doctor Marcelo Ceberio “no se les ocurre pensar que, sencillamente, a las personas les suceden cosas más allá de la vida de ellas y que todo no se centra en ellas”.

El victimista crónico se quejará de todo ello continuamente porque tiene una visión distorsionada de su realidad. Además, el hecho de ser tan pesimista y creer que todo lo negativo le ocurre solamente a ella provoca que todo esto se convierta en una suerte de profecía autocumplida.

Todos hemos pasado por malos momentos y quizás estés ahora dudando de si tú también eres un victimista crónico o no. Para despejar la duda, ten en cuenta que el victimismo crónico es algo que se mantiene en el tiempo, es una actitud ante la vida. Es decir, el hecho de que tú pases por un periodo pesimista en un momento concreto de tu vida no te convierte en un victimista crónico.

Una pesimista y victimista crónico es aquel que se alimenta de emociones y de sentimientos negativos. Lo peor es que no solo culpa a los demás de sus desgracias, sino que adopta actitudes de desprecio, agresividad, intolerancia y violencia, entre muchas otras. Es tan infeliz que se hace daño y busca dañar a los demás de una u otra manera.

Características de una persona victimista

Si aún tienes dudas de si eres una persona victimista o de si alguien a tu alrededor está padeciendo de victimismo crónico, descuida, a continuación te presentaremos algunas de las características que mejor definen a este tipo de personas para que despejes tus dudas.

Nota: en caso de que consideres que puedas ser una persona victimista, te recomendamos que busques la ayuda de un psicólogo. El profesional te ayudará a trabajar los aspectos que debes mejorar para que puedas empezar a establecer relaciones más sanas tanto contigo mismo como con los demás.

1. Deforma la realidad

Mujer sintiéndose una víctima

Las personas con victimismo crónico creen que todo lo que les sucede es por culpa de otras personas. Con esto, nunca se hacen responsables de sus propios actos y cargan con toda culpa a los demás. El problema es que distorsionan la realidad a su favor y, en este caso, todo esto les hace sentir aún más desgraciados, ya que “no tienen el poder de cambiarlo”.

2. Se alimenta de sus lamentos

El lamento es el principal alimento de todo victimista crónico. Con sus quejas y sus lamentos logran llamar la atención de los demás, convirtiéndose así en el centro de todas las miradas, lo que les hace sentirse importantes.

Lo peor es que nunca piden ayuda ni intentan salir de una situación que no les agrada. Su actitud, simplemente, es lamentarse.

3. Su objetivo es buscar culpables, no asumir responsabilidades

Todo victimista busca culpables para cargarles con todos aquellos defectos de los que no quiere hacerse responsable. Creen que los demás siempre se mueven por intereses, que los utilizan y que son malas personas. No se dan cuenta de que ellos alimentan esto y de que, en realidad, les gusta. Además, son los mártires perfectos en cualquier situación.

4. Su autocrítica es nula

Llegados a este punto, está claro que todo victimista crónico es incapaz de hacerse una verdadera autocrítica. Ellos no conciben que exista nada reprochable o mejorable en ellos mismos. Lo malo, lo negativo, es fruto de los demás, de algo ajeno que no pueden controlar. Ellos tan solo son víctimas de algo que no pueden frenar.

Manipulación y chantaje emocional: otros aspectos a trabajar

Los diferentes roles en el chantaje emocional
En el chantaje emocional, una de las partes quiere que todo se haga a su manera. Siente una constante necesidad de controlar.

Las personas victimistas se convierten en grandes expertos para manipular situaciones y personas para lograr todo lo que se propongan. Ellos saben que el papel de víctima ablanda cualquier corazón y que eso es un punto a su favor.

Con esto, es importante que seamos conscientes de que una persona pesimista utilizará el chantaje emocional para lograr sentirse aún más víctima de una situación. Esta persona se regocija en el pesimismo, se alimenta del lamento y culpabiliza a los demás para sentirse especial.

Debemos aprender a identificar a estas personas y evitar que nos contagien de sus emociones negativas que, queramos o no, nos harán sentir mal. Por eso, conoces a alguien así y si tienes la opción de tomar distancia, ¡hazlo!

Como mencionamos anteriormente, si consideres que alguien a tu alrededor tiene este problema y deseas ayudarla, anímala a buscar ayuda profesional. 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.