15 zonas erógenas del hombre
Limitar el disfrute sexual del hombre a sus genitales puede generar una visión reduccionista de su sexualidad que acaba interfiriendo en su experiencia. Es importante reconocer que, al igual que en las mujeres, la adecuada estimulación de otras zonas erógenas, como el cuello, la espalda baja, los labios o los muslos internos, intensifica su placer y satisfacción.
Estas partes del cuerpo, caracterizadas por su alta cantidad de terminaciones nerviosas, son sensibles al tacto y tienden a generar una respuesta de excitación ante estímulos como besos, caricias, presiones, lamidas, succiones, vibraciones y otras técnicas.
Si bien la intensidad de estas sensaciones depende de características individuales como la actividad hormonal, la salud, el estado de ánimo, la conexión emocional y las preferencias, vale la pena explorarlas y reconocer cuáles funcionan para tu pareja. ¿Quieres llevar su placer a otro nivel? No pases por alto estas 15 zonas erógenas masculinas.
1. Oídos
Los oídos son una de las mejores zonas erógenas del hombre para iniciar el juego de seducción. En esta parte del cuerpo hay una concentración alta de fibras nerviosas que se activan con el tacto, la temperatura y el sonido.
Por eso, una combinación de susurros, gemidos, besos, lamidas suaves, caricias o masajes con una fuente de calor o frío se vuelven ideal para aprovechar su potencial en el placer. Si es de gusto de ambos, también puedes probar hablar sucio.
2. Labios
¡No vayas directo a los besos! Los hombres pueden experimentar múltiples sensaciones placenteras cuando reciben una estimulación distinta en sus labios. Intenta probar un ligero masaje con la yema de tus dedos, como si estuvieses dibujando el contorno. También, puedes dar toquecitos con la punta de la lengua o probar con un cubito de hielo.
3. Cuello
En ocasiones, durante los juegos previos, el cuello pasa desapercibido. Puede ser porque no se asocia con el placer, o porque se da más prioridad a otras zonas de mayor reconocimiento sexual.
¿Sabías que también es muy sensible al tacto y otros estímulos? Puedes probar con caricias suaves, pasando las uñas con cuidado, probando diferentes texturas (como plumas o seda), realizando masajes con aceites calientes y, por supuesto, besos.
4. Pecho
La sensibilidad de esta zona varía entre un individuo u otro. Algunos pueden no sentir demasiado estímulo, mientras que otros disfrutan múltiples sensaciones. La parte de sus pezones, al igual que en la mujer, tienen terminaciones nerviosas que favorecen la excitación.
Ligeros pellizcos, besos, succiones y mordidas suaves o caricias son algunas maneras de explorar esta zona. No obstante, asegúrate de considerar los gustos de tu pareja; observa si lo disfruta y pregúntale qué prefiere.
5. Abdominales bajos
Esa área entre el ombligo y la pelvis es perfecta para incrementar el goce en el hombre. Por su alto contenido de fibras nerviosas es muy receptiva al tacto. Además, la proximidad que tiene con los genitales influye en que sea un punto clave para aumentar el deseo.
Comienza con un ligero masaje con las yemas de los dedos, realizando movimientos circulares o lineales sobre la piel. Pasa a la estimulación oral con besos y lamidas muy ligeras; asegúrate de bajar lo suficiente (pero sin llegar a su miembro) para aumentar la excitación.
6. Muslos internos
Puedes tocar esta parte del cuerpo para ponerlo de buen humor, cuando aún tiene la ropa puesta. Si ya están en acción, unas caricias sensuales o lamidas suaves harán que su excitación se eleve a otro nivel. Como ocurre con los abdominales bajos, es una zona próxima a su miembro, que puedes utilizar para generar deseo.
7. Perineo
Ubicado entre el escroto y la abertura anal, el perineo es una de las zonas erógenas del hombre más infravaloradas. Los tabúes han generado un sentimiento de vergüenza e incomodidad que explican por qué muchos prefieren no explorarla.
Lo cierto es que es una zona de mucha sensibilidad, pues cuenta con muchas conexiones nerviosas que se conectan con otras zonas, como los genitales y la zona pélvica. Su estimulación oral o táctil genera sensaciones muy placenteras que, de hecho, pueden inducir al orgasmo.
8. Punto G masculino
Como muchos aspectos de la sexualidad masculina, el punto G, también llamado punto P, sigue generando debate. Aunque muchos aún temen explorarlo, es una práctica cada vez más aceptada. Se trata concretamente de la estimulación de la próstata, una glándula ubicada detrás de los testículos, a pocos centímetros de la entrada del ano.
Al estar repleta de receptores sensoriales, estimular esta zona induce a una excitación intensa. Como sea, es importante hacerlo con cuidado, utilizando abundante lubricante para evitar molestias. Se recomienda iniciar con un dedo y movimientos suaves, priorizando la comodidad y límites de la pareja.
Para saber más lee Cómo estimular el punto G en el hombre
9. Espalda
La espalda es una zona potencialmente erógena para muchas personas. En cada hombre puede causar diferentes grados de sensibilidad, según la parte estimulada, la técnica, la intensidad del tacto y el contexto. A menudo, la parte inferior es la favorita para aumentar el deseo sexual.
Unas suaves caricias o una ligera presión con las manos puede reducir la tensión muscular, aumentar la relajación y, por supuesto, derivar sensaciones placenteras. Algunos más atrevidos prefieren suaves arañazos con las uñas o pellizcos.
10. Cuero cabelludo
No todos los hombres experimentan placer con la estimulación del cuero cabelludo, pero es una zona erógena que puedes explorar. La gran cantidad de nervios presentes hacen que los movimientos suaves o firmes generen placer en algunos.
Además, acariciar el cabello es relajante y puede ser considerando un acto de cariño que incrementa la cercanía y la intimidad con la pareja.
11. Glúteos y cadera
Los hombres también disfrutan de múltiples sensaciones cuando se les brinda estimulación en los glúteos y las caderas. Y es que esta región tiene múltiples receptores nerviosos que son sensibles al tacto, las temperaturas y la presión.
Al encontrarse cerca de la región lumbar, los muslos y los genitales cuando se tocan intensifican el placer. Puedes darle caricias suaves, besos, nalgadas, pellizcos o ligeros azotes. Cualquier juego es válido, si él está de acuerdo.
12. Pies
Los pies están repletos de fibras sensitivas que pueden inducir a la relajación y al placer con una adecuada estimulación. ¿Qué tal si los aprovechas para los preliminares? Cuando él regrese del trabajo, retírale los zapatos, toma un poco de aceite (si es caliente, mucho mejor) y bríndale un suave masaje desde los tobillos hacia la planta y los dedos.
13. Pene
Si bien la idea es que no centres la estimulación del hombre en su miembro, no podemos dejarlo de lado, si hablamos de zonas erógenas. Es la parte más sensible, que responde en simultáneo a los estímulos en otras partes del cuerpo.
Ten en cuenta que no solo es una parte, sino cuatro las que puedes explorar. La experiencia difiere en cada hombre, pero cada área suele responder mejor a determinados estímulos. Veamos.:
- La cabeza (glande) responde mejor a la fricción, a la succión y al calor.
- El eje, en especial el lado inferior, reacciona ante la caricia y la fricción.
- El rafe, que se encuentra justo debajo de la cabeza en la parte inferior, es bastante sensible al estímulo con la punta de la lengua.
- La base es la parte menos sensible del pene, por lo que se necesita un poco de presión en lugar de golpes ligeros.
Eso sí, debes ser firme al estimular, pero también hacerlo con suavidad, para evitar que haya alguna lesión en el pene.
14. Escroto
Algunas mujeres tienen la idea errónea de que los testículos son una gran fuente de placer para los hombres. Sin embargo, en realidad es la piel que los envuelve, llamada escroto, la que genera sensibilidad y excitación.
Los testículos en sí son órganos internos y pueden generar dolor cuando se estimulan de forma directa. Eso significa que es crucial explorar esta zona con cuidado, con movimientos lentos y suaves. Para mayor placer, ve a lo largo de la línea que corre por el centro.
15. Brazos
Los brazos, en especial su parte interior, puede ser una zona erógena para muchos hombres, aunque no para todos. Puedes intentar varios tipos de estímulos para determinar si es una área sensible para tu pareja:
- Haz pequeños movimientos circulares y lineales a lo largo de los brazos con las yemas de los dedos.
- Prueba ligeros y delicados pellizcos.
- Realiza un suave masaje relajante con la ayuda de un aceite caliente. Esta opción es ideal para aumentar la sensibilidad y preparar el cuerpo para la excitación.
La experiencia de cada hombre es única…
La sexualidad masculina es un mundo de posibilidades infinitas, y su disfrute no depende solo de la estimulación de estas zonas erógenas, sino de la combinación de una serie de factores individuales, que van desde el nivel de sensibilidad hasta las experiencias pasadas, las preferencias, las expectativas y las fantasías.
Incluso, otras cuestiones como el estado de ánimo y la confianza en sí mismo y hacia la pareja también influyen en su percepción del placer. En este sentido, es fundamental que te asegures de tener una comunicación íntima abierta y honesta. No temas en preguntarle sobre sus gustos y preferencias, y asegúrate de crear un ambiente sin prejuicios en el que él se sienta cómodo y abierto a disfrutar.
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