10 toxinas que les hacen daño a nuestros niños
Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli
Las sustancias tóxicas están presentes en todas partes. Ni los niños escapan a su perniciosa influencia. Entre esos agentes nocivos podemos enumerar la contaminación, los pesticidas, algunos alimentos, productos de limpieza y medicamentos. Incluso, algunas vacunas exponen a sustancias químicas que, a largo plazo, podrían terminar afectando su salud. Por eso, a continuación, hablamos sobre 10 toxinas que les hacen daño a nuestros niños.
¿Cómo proteger a los niños ante las sustancias tóxicas?
En el mundo actual es casi imposible evitar que el organismo entre en contacto con toxinas que están por todos lados. De ahí la importancia de corregir ciertos hábitos. Esta es la forma en la que podemos influir para que esto no suceda. De hecho, podemos tomar parte activa, por ejemplo, en los alimentos que permitimos que consuman nuestros hijos, así como en los gustos que contribuimos a crear en ellos, puesto que estos también se educan.
El problema de la exposición a las toxinas va en aumento. Es cierto que la medicina continúa haciendo avances y encontrando antídotos para los problemas de salud que estas causan. Pese a ello, cada vez son más los niños que enferman como consecuencia de la exposición a sustancias tóxicas.
Aunque muchos todavía lo ignoren, estas sustancias indeseables pueden causarles desde simples alergias hasta cáncer. Numerosas investigaciones han permitido concluir que los infantes pueden sufrir, además, dificultades de aprendizaje, de desarrollo o problemas de comportamiento, como autismo.
Asimismo, los problemas inmunológicos se cuentan entre los padecimientos crónicos asociados a la exposición de nuestro organismo a su influencia.
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Principales toxinas que les hacen daño a nuestros niños
1. Empastes de mercurio
El mercurio de estos rellenos puede ingresar lentamente en el organismo de los niños hasta llegarles a causar daño neurológico, como señala este trabajo llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Valencia.
2. Tratamientos farmacológicos
En ocasiones, sin que seamos conscientes de ello, a los niños les recetan medicamentos tóxicos y, por tanto, potencialmente peligrosos. Entre estos se encuentran los que se utilizan para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Pertenecen a las anfetaminas, muy similares a la conocida droga callejera. Cada vez son más los niños a los que se les recetan estos antidepresivos.
3. Algunas vacunas
Hay personas que creen que algunas vacunas no son tan seguras como nos han hecho creer durante décadas, pero vale la pena investigar un poco acerca de los componentes que pueden tener estas. Así conoceremos los efectos secundarios que pueden tener sobre la salud de nuestros pequeños.
No obstante, a pesar de sus posibles efectos secundarios, debemos tener en cuenta que las vacunas son necesarias. La salud de los niños depende de ellas en muchos casos.
4. Alimentos procesados y comida rápida con toxinas que les hacen daño
La comida y rápida y los alimentos procesados suelen ser los favoritos de los niños. Y, a veces, para complacerlos, les compramos este tipo de comida nada saludable.
Más allá de su atractivo olor y sabor, se ha comprobado que contienen una alta cantidad de toxinas que aumentan el riesgo de padecer cáncer. No en balde, se les asocia actualmente con la obesidad y otras enfermedades que van en detrimento de la calidad de vida.
Mención aparte merecen los refrescos y sodas, muy asociados a la comida rápida; a los niños les gusta mucho. No se preguntan si es una forma correcta de hidratar el cuerpo cuando sienten sed; simplemente les gusta y los beben.
Pero, lo cierto es que estas bebidas contienen, además de muchísimo azúcar, altas cantidades de ácido fosfórico. Esta sustancia afecta a los huesos y, en particular, a la salud de los dientes. De ahí la necesidad de explicarles los inconvenientes de tomar este tipo de bebidas. Inténtalo. Te sorprenderá lo receptivos que pueden llegar a ser.
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5. Glutamato monosódico, una de las toxinas que les hacen daño a los niños
El glutamato monosódico, más conocido como GMS (por sus siglas en inglés) es altamente tóxico. De ahí que debas poner especial cuidado en evitarlo. Está presente en infinidad de productos que consumimos: desde alimentos hasta productos de cuidado personal.
6. Productos de limpieza para el hogar
Paradójicamente, los limpiacristales, limpiahornos, detergentes y jabones, entre otros productos de limpieza, tienen componentes químicos que pueden ser peligrosos. La inhalación e ingesta de esas sustancias podría afectar seriamente la salud. Pon siempre mucho cuidado de no dejarlos al alcance de los niños.
Asimismo, es cierto que los productos químico para lavandería son muy útiles a la hora de lavar nuestra ropa. Mas es fundamental tomar conciencia de que también contienen componentes tóxicos que pueden afectar nuestra salud y la de nuestros hijos.
7. Champús y otros productos de cuidado personal
Lo más seguro es que nunca te hayas detenido a leer la etiqueta de los champús y otros productos de cuidado personal que compras habitualmente. Pero si investigas solo un poco, enseguida descubrirás lo tóxicos que pueden ser para nuestro cuerpo. Lo recomendable es reducir al máximo su uso y optar por opciones naturales.
8. Contaminación ambiental, otra de las toxinas que les hacen daño
Es prácticamente imposible no estar expuestos hoy en día a los altos niveles de contaminación ambiental. El humo de los vehículos, de las fábricas y del cigarrillo forman parte del aire que respiramos y que nos afectan la salud a diario. Luchar contra esto es mucho más difícil, aunque no imposible.
Reciclando y haciendo uso responsable de nuestros derechos cívicos, podemos hacer presión cuidadana para conseguir que se lleven a cabo políticas a favor de la conservación del medio ambiente.
En suma, sé proactivo en aquellas cosas en las que ahora sabes que puedes influir. Ojalá esta reflexión haya contribuido a la toma de conciencia acerca de lo necesarios que son esos pequeños gestos que podrían salvar tantas vidas, entre las que se encuentran las de nuestros pequeños.
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