11 alimentos que no deberías refrigerar
Revisado y aprobado por la fisioterapeuta Sofía Quintana Alonso
Hay algunas variedades de alimentos que no deberías refrigerar si lo que quieres es conservarlos en óptimas condiciones. Si bien el frigorífico está diseñado para prolongar la vida útil de muchos ingredientes, no siempre es la mejor opción de almacenamiento. ¿Por qué? Hay varios motivos.
Las condiciones de frío y humedad que caracterizan a este electrodoméstico pueden conducir a la alteración del sabor, la textura y las propiedades de ciertas frutas, vegetales y cereales. De ahí la importancia de saber cuáles son y cómo conservarlos de forma adecuada. ¡Descúbrelos!
1. Cebollas
Uno de los alimentos que no deberías refrigerar son las cebollas. Al introducirlas en la nevera, se endurecen, pierden humedad y pueden convertirse en un foco para el crecimiento de bacterias. Eso sin contar con que su sabor también suele resultar alterado.
La única excepción para optar por este tipo de almacenamiento es cuando se cortan y sobran partes. De ser así, hay que introducirlas en un recipiente hermético para prolongar su durabilidad y evitar que el olor contamine otros alimentos.
Según The National Onion Association (Asociación nacional de la cebolla) de Estados unidos, este alimento debe guardarse en un lugar fresco, seco y oscuro con mucho movimiento de aire. Sin buena ventilación suelen dañarse con más facilidad.
2. Tomates
Por regla general, los tomates frescos no deben introducirse en el refrigerador. Sin embargo, este es un error frecuente. El inconveniente es que la humedad y el frío rompen las paredes celulares de su pulpa, lo que hace que se ablande y se torne harinosa. Además, cambian el perfil de sabor.
Salvo que estén muy maduros, lo mejor es colocarlos en un ambiente fresco y seco, alejados de la luz solar directa. El periodo de consumo es de máximo una semana.
3. Patatas
La refrigeración altera los almidones de la patata, lo que provoca cambios tanto en su textura como en su sabor. Este alimento se conserva mejor en temperaturas de entre 43 y 50 °F (6 y 10 °C); es decir, un rango un poco más cálido que la que brinda el refrigerador.
Según una publicación en Healthline, los mejores lugares para conservarlas son las bodegas, los sótanos, los garajes y los cobertizos frescos. Estos sitios tienen las condiciones adecuadas para retrasar la formación de brotes en sus cáscaras.
Otro aspecto para considerar es que no toleran la luz solar directa. Guardarlas en un lugar oscuro evita que adquieran un aspecto verde e inhibe el desarrollo de solanina, una sustancia que en grandes cantidades puede causar náuseas, vómitos y diarrea.
4. Café
Hay varias razones por las que el café es uno de los alimentos que no deberías refrigerar. En primer lugar, porque es un alimento que absorbe con facilidad los olores de otros ingredientes; por otro lado, debido a que la condensación que se produce en la nevera afecta su sabor.
A través de Reviewed USA Today se recomienda guardar los granos de café en un recipiente hermético fuera del refrigerador. Lo mismo aplica para el café en polvo. Se puede refrigerar la bebida ya preparada para su consumo en frío.
5. Ajo
Las características del ajo son similares a las de la cebolla. Por eso, la mejor forma de conservarlos es en un lugar fresco, seco y oscuro. En estas condiciones, los bulbos pueden mantenerse en óptimo estado hasta por dos meses.
Caso contrario ocurre en el refrigerador. La humedad acelera su deterioro y puede alterar tanto su textura como su sabor.
6. Miel
La composición de la miel elimina la necesidad de guardarla en el refrigerador para su conservación. Contiene ácidos, azúcares y peróxido de hidrógeno, lo que mantiene su vida útil casi de manera indefinida.
Al refrigerarla, tiende a cristalizarse y espesarse. Si bien esto no afecta sus propiedades, es innecesario y puede dificultar su uso. En general, se recomienda guardarla en frascos de vidrio con tapas herméticas. Los recipientes de plástico o metal pueden oxidar el ingrediente.
7. Aguacates
Es frecuente adquirir aguacates verdes en el mercado. No obstante, un error común es introducirlos en el refrigerador. El frío impide que el fruto se acabe de madurar. Por eso, al menos que tengas intenciones de guardarlos por mucho tiempo, es mejor tenerlos a temperatura ambiente.
Una buena idea es colocarlos en un tazón sobre el mostrador o sobre la mesa. Si quieres acelerar su maduración, los puedes envolver en papel de periódico. También funciona ponerlos cerca a una fuente de calor.
8. Pan
De acuerdo con Healthline, refrigerar el pan casero o comercial puede prologar su vida útil de 3 a 5 días. ¿El inconveniente? Este tipo de almacenamiento puede afectar su sabor y su textura. Las bajas temperaturas hacen que su almidón se recristalice y pierda humedad.
Por lo tanto, lo idóneo es conservarlo a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco. Las bolsas de papel y los recipientes herméticos ayudan a mantener su frescura.
9. Chocolate
Si eres amante del chocolate, has de saber que es uno de los alimentos que deberías evitar refrigerar. En la nevera, la humedad tiende a causar alteraciones tanto en la textura como en el sabor de este alimento. Eso sin contar con que tiende a absorber los olores de otras comidas.
A menos que esté haciendo mucho calor afuera, es posible mantener este producto a temperatura ambiente. Eso sí, aléjalo de la luz directa del sol, de condiciones de humedad y de productos con olores fuertes.
10. Piña
Almacenar o no la piña en el refrigerador depende mucho de tus intenciones de consumo. Si lo que quieres es comerla pronto, lo más adecuado es dejarla a temperatura ambiente. Las bajas temperaturas impiden que se madure bien, lo que se ve reflejado tanto en el sabor como en la textura.
Ahora bien, si ya está madura y no quieres comerla al instante, puedes pelarla, cortarla en rodajas y guardarla en un recipiente hermético en la nevera. Así, durará entre 3 y 5 días en buen estado.
11. Cereales y pasta
Con los cereales y la pasta ocurre algo similar que con el pan. Al guardarlos en la nevera, las condiciones de frío y humedad alteran su sabor, su textura y sus propiedades. Por lo tanto, es preferible mantenerlos a temperatura ambiente, en lugares frescos y alejados de la luz solar directa.
Los alimentos que sí deberías refrigerar
Mientras que los alimentos mencionados anteriormente pueden sufrir alteraciones por las bajas temperaturas y la humedad del refrigerador, hay otros que se conservan mejor en estas condiciones. Por citar algunos ejemplos, tenemos las uvas, el kiwi, la lechuga, las espinacas y las acelgas.
Un truco para evitar que se deterioren pronto es secarlos con papel de cocina antes de meterlos en la nevera. El exceso de humedad puede acelerar su deterioro porque facilita el crecimiento de bacterias.
Otros alimentos que es mejor refrigerar son los siguientes:
- bayas,
- calabacín,
- zanahoria,
- repollo,
- champiñones,
- pimientos.
En cuanto a las carnes, los pescados, los mariscos y las aves, la conservación debe ser la congelación.
¿Qué debes recordar?
Contrario a lo que muchos piensan, el refrigerador no siempre es la mejor opción para conservar en óptimas condiciones los alimentos. Ciertas veces, la temperatura ambiente y los sitios secos y oscuros permiten prolongar la durabilidad de los ingredientes.
Por eso, la próxima vez que hagas tu lista de compra, identifica cuáles son esos alimentos que debes dejar por fuera del frigorífico. Limpia los espacios donde vas a almacenarlos y, si prefieres, apóyate con elementos como bolsas de papel, recipientes herméticos y canastos.
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