6 técnicas para estimular el clítoris
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
No existen técnicas universales para estimular el clítoris; cuando se trata de generar placer en esta zona, cada mujer tiene sus preferencias. Mientras que muchas desean que sea a través de sexo oral, con la lengua y los labios, otras disfrutan más las caricias con los dedos, el roce con los genitales de su pareja, o bien, masajes con vibradores y juguetes específicos.
Como sea, hay que tener en cuenta que se trata de un área bastante sensible, que si bien no tiene un papel directo en la reproducción, desempeña un papel clave en la excitación y el orgasmo. Dado que está poblado de terminaciones nerviosas, tiene la capacidad de producir respuestas sexuales mucho más intensas.
De ahí que aprender sobre su anatomía y funcionamiento se considere hoy por hoy un pilar para el placer femenino. Así pues, ya sea en solitario o en pareja, vale la pena explorar este órgano y descubrir qué tipos de estímulos le resultan mejores. A continuación, te damos las mejores recomendaciones.
1. Conocer la ubicación del clítoris
Hay muchas maneras de estimular el clítoris. Pero, antes que nada, es primordial saber dónde está ubicado. Su parte externa, también llamada glande, se localiza en la parte superior de la vulva, justo encima de la abertura vaginal y la uretra, cubierta por un pliegue de piel, conocido como capuchón del clítoris.
Sin embargo, esta porción es apenas una pequeña parte de esta compleja estructura. En realidad, su anatomía interna es más grande, y se extiende a lo largo de la pelvis. Está formado por una compleja red de tejido eréctil que, ante los estímulos sexuales, aumentan de tamaño. De manera similar al pene, estos tienen vasos sanguíneos que se llenan de sangre al aumentar la excitación sexual.
Estas características, sumadas a sus múltiples terminaciones nerviosas, lo convierten en la zona erógena más sensible. Es así como una adecuada estimulación detona una serie de reacciones placenteras que, para muchas, son la vía para alcanzar el orgasmo.
2. Movimientos suaves de lado
La primera técnica para estimular el clítoris es la más sencilla y la más recomendable para principiantes. Ya sea durante una masturbación en solitario o en pareja, consiste en utilizar un dedo para frotar con suavidad el costado del clítoris. La idea es masajearlo de manera indirecta, es decir, sin hacer contacto directo sobre el glande.
Empieza con una presión muy ligera, a ritmo suave. Luego, dirige el dedo sobre el capuchón del clítoris y realiza movimientos suaves y circulares. A medida que aumenta el nivel de excitación, puedes probar distintos niveles de presión, sin que esta llegue a generar fricción excesiva.
3. Tocar con varios dedos
Ahora, en lugar de usar un solo dedo, prueba masajear el área del clítoris con dos o más dedos. Incluso, puedes empezar colocando la mano sobre toda la zona de los labios. Desde allí, haz un «hueco» alrededor de ellos, rodeando la capucha del clítoris, sin presionar de manera directa.
Puedes pasar los dedos de un lado a otro, o bien, moverlos en círculo. Intenta también con suaves golpecitos con las yemas de los dedos, en la zona alrededor del glande. Prueba varios movimientos y ritmos para descubrir lo que te resulta más placentero. Procura empezar con caricias suaves, y ve aumentando la intensidad de acuerdo a las sensaciones que vas experimentando.
4. Introducir uno o varios dedos
A medida que la excitación sexual aumenta, la lubricación vaginal también. Y considerando que la anatomía del clítoris no se limita a la pequeña porción visible de la parte externa, no es mala idea continuar su estimulación introduciendo uno o varios dedos.
Una teoría reciente sugiere que lo que se conoce como punto G es, tal vez, parte de la estructura interna del clítoris. Si bien es un tema que se sigue investigando, lo cierto es que estimular esta zona intensifica el placer y facilita el clímax.
Así pues, sumadas a las técnicas anteriores, intenta localizar esta zona. Se estima que está a unos 2 o 3 centímetros dentro de la vagina, en la pared interior. Frótala con dos dedos, con el movimiento «ven aquí».
5. Succionar y estimular con la lengua
La masturbación está bastante bien para estimular el clítoris sola o con tu pareja; sin embargo, si de elevar el placer se trata, el sexo oral no debe quedar de lado. Una técnica sencilla, pero bastante excitante, es succionar con baja presión el área del clítoris y mantenerlo en la boca en intervalos cortos.
Luego, con la punta de la lengua, se le dan pequeños golpecitos o lamidas suaves. Al igual que con los dedos, la clave está en probar varias intensidades para saber cuál resulta más placentera. En todo caso, hay que tener sumo cuidado para no generar una succión brusca o mordidas. No hay que olvidar que la zona es muy sensible y este tipo de acciones pueden causar más dolor que placer.
Por supuesto, la succión se puede combinar con otras formas de sexo oral. Al masajear con la lengua de lado a lado, de arriba a abajo, solo con la punta de la lengua o a suaves toques, siempre considera las preferencias de tu pareja.
5. Estimulación con los genitales
Si las cosas en la cama han subido de tono, puedes incrementar el estímulo del clítoris con tus genitales. En un nivel básico, frotarás el glande del pene sobre las zonas que rodean el clítoris, sin presionarlo de forma directa. Luego, puedes masajear de forma suave en dirección al capuchón del clítoris, de lado a lado o de abajo hacia arriba.
Además de la estimulación externa, puedes probar diferentes posturas sexuales para estimular el interior de la vagina y el clítoris al mismo tiempo; de estas, algunas de las favoritas son las siguientes:
- El tornillo
- La cucharita
- El misionero
- La flor de loto
6. Incorporar juguetes sexuales
De todas las técnicas para estimular el clítoris, aquellas que incorporan juguetes sexuales resultan muy interesantes. Por un lado, porque permiten romper con la rutina sexual, pero también porque están diseñados para intensificar las sensaciones en este órgano.
Desde balas vibradoras, masajeadores, anillos para usar en pareja durante la penetración y hasta juguetes de succión, la oferta es variada. ¿Lo mejor? Ofrecen la posibilidad de ajustar la vibración a distintas intensidades y tiempos. Son fáciles de usar; algunos solo debes colocarlos en la zona y harán por sí mismos su trabajo; otros, solo tendrás que moverlos según lo prefiera tu pareja.
Otros consejos para estimular el clítoris
Poner en práctica estas técnicas de estimulación aumentará las probabilidades de conseguir el orgasmo. Sin embargo, para incrementar las sensaciones y el disfrute, asegúrate de seguir estos consejos:
- Busca un ambiente relajado y cómodo: si estás sola o con tu pareja, procura dejar las preocupaciones por fuera. Sea en la cama, el salón, la cocina, la oficina o cualquier otro lugar, prioriza la comodidad.
- Mantén una comunicación abierta y honesta con tu pareja: es la manera más efectiva de aprender a estimular el clítoris de acuerdo a las preferencias personales. No tengas temor de expresar cómo te gusta, qué ritmos te resultan excitantes o qué te genera molestia.
- Dedica tiempo a los juegos previos: sí, la estimulación del clítoris hace parte de los preliminares; sin embargo, estos no deben limitarse a esta zona. Explorar otras partes erógenas también es fundamental para elevar el nivel de excitación y sensibilizar aún más este órgano.
- Intensidad no siempre significa placer: las películas para adultos y otros materiales que ilustran el sexo de una forma alejada de la realidad, pueden hacer pensar que sobreestimular el clítoris es placentero. Sin embargo, esto no suele ser así. Si bien algunas pueden preferir algo más o menos intenso, a menudo, funciona más cuando se trata la zona con suavidad, cuidado y a distintos ritmos.
- Prueba con lubricantes: aplicar este tipo de productos puede mejorar la sensación al masajear el clítoris. Algunos, incluso, tienen fórmulas que provocan distintas temperaturas para incrementar el placer.
La mejor técnica para estimular el clítoris es la que te hace sentir bien
La estimulación del clítoris no funciona igual para todas. Puede que en la práctica te des cuenta de que te excitas más al tocarlo con las manos que con sexo oral, o viceversa. La clave está en explorar las distintas técnicas con paciencia, sin tabúes, ajustando cada movimiento y cada ritmo a lo que sientes que disfrutas.
Comunícate de forma constante con tu pareja y hazle saber lo que hace bien y lo que no. Solo de este modo conseguirás una experiencia placentera y evitarás situaciones que te generen incomodidad o dolor.
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