5 cosas que no debes hacer antes del ejercicio y cuáles sí
¿Realmente sabes qué hacer antes del ejercicio para obtener mayores beneficios? Si bien casi todos los deportistas están muy seguros con respecto a este tema, puede que algunos hábitos no sean tan fructíferos como ellos creen…
Antes de ir al gimnasio o entrenar en casa, ten en cuenta las siguientes advertencias para que no estés en la peor condición y puedas aprovechar tu máximo potencial. Además, te servirán también para reducir el riesgo de lesiones y otros problemas físicos y de salud en general.
Antes del ejercicio, evita estas 5 acciones
Tanto si eres un deportista avezado como un amateur, puede que te venga bien repasar esta enumeración. Te presentamos 5 cosas que no debes hacer antes del ejercicio y por cuáles puedes reemplazarlas.
1. Dormir antes del ejercicio
Es obvio que quieras estar descansado previo a un entreno. Sin embargo, cuando abusas y duermes en exceso antes de una sesión de trabajo físico, puedes estar obstaculizando tu desempeño.
De acuerdo con lo que explican los expertos del sitio WebMD, al dormir por un tiempo mayor a 30 minutos, el cuerpo entra en un estado de sueño profundo, tal como lo hace cuando te acuestas por la noche. Una siesta que dure más de 30 minutos solo logrará que te sientas más aturdido y agotado que antes de tomarla.
Si consideras que es necesaria una siesta antes del ejercicio, asegúrate de poner una alarma a los 15 o 20 minutos. De esta manera, tendrás tiempo de descansar los ojos y el cuerpo, pero no engañarás a la mente para que piense que es hora de descansar por largo rato.
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2. Estiramientos
Cuando eras más joven, seguramente los profesores de gimnasia te decían que te aseguraras de estirar bien los músculos antes de hacer cualquier actividad vigorosa. Sin embargo, los expertos ahora dicen que realizar estiramientos antes de entrenar puede en realidad hacerte más daño que bien.Según una investigación publicada por el Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, el estiramiento estático antes del ejercicio no solo disminuye la fuerza muscular, sino que también afecta la potencia y la reacción.
En lugar de utilizar métodos de estiramiento estáticos antes de un entrenamiento, calienta los músculos moviéndolos de un modo u otro. Intenta cosas como correr en el lugar, hacer saltos de tijeras o usar una bicicleta estática para que los músculos adquieran temperatura poco a poco.
Guarda los estiramientos estáticos para después de entrenar. Estos serán más beneficiosos una vez que hayas aflojado los músculos para reducir los dolores posejercicio y disminuir el riesgo de sufrir ciertas lesiones, de acuerdo con un estudio publicado por British Journal of Sports Medicine.
3. Entrenamientos por intervalos de alta intensidad
El entrenamiento por intervalos de alta intensidad varía la exigencia del ejercicio a lo largo de cada sesión. Este tipo de entrenamiento interrumpe la respiración natural del cuerpo mediante los cambios en la potencia de los intervalos y el reposo que se toma entre ellos.
Por si lo anterior fuese poco, también disminuye la resistencia y fuerza de manera rápida —algo que, desde luego, no es el objetivo antes de hacer la rutina principal—. Es posible que esto pase incluso al inicio del entrenamiento.
Lo que deberías hacer es empezar la sesión de entrenamiento con algún tipo de ejercicio cardiovascular. No es necesario que corras de 0 a 100, ya que esto tampoco sería sano. En lugar de realizar entrenamientos de alta intensidad, varía con un poco de cardio estacionario en el que la energía que utilizas no varíe radicalmente.
4. Comer o beber demasiado
Luego de comer, el cuerpo comienza el proceso de digestión. Lo que a menudo puede que no tomes en cuenta es la cantidad de energía que necesita para este proceso. Viéndolo desde este punto, posiblemente tu mamá tenía razón cuando te pedía que reposaras antes de ir a nadar tras una comida.Cuando intentas hacer ejercicio durante el proceso digestivo, podrías estar ejerciendo demasiada presión sobre el organismo. Esto puede causar calambres estomacales y náuseas. Tales consecuencias se deben a que, como afirma un estudio que publicó la revista The Journal of Nutrition, ciertos nutrientes ralentizan el vaciado gástrico.
Considera mantener una dieta sana, para darle energía al cuerpo, especialmente antes del ejercicio. Ya sabes: trata de incorporar hidratos de carbono fáciles de digerir y no demasiada agua; deja las grasas y la fibra para después del entreno. En otras palabras, consume alimentos como frutas, cereales y yogur y evita las cosas dulces.
Recuerda que muchas bebidas energéticas pueden tener mucha azúcar. Debes mirar atentamente las etiquetas y darte cuenta de si realmente el contenido de tu bebida energizante favorita te ayuda o, por el contrario, te está perjudicando.
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5. Tomar demasiados suplementos
Si te habitúas a comer de manera adecuada antes del ejercicio, obtendrás todas las vitaminas y minerales sin necesidad de ningún suplemento. No obstante, si decides usarlos, es mejor que no te excedas.
Tomar demasiados «productos» puede producir latidos irregulares del corazón, náuseas y ansiedad, así como otras consecuencias indeseables para un deportista. En muchas ocasiones, consumir suplementos para darle un impulso adicional al cuerpo al entrenar no ofrece buenos resultados, según un estudio publicado por la revista Nutrición Hospitalaria en 2015.
Si vas a utilizar polvos suplementarios o píldoras, es mejor que consultes con un nutricionista. Este profesional sabrá qué puede hacerte falta particularmente y te dirá en qué medida tomarlo y cómo combinarlo con tu dieta.
Enfatiza los buenos hábitos antes del ejercicio
En síntesis, podemos decir que antes del ejercicio debemos hacer hincapié en los hábitos saludables que favorecen el buen descanso y alimentación, la preparación muscular adecuada y, en algunos casos, el consumo de suplementos a conciencia.
Con estas bases, de seguro podrás rendir más en cada entrenamiento, lo que te conducirá a mejores resultados. Una vez más, recuerda que ser guiado por profesionales de la medicina y la actividad física siempre es lo más aconsejado para prevenir riesgos y conseguir tus metas.
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