5 razones para evitar la dieta de alimentos crudos
Hacer cambios en la alimentación puede ser una de las mejores decisiones que podemos tomar cuando queremos bajar de peso. El problema es que la falta de información y las dietas mal diseñadas están haciendo que muchos cometan graves errores en este proceso. Como por ejemplo, la dieta de alimentos crudos.
Esta es una popular dieta conocida como “raw diet”. Hace algún tiempo se hizo popular por ofrecer una alternativa “saludable” para quemar grasa.
Está basada en vegetales crudos sin procesar, además de frutas, germinados, nueces y otros alimentos que no requieren cocción alguna. En un principio, puede funcionar para bajar peso de manera rápida. Sin embargo, con el tiempo produce debilitamiento del sistema digestivo, inflamación y deficiencias nutricionales.
Muchas de estas dietas suelen dar resultados en poco tiempo pero traen consigo una serie de efectos secundarios que deberían ser tenidos en cuenta por todos.
Una dieta reducida en calorías y con un elevado contenido de frutas y verduras es clave para perder kilos y obtener la figura deseada. Entonces, es importante informarse bien al respecto y descubrir por qué no se recomienda esta dieta de alimentos crudos como plan de alimentación regular. ¡Presta atención!
Razones para evitar la dieta de alimentos crudos
1. Deficiencia de vitamina B12
Las personas que se limitan al comer alimentos crudos tienen una alta probabilidad de padecer deficiencia de vitamina B12. Este nutriente soluble en agua es esencial para una buena función cerebral, la producción de glóbulos rojos y la síntesis de ADN.
La cosa es que solo se encuentra de forma natural en alimentos de origen animal, tales como los lácteos, las carnes y el pescado. No obstante, quienes lleven una dieta vegetariana lo pueden obtener a través de los cereales fortificados. La carencia de este mineral es especialmente peligrosa en las embarazadas, según un artículo publicado en el año 2017.
La deficiencia de vitamina B12 provoca síntomas como:
- Debilidad o cansancio.
- Estreñimiento.
- Pérdida del apetito.
- Entumecimiento u hormigueo en los pies y las manos.
- Problemas de equilibrio o mareos.
- Depresión.
- Falta de memoria.
- Confusión mental.
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2. Problemas de colesterol
Pese a que las frutas y los vegetales influyen de forma positiva en el control de los triglicéridos y el colesterol, su consumo en exceso podría reducir los niveles de HDL, también conocido como colesterol bueno.
Es un error pensar que se deben suprimir todas las grasas de la dieta, ya que los lípidos buenos son esenciales para la salud cardiovascular y para modular el perfil lipídico.
Entre los alimentos que promueven el colesterol bueno se incluyen:
- Pescado azul.
- Semillas y frutos secos.
- Mantequilla de maní.
- Aguacates.
- Aceite de oliva.
3. La dieta de alimentos crudos puede afectar el metabolismo
A pesar que el consumo de comida cruda se ha relacionado con una disminución en el riesgo de enfermedades cardíacas, hay varias pruebas que demuestran que también incrementan el riesgo de problemas en el metabolismo de los lípidos.
Los alimentos crudos son más difíciles de digerir y requieren más energía. Esto quiere decir que si el metabolismo es lento, podría hacer que la persona coma más de lo apropiado. Por otro lado, aunque hacen perder peso de forma efectiva, conducen a deficiencias que pueden provocar cuadros graves de anemia y fatiga.
4. Pérdida de la densidad ósea
Consumir menos calorías de las adecuadas también es contraproducente para la salud. Si a esto le sumamos la deficiencia de calcio y vitamina D, nos encontramos con un riesgo elevado de osteoporosis o enfermedades de los huesos.
Dado que la mayoría de las dietas de alimentos crudos son reducidas en calorías y no aportan la cantidad suficiente de nutrientes, es peligroso convertirlas en una forma de alimentación diaria.
Pese a que el calcio está presente en varios alimentos crudos, como los vegetales verdes y las almendras, no suele consumirse en la cantidad necesaria.
Por ejemplo, cada taza de brócoli crudo proporciona unos 90 mg de calcio aproximadamente. Mientras tanto, una taza de leche aporta 300 mg.
Además, para una adecuada absorción del calcio se aconseja el consumo de 600 a 800 unidades internacionales de vitamina D. Esta se obtiene de la exposición al sol, carnes, huevos y alimentos fortificados.
5. Aumenta el riesgo de intoxicaciones alimentarias
Cocinar los alimentos resulta un modo muy eficaz de eliminar los organismos patógenos que habitan en ellos. La mayor parte de las bacterias son sensibles a las altas temperaturas, por este motivo la cocción limita el riesgo de intoxicación alimentaria.
Consumir alimentos crudos de manera regular nos obligaría a extremar la higiene alimentaria en nuestras prácticas de manipulación, ya que no existirá un tratamiento térmico posterior que permita asegurar la salubridad del producto.
¡Consume alimentos crudos, pero también cocinados!
Aunque está comprobado que muchos alimentos pierden gran parte de su valor nutricional tras ser cocinados, no es conveniente basar la dieta solamente en ingredientes crudos. Muchos pueden incluirse como parte de la alimentación diaria, más no deben ser los únicos que la conformen.
Para bajar de peso y evitar efectos secundarios lo mejor es adoptar una dieta equilibrada y variada siguiendo las recomendaciones del nutricionista. Además ha de combinarse este patrón dietético con la práctica de ejercicio de manera habitual.
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