4 usos del agua con sal que te van a encantar
Revisado y aprobado por la médica Mariel Mendoza
Desde tiempos inmemoriales, el agua con sal se ha utilizado como un remedio natural para atender diferentes dolencias. Aunque en la actualidad contamos con tratamientos más seguros y efectivos, todavía existen contextos donde su empleo puede ayudar a mejorar el bienestar. Tal es el caso de los enjuagues bucales con agua salada, los baños de agua con sal para los pies y las soluciones salinas para las fosas nasales.
En todos estos casos, la concentración de sal presente en el agua es fundamental para evitar alteraciones o garantizar un mínimo de efectividad. De igual manera, siempre es recomendable contar con el aval del profesional antes de su uso. El agua con sal no sustituye un tratamiento oficial recetado por un médico, y solo se puede aprovechar en determinados contextos.
Propiedades y beneficios de la sal
El cloruro de sodio, también conocido como sal, sal común, sal de mesa o halita, es un compuesto de carácter iónico cuya fórmula química es NaCl. Aproximadamente, representa una proporción de 1:1 de iones de sodio y cloruro. Se trata del principal cloruro presente en el mar, también en el líquido extracelular de la mayoría de los organismos multicelulares.
La sal es un agente esencial para el funcionamiento de las células del organismo. Sus compuestos son electrolitos; esto es, sustancias que se disuelven en agua y producen iones. Como consecuencia, la solución diluida permite la conducción de la corriente eléctrica. En el cuerpo humano, muchos procesos demandan señales eléctricas para la comunicación, en especial, los que involucran el sistema nervioso, el cerebro y los músculos.
Dentro de muchas de sus propiedades, podemos destacar las siguientes:
- Reúne minerales como el calcio, el potasio, el flúor, el magnesio, el hierro, el zinc, el cobre, el manganeso y el selenio.
- La sal tiende a volver neutra (pH 7) una solución ácida o alcalina, aunque todo depende de la concentración en la que se diluya.
- Debido a la presión osmótica, el cloruro de sodio opera como un inhibidor microbiano. Es por esta razón que se emplea como una conservante natural.
- En razón de que su superficie es abrasiva, se puede considerar un exfoliante mecánico. Es decir que, cuando se frota sobre la piel, puede ayudar a eliminar las células muertas y contribuir a estimular la renovación celular.
Usos del agua con sal para mejorar el bienestar
Tal y como señalamos al inicio, el uso del agua con sal no sustituye ninguna terapia médica oficial. Se puede aprovechar para paliar ciertas secuelas menores en la salud, y de preferencia se debe informar al médico antes de aprovechar sus bondades.
Según el caso, se debe tener presente la cantidad de cloruro de sodio que se disuelve en el agua, pues, de lo contrario puede dar lugar a irritaciones, sequedad y otras secuelas. La forma más segura de emplearlo es imitar las concentraciones de una solución salina comercial: entre 0.45 y 0.9 % de sal por cada parte de agua.
Para ello, es importante diluirlo en agua destilada, mineral o hervida; y que el recipiente donde se almacene se encuentre desinfectado (en especial, si entrará en contacto directo o indirecto con las mucosas). Una receta simple o estándar de solución salina casera es la siguiente:
- 1 taza de agua (250 mililitros)
- 3/4 de cucharadita de sal (3 gramos)
1. Enjuagues con agua salada para la boca
Las gárgaras de agua con sal pueden contribuir a la salud bucal. En general, se pueden usar para aliviar el dolor y la inflamación después de una limpieza profunda u otro procedimiento dental. Incluso, se pueden emplear de manera ocasional como un sustituto de enjuagues comerciales; ello debido a que muchas personas presentan reacciones desfavorables debido a su alto contenido de alcohol.
Con todo, es indispensable recordar que solo se deben hacer enjuagues/gárgaras con la solución, esta no se debe ingerir después. El agua salada podría ser efectiva también para aliviar las úlceras orales o las llagas en la boca, controlar el mal aliento (halitosis) y evitar las consecuencias del sobrecrecimiento bacteriano (como la placa dental, por ejemplo).
- Diluye la sal en agua destilada, hervida o mineral.
- Procede a hacer gárgaras durante al menos 20 segundos.
- Evita almacenar la solución salina restante. Lo mejor es que emplees una nueva por cada uso para garantizar su inocuidad.
2. Irrigaciones salinas para la nariz
Empleadas con moderación, las irrigaciones salinas pueden proveer un alivio transitorio a los episodios de congestión nasal. Se cree que funcionan de diferentes maneras: ayudan a limpiar el polen, el polvo y otros residuos de sus conductos nasales; además de retirar el exceso de moco y asegurar una mayor humectación en la zona.
Por esta razón, y como se señala en la National Library of Medicine, pueden aliviar los síntomas de la alergia nasal y prevenir las infecciones de los senos paranasales.
- Llena un irrigador nasal con la solución salina. Puedes usar perilla de goma, una botella comprimible o una neti pot (rinocornio).
- Coloca la cabeza cerca del lavado e inclínala hacia la izquierda.
- Luego, vierte la solución en la fosa nasal derecha de forma suave.
- Esta debe salir por la otra fosa nasal. Para ello, juega con la inclinación y evita respirar por la nariz.
- Después, haz lo propio en la otra fosa. Al terminar, limpia con suavidad para deshacerte del exceso de agua.
Asegúrate de emplear solo agua destilada, hervida o filtrada. De igual modo, desinfecta el recipiente donde se almacenará la solución; también la boquilla que entrará en contacto con la fosa nasal.
3. Baños de agua salada para la hinchazón de los pies
La inmersión de pies en agua tibia con sal a menudo ayuda para obtener relajación luego de una jornada extenuante. En estos casos, se suele emplear sal de Epson (sulfato de magnesio), la cual es diferente a la sal de mesa convencional. Aun así, reportes anecdóticos sugieren que la sensación de calma y relajación se obtiene también a través del cloruro de sodio.
La hinchazón de pies tiene múltiples causas, algunas de ellas relacionadas con el peso, la alimentación e, incluso, con la ingesta de ciertos medicamentos. Por tanto, el alivio que ofrecen los baños con agua salada es solo temporal. Si el problema persiste, lo mejor es consultarlo con el médico.
- Diluye 40 gramos de sal por cada litro de agua tibia.
- Luego, sumerge los pies y, si lo deseas, masajea con suavidad su superficie.
- Mantenlos sumergidos hasta que el agua alcance la temperatura ambiente.
- Para finalizar, sécalos muy bien para evitar infecciones por hongos en los pies.
4. Lavados de agua con sal para los ojos
Las soluciones salinas para el enjuague ocular se venden en las farmacias, aunque es posible hacerlas en casa con las proporciones ofrecidas al inicio. Acá, se empleará una proporción de 0.45 % de sal por cada parte de agua. Esto es, alrededor de 5 gramos de sal por cada litro de agua.
Los lavados de agua con sal para los ojos pueden contribuir a ofrecer cierta sensación de relajación. Por ejemplo, frente a los ojos hinchados, para retirar las legañas de los bordes y demás. No se recomienda su uso como sustituto lagrimal, su empleo se restringe solo al exterior. Como en otros casos, se deben utilizar siempre instrumentos esterilizados y agua destilada o hervida para mayor seguridad.
- Diluye la cantidad de sal indicada y procede a lavar con suavidad tu rostro, con énfasis en el área de los ojos.
- No frotes o fricciones en exceso el área ocular, hazlo solo de manera superficial y con suavidad.
Si tienes alguna condición en los ojos, como conjuntivitis, lo mejor es que consultes con un especialista.
¿Existe algún beneficio de beber agua con sal?
Desde hace un par de años se ha popularizado un remedio casero a base de agua con sal. Consiste en beber una solución diluida, y, en principio, se publicita para aumentar la hidratación y reponer electrolitos. Sus defensores avalan su empleo todos los días, durante ayunas, a menudo acompañado con unas gotas de limón o sal del Himalaya.
Pese a ello, beber agua con sal no tiene mayores beneficios para la mayoría de las personas. De hecho, puede hacer aumentar la cantidad diaria de sal recomendada por los organismos internacionales, que se sitúa en torno a los 2.3 gramos al día. A esto se le suma que, en la mayor parte del mundo, la media de la población supera con creces este rango de consumo diario.
Un exceso de sodio en la dieta puede derivar en la retención de líquidos. Esta, a su vez, puede incidir en el aumento del volumen de sangre, lo que tiene un impacto directo en el funcionamiento del corazón y los vasos sanguíneos. Con el tiempo, esto puede favorecer la aparición de hipertensión, accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos.
En razón de ello, no se recomienda beber agua con sal todos los días; pues solo trae consigo riesgos para la salud. Beber abundante agua durante el día es suficiente para garantizar la hidratación, y solo en contextos particulares es que se recomiendan soluciones cargadas con electrolitos. Desde Mejor con Salud alentamos a no incurrir en esta tendencia que puede tener repercusiones serias en el bienestar.
Aprovecha la sal para obtener cierto alivio temporal
Pese a que no se trata de un remedio milagroso, el agua con sal sí puede ser útil en situaciones puntuales. En aquellas que hemos descrito al menos lo es, y se perfila como una opción segura para obtener un alivio transitorio. Por supuesto, es así cuando se respetan las cantidades a diluir y cuando se aprovecha como un complemento y no como sustituto de una terapia médica.
De nuevo te alentamos a consultarlo antes con un profesional, y recurrir a él en caso de que no obtengas alivio o los problemas que intentas mitigar sean intensos o permanentes. Reiteramos nuestro consejo de no beber agua con sal como terapia en ayunas, pues sus aparentes beneficios no tienen un asidero en la realidad.
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