6 señales de intoxicación emocional
Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña
¿Alguna vez has oído hablar de la intoxicación emocional? Este proceso suele producirse poco a poco, sin que apenas te des cuenta. Es probable, además, que seas incapaz de verlo en el caso de que te esté ocurriendo a ti.
Es difícil darse cuenta de que algo no va bien con uno mismo, especialmente si está relacionado con la salud mental. Si notas que no estás funcionando correctamente, debes pararte a reflexionar.
Profundicemos en este tema.
Señales de la intoxicación emocional
Todo el mundo comprende sin problema cuáles son los efectos de la intoxicación por alcohol. Se sabe que:
- La capacidad de percepción se altera
- El pulso cardíaco se ralentiza
- La capacidad de reacción disminuye
Pero, ¿serías capaz de interpretar las señales que te indican que tienes una intoxicación emocional?
Si estás pasando o has pasado por momentos de gran carga emocional, es probable que te haga falta depurar tus emociones.
Aunque las causas sean diversas, la intoxicación emocional es la consecuencia de no otorgarse diariamente un tiempo para cultivar el interior.
1. Estás constantemente a la defensiva
Una persona que está intoxicada por sus emociones tiene activado el “modo autoprotección”. A través de este, se protege de lo que cree que puede dañarle.
Cuando las emociones te abruman, puede que malinterpretes de manera constante las acciones o percibas las palabras de los demás como un ataque. De hecho, uno se obceca en llevarlo todo al extremo.
Esto ocurre porque la autoestima está completamente disminuida, lo que te hace sentirte vulnerable ante cualquier acontecimiento. Las emociones te bloquean y hacen que atiendas selectivamente a lo negativo, provocando que cualquier nimiedad te afecte directamente.
Como consecuencia, se retuercen las palabras y las voluntades de los demás y se reacciona de forma agresiva y desproporcionada, creyendo que hay que protegerse de un peligro que solo está en la mente.
Lee también: Cómo sobrevivir a los manipuladores cotidianos
2. Tus percepciones se alteran
Es probable que, al estar observando lo que acontece a tu alrededor con las gafas de las emociones, no te escuches ni a ti ni a los demás. Al fin y al cabo, puede que hacerlo te parezca una pérdida de tiempo, pero no deshacerte de estos conflictos puede ocasionarte multitud de problemas.
Por ejemplo, el nerviosismo, la impaciencia y las reacciones emocionales descontroladas tienen su origen aquí.
3. Eres excesivamente crítico
Una de las razones por las que resulta tan complicado tratar con una persona intoxicada es porque se autoimponen la barrera de la intransigencia. No pasan ni una, ni siquiera a sí mismos.
Si te ves reflejado en este comportamiento, echa el freno. Procura ser más benevolente contigo mismo y con los demás.
4. Afloran tus inseguridades
Si sientes que estás intoxicado emocionalmente, es probable que te hayas dado cuenta de que tus inseguridades han aflorado y dirigen tu vida. Te vuelves más reactivo y te pones a la defensiva con frecuencia.
- Tu autoestima está completamente mermada y sientes que eres vulnerable ante cualquier acontecimiento.
- Es probable que sientas que no tienes fuerzas.
- Eres incapaz de entender con claridad cómo te sientes, o cómo eres.
Como consecuencia, pensarás que necesitas a alguien a tu lado que supla tus carencias, que te proteja y dirija tu día a día, ya que no puedes hacer nada por ti mismo. Obviamente, este aspecto hay que trabajarlo con el objetivo de regenerar la autonomía y la identidad emocional.
5. Te sientes apagado
La sobrecarga emocional puede llegar a abrumarte hasta el punto de apagarte. Sentirse apagado significa no tener fuerzas y no ser capaz de reactivarse por sí mismo.
Cuando se apaga la vitalidad, uno opta por cerrar las cortinas y protegerse de sus propios sentimientos, renunciando a una parte esencial de su ser. En definitiva, te supone un gran esfuerzo, mental y físico, tomar decisiones y estar al tanto de todo.
6. Tu bloqueo emocional te impide avanzar
Cuando se está bloqueado, es difícil filtrar mentalmente las conexiones emocionales y sentimentales. Como consecuencia de esto, la capacidad de comunicarse, de tomar decisiones y de avanzar está mermada.
Es por ello por lo que te encontrarás en situaciones en las que respondas de forma inadecuada o en las que directamente no cómo sepas responder. Padecer una intoxicación emocional te impide pensar antes de hablar y tomar perspectiva sobre lo que acontece.
“Debes tener siempre la cabeza fría, caliente el corazón y larga la mano”, dijo Confucio. Una reacción en caliente hará que te controlen tus emociones y estallen tus impulsos. Por lo tanto, no serás tú mismo si actúas en ese momento.
Visita este artículo: Tips para combatir el estrés emocional de cada día
El vértigo emocional no te deja decir adiós
Es normal sentir miedo ante la idea de deshacerse de lo que ha estado con uno, o bien muy cerca, o bien durante mucho tiempo. Hay veces que ni siquiera el sufrimiento impide que dejemos ir lo que ya no está.
Si consideras que esta sensación está afectando a tu vida, no dudes en acudir a un profesional. Pide ayuda a un psicólogo, pero no lo dejes pasar. Es importante que cuides tu salud mental.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Amado, M., Brito, R., Pérez, C. (2007). Estilos de aprendizaje de estudiantes de Educación Superior. Recuperado de www.alammi.info/revista/numero2/pon_0011.pdf
- Bisquerra, R. (2001). Educación emocional y bienestar. (1ª Reimpresión).(2da. ed.) Barcelona, España: Editorial CISS Praxis.
- Bisquerra, R. (2005). La educación emocional en la formación del profesorado. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 19 (3). Recuperado de redalyc.uaemex.mx/pdf/274/27411927006.pdf
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.