8 hábitos que debes practicar para tener unos senos saludables
Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López
Tener unos senos saludables no es una cuestión de estética, sino de bienestar. ¿Y qué implica eso? ¿Hay algo más que una mujer deba hacer para cuidarse además de elegir la talla de sujetador adecuado? ¡Pues sí! ¡Sigue leyendo para enterarte de todo!
Generalmente, asociamos la salud mamaria con la prevención del cáncer de mama, y si bien esto no es del todo desacertado, no conforma todo lo que implica el cuidado de las mamas. Por ello es -en parte- que se recomienda tanto hacerse chequeos periódicamente a partir de la juventud temprana y mantener buenos hábitos de vida.
A continuación queremos compartir los 8 más importantes para que comiences a practicarlos desde ahora.
Tal y como indican los expertos del Manual MSD, “cuando la mujer se autoexplora regularmente las mamas, es examinada periódicamente por su médico y se hace las mamografías según las recomendaciones de su médico, muchos problemas potenciales pueden detectarse a menudo en sus primeras fases“. Con esto no solo se refieren al cáncer, sino a los quistes mamarios y muchos otros problemas que no necesariamente son graves.
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1. Masajes para tener unos senos saludables
Los masajes regulares son una de las mejores formas de activar el flujo linfático y la circulación en el tejido mamario y tener senos saludables. Estos se empiezan con un suave movimiento en la axila. Para continuar en el lado del cuerpo y finalizar con una suave presión del pezón.
No se deben confundir con los autoexámenes mensuales. Pero sí se debe tener en cuenta que también son útiles para detectar anomalías.
2. Mantener un peso saludable
Las mujeres con sobrepeso y obesidad tienen el doble de riesgo de padecer cáncer de seno en comparación con las que mantienen un peso saludable y estable. Así pues, cuidar el peso es una cuestión de salud que se puede mantener a través de una dieta balanceada, la práctica diaria de ejercicios físicos y otras buenas rutinas.
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3. Hacer ejercicio
El ejercicio físico diario es la forma más efectiva de evitar que el sistema linfático presente obstrucciones. Dado que facilita la eliminación de las toxinas que circulan a través de este.
El Instituto Nacional del Cáncer reveló que este hábito puede llegar a reducir el riesgo de cáncer entre el 20 y el 80 %. Con su práctica también se liberan hormonas que pueden proteger frente al desarrollo de células malignas en las mamas, además de que contribuye a mantener un peso adecuado.
4. Sudar
Los líquidos que se liberan al sudar contienen sustancias de desecho que, de no ser eliminadas, pueden provocar graves enfermedades. De esta manera, el sudor durante el ejercicio, un baño de sauna y otras actividades apoya las funciones del sistema inmunitario y contribuye a mantener los senos saludables.
5. Evitar el alcohol
El consumo excesivo de alcohol conduce a la acumulación de toxinas en el organismo. Además disminuye el rendimiento de los órganos excretores. Como consecuencia, incrementa la retención de líquidos y el riesgo de cáncer derivados de la respuesta inflamatoria del cuerpo.Está comprobado que ingerir demasiado alcohol aumenta hasta un 20 % el riesgo de cáncer en el seno. Sin embargo, las mujeres que consumen una copa de vino ocasionalmente podrían mantener unos senos saludables gracias a la acción del resveratrol.
6. Conocer los antecedentes familiares
Se estima que más de un 15 % de los diagnósticos de cáncer de mama tienen que ver con algún antecedente familiar.
Cuando un familiar de primer grado tuvo este tipo de cáncer, el riesgo se multiplica de dos a cinco. La importancia de ser conscientes de estos antecedentes es que se realizarán más exámenes periódicos para detectar alguna anomalía.
7. Hacer chequeos regulares
Lo más aconsejable para tener unos senos saludables es mantener un buen control de las revisiones médicas. Dado que son muchos los factores que pueden conducir al desarrollo de cáncer, quistes y otras molestias en los senos. Como mínimo cada tres años.
A partir de los 40 años, en especial en casos de riesgo genético, las pruebas se deben llevar a cabo una vez al año. Es primordial que los exámenes comiencen unos 10 años antes de la edad en que el familiar tuvo la enfermedad.
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8. Consumir agua
El consumo diario de agua desempeña un papel principal en la entrega de vitaminas, minerales y todos los nutrientes que estas requieren. De hecho, el agua natural nos sirve para apoyar el óptimo funcionamiento del sistema linfático y circulatorio.
¿Qué tanta atención le prestas a tus senos? Si eres de las que tiende a descuidarlos un poco, comienza a tener en cuenta estos sencillos consejos para conservarlos sanos. No obstante, recuerda visitar al médico en cuanto encuentres algo fuera de lo normal.
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