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8 mitos comunes sobre el TDAH

5 minutos
Lo más importante en el manejo del TDAH es que haya un diagnóstico profesional y responsable frente a este trastorno. Las personas no pueden guiarse por lo que se dice popularmente ni por informaciones de dudosa procedencia.
8 mitos comunes sobre el TDAH
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina

Escrito por Edith Sánchez
Última actualización: 10 julio, 2023

El TDAH, o Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad, es un diagnóstico muy controvertido. A la realidad de que no existe un consenso en los expertos sobre el tema, se suma el hecho de que han surgido mitos comunes sobre el TDAH, lo cual aumenta aún más más confusión.

La raíz de la polémica está en que no existen evidencias clínicas objetivas para diagnosticar este trastorno. Lo que prima es el criterio médico; es decir, la apreciación del facultativo. Esto supone una debilidad intrínseca, ya que no todo niño que se mueve mucho y no presta atención sufre de TDAH.

Sin embargo, algo va del debate científico a los mitos populares. Que no haya consenso entre los expertos sobre el TDAH no significa que esa entidad clínica sea un invento per se, ni tampoco que los síntomas asociados sean pasados por alto. Enseguida veremos cuáles son esos mitos comunes que se deben desterrar.

8 mitos que rodean el TDAH

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No existe consenso sobre el TDAH y, por lo tanto, el diagnóstico depende de la observación profesional.

El debate en torno al TDAH se centra en el hecho de que no se ha logrado establecer ni un patrón genómico ni un patrón neuronal de esta afección. Aunque existen ciertos indicios que los sugieren, ninguno de ellos es concluyente. De todos modos, no hay pruebas diagnósticas que lo confirmen.

Pese a esto, el enfoque biomédico aborda el TDAH como una entidad clínica indiscutible. Otros enfoques lo abordan como un problema, pero no como una patología que deba medicalizarse. Mientras tanto, abundan los mitos al respecto. Los siguientes son algunos de ellos.

1. El TDAH no existe

Esta es una afirmación demasiado categórica que no puede tomarse por cierta. Una gran cantidad de médicos e instituciones avalan la existencia de este trastorno. Si bien no existe ninguna prueba diagnóstica que lo corrobore, un sector de expertos considera que la sintomatología es muy definida y que esto es suficiente para diagnosticar el trastorno.

2. El TDAH se presenta solo en los niños

Desde el punto de vista de la medicina biológica, el TDAH puede diagnosticarse a cualquier edad. En la actualidad es más frecuente que esto se haga a una edad promedio de 7 años. Sin embargo, también sucede que muchos adultos con dificultades crónicas en el trabajo y las relaciones reciban este diagnóstico a edades más avanzadas.

3. El TDAH no afecta a las niñas

Todo indica que el TDAH se manifiesta de forma diferente en las niñas. En general, ellas presentan menos hiperactividad y menor nivel de conductas desafiantes. Por contrapartida, tienen más presencia de trastornos de ansiedad como comorbilidad. También es habitual que los rasgos se manifiesten un poco más tarde, a los 10 u 11 años.

4. Las personas con TDAH no pueden concentrarse

Es cierto que en estos casos hay dificultad para concentrarse, pero esto no implica imposibilidad para ello. Tal y como ha sido descrito este trastorno, lo que supone es una falla en la regulación de la atención. Esto quiere decir que en algunas ocasiones hay atención dispersa, en especial cuando se hace una tarea de poco interés. Pero también puede haber momentos de gran concentración, si se hace algo muy agradable.

5. El TDAH es una discapacidad que afecta el aprendizaje

En realidad, el TDAH no puede catalogarse como una discapacidad. Se trata de una condición que obstaculiza algunas funciones, pero no por ello existen carencias de las funciones como tal. En general, se mantienen las habilidades para aprender, aunque el niño o el adulto puedan requerir de ayuda extra.

6. El TDAH se cura con medicamentos

Los medicamentos empleados para el TDAH no tienen el objetivo de curar, sino de controlar los síntomas. El enfoque biológico señala que este trastorno es crónico y, por lo tanto, dura toda la vida. Por lo tanto, una persona con este diagnóstico deberá tomar fármacos para siempre, pero esto no eliminará su condición.

7. El TDAH desaparece

Está asociado con lo anterior y, como ya lo señalamos, se considera un trastorno crónico. Esto significa: dura toda la vida. Dicho esto, los expertos en este tipo de problemas señalan que en muchos casos los síntomas se reducen a medida que los niños crecen o desarrollan estrategias para gestionar su condición.

8. La medicación para TDAH provoca adicción

En principio, los fármacos empleados para tratar el TDAH no tienen por qué provocar adicción. Sin embargo, los médicos recomiendan precaución con las dosis, en especial en el caso de adolescentes que tienen problemas con el abuso del alcohol o las drogas. Lo indicado es seguir la prescripción médica al pie de la letra.

Importancia de concientizarse sobre el TDAH

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El diagnóstico de TDAH debe ser realizado por un facultativo.

No todos los problemas de conducta en un niño obedecen al TDAH, pero tampoco se puede descartar que así sea. El médico es la persona facultada para establecer si existe un trastorno o no. Lo más indicado es que haya una observación y un seguimiento minucioso de la conducta antes de emitir un diagnóstico.

No es conveniente guiarse por lo que opinan quienes no tienen formación profesional adecuada. Los mitos sobre el TDAH abundan en las redes sociales y las publicaciones de dudosa procedencia. Es fundamental fiarse solo de fuentes autorizadas, ya que lo que está en juego es muy importante.

Vivir con TDAH es posible

Los mitos populares, no solo en este tema sino en cualquier ámbito suelen ser muy perjudiciales. Además de que proporcionan información sin fundamento, muchas veces llevan a acciones o decisiones que pueden resultar bastante contraproducentes.

Si una persona es diagnosticada con TDAH, esto no significa que está condenada a llevar una vida con grandes dificultades o limitaciones. Esta condición se puede abordar y gestionar, de modo que no provoque grandes alteraciones en el diario vivir.


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Pedreira Massa, JL, & González de Dios, J. (2017). Evidencias diagnósticas en el trastorno por déficit de atención con hiperactividad en la infancia y la adolescencia. Pediatría Atención Primaria, 19(76), 147-152. Recuperado en 24 de junio de 2021, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1139-76322017000500013&lng=es&tlng=es. Álvarez, M. P. (2018, 16 julio). El TDAH es un problema, pero no una enfermedad. The Conversation. https://theconversation.com/el-tdah-es-un-problema-pero-no-una-enfermedad-99868. Harwood, V. (2009). El diagnóstico de los niños y adolescentes “problemáticos”: una crítica a los discursos sobre los trastornos de la conducta. Ediciones Morata.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.