9 hábitos que matan las neuronas y afectan la salud cerebral
Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña
Los trastornos que afectan a la salud cerebral suelen tener su origen en factores hereditarios, la edad o algún tipo de lesión. Sin embargo, está demostrado que determinados hábitos también pueden provocarlos, ya que dañan las neuronas y disminuyen su actividad.
La salud cognitiva va disminuyendo conforme pasan los años. Así, es normal que en edades muy avanzadas se produca pérdida de memoria y otras dificultades para realizar tareas habituales que antes parecían simples.
No obstante, hay quienes presentan este tipo de problemas en edades más tempranas, debido al deterioro que sufren por la práctica constante de actividades que comprometen la función cerebral. Pese a que los efectos no se producen de inmediato, a largo plazo, generan daños irreversibles.
Debido a la importancia de mantener una adecuada función neuronal para conservar el buen estado del cerebro, a continuación queremos compartir esas 9 costumbres poco saludables que las afectan.
Hábitos que dañan a las neuronas
1. Las situaciones estresantes
Las constantes situaciones de estrés suelen conllevar una mayor dificultad para concentrarse y usar las habilidades cognitivas. Esto se debe a que el estrés daña las neuronas y, en algunos casos, impide que se formen nuevas en el hipocampo. Así lo sugiere este interesante estudio realizado por el AF2R-Centre Hospitalier de Rouffach (Francia).
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2. No desayunar bien
El desayuno no solo desempeña un papel fundamental en el metabolismo, sino que resulta necesario para activar el cerebro a primera hora de la mañana. La falta de proteínas, vitaminas y nutrientes en el desayuno causa degeneración cerebral, lo que más tarde causa la muerte de neuronas por sobrecarga de trabajo y falta de energía.
3. Dormir poco
Una de las consecuencias más graves de no dormir lo suficiente tiene que ver con el daño cognitivo. La falta de sueño causa la pérdida de las células cerebrales y produce efectos dañinos a corto y largo plazo.
Por ejemplo, tras una noche en la que hemos dormido poco, es más difícil concentrarse y desempeñar tareas que implican pensar. Más adelante, se puede generar un deterioro mayor y pueden aparecer trastornos degenerativos como la demencia. Así lo afirma esta investigación de la Universidad I-Shou (Taiwán).
4. No practicar actividad física
El sedentarismo es otra de las malas costumbres que acarrean problemas en el cerebro. La inactividad del cuerpo disminuye la segregación de sustancias químicas importantes y posteriormente se traduce en la pérdida de habilidades.
5. Ambientes contaminados
Los ambientes con altos índices de contaminación afectan a aquellos que están expuestos de forma directa. Este estudio realizado por la Universidad de Chile afirma que puede llegar a ser muy peligroso para nuestro sistema cardiovascular.
6. Fumar
Los tóxicos que despide el tabaco no solo tienen un impacto negativo a nivel pulmonar, sino que atacan de forma significativa las funciones cognitivas. Tanto consumidores directos como fumadores pasivos tienen más riesgos de sufrir pérdida de la memoria y alzhéimer al llegar a la tercera edad, según este estudio realizado por la Universidad de California (Estados Unidos).
7. Comer en exceso
Ingerir comidas en cantidades exageradas provoca la ralentización de la circulación y limita el transporte del oxígeno hacia el cerebro. Si, además, consumimos alimentos ricos en grasa saturadas, estas aumentan los niveles de colesterol y causan inflamación en los principales tejidos del cuerpo.
No moderar las porciones altera la función nerviosa y disminuye la capacidad de memorizar de forma inmediata. Este estudio realizado por la Universidad de Texas, de hecho, establece un enlace entre el riesgo de sufrir Alzheimer y el sobrepeso/obesidad.
8. ¿Forzar la actividad cerebral cuando se está enfermo?
Se cree que las afecciones suelen causar algún tipo de debilitamiento a nivel corporal, incluyendo la capacidad para cumplir las funciones cerebrales. Así, trabajar, estudiar o realizar alguna actividad cognitiva cuando se está enfermo podría resultar muy dañino.
Sin embargo, no existen evidencias científicas suficientes que avalen dicha afirmación.
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9. Falta de estimulación
Por otro lado, existen muchas actividades que estimulan cada una de las funciones cerebrales. Las mantienen en perfecto estado sin importar el tiempo que pase. Leer un libro, practicar juegos mentales o cualquier otra cosa que implique pensar es una forma de ejercitar este órgano para que no desarrolle patologías graves.
Al buscar una solución para estas prácticas negativas se obtiene un impacto positivo en este aspecto de la salud. Asimismo, es bueno recordar que una buena alimentación y las rutinas saludables actúan a favor de las actividades cognitivas.
¡No lo olvides!
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