Acaba con la irritabilidad, ansiedad y depresión
Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira
La irritabilidad, la ansiedad o la depresión son algunos de los problemas relacionados con la salud mental más comunes en la sociedad. A menudo, se experimentan como un complejo conjunto de desafíos emocionales y funcionales.
La ciencia nos ayuda a comprender la conexión existente entre la mente y el cuerpo y vemos cómo la ansiedad y la depresión pueden ser provocadas por una variedad de factores.
¿Se ha podido detectar una causa concreta?
Mientras que a menudo oímos hablar de una causa bioquímica, no está claro si el nivel de los neurotransmisores es la causa real de la irritabilidad, ansiedad y depresión. O si simplemente un síntoma de que una persona está ansiosa o deprimida.
Según un artículo publicado en el año 2012: “debido al gran impacto en la salud de la depresión se han tratado de investigar los factores biológicos y ambientales que contribuyen a su origen, pero los estudios no han encontrado una causa que explique la génesis del trastorno”. Por ello, el tratamiento no consiste únicamente en un tipo de medida, como puede ser la administración de fármacos o la terapia.
La irritabilidad, ansiedad y depresión no son ni mucho menos lo mismo, pero a menudo se presentan juntas. Por ello, no es raro que las personas con depresión experimenten ansiedad y las personas con ansiedad experimenten depresión, así como también irritabilidad.
En todo caso es indispensable solicitar ayuda profesional. Solo así se podrá obtener una mejoría y ganar bienestar.
Mejorar la salud mental: una prioridad
Mientras que la depresión y la ansiedad por lo general se clasifican como enfermedades mentales, nos resulta más útil pensar en ellas como trastornos de “la salud del cerebro”. Así, esto está directamente relacionado con la estructura física y los mecanismos del cerebro, así como los problemas emocionales y relacionales que tenemos.
Esta perspectiva pone de relieve la necesidad de cuidar el cerebro, que al igual que otros órganos del cuerpo, se ve afectado por el estilo de vida. Como tal, lo que comemos, cómo nos movemos y la calidad del sueño son factores que afectan al funcionamiento del cerebro.
Además, la forma en que manejamos el estrés y otras emociones, la calidad de nuestras relaciones y nuestro sentido de propósito, todos juegan un papel en la salud mental.
Síntomas de la ansiedad y depresión
La ansiedad y la depresión nos dificultan hacer vida normal pues alteran nuestros hábitos y comportamientos y afectan nuestras relaciones en general, trabajo, familia, pareja, etc.
Como comentábamos anteriormente,estos trastornos pueden ser producidos por preocupaciones exageradas y reiteradas, así como la dificultad para adaptarnos a los cambios en nuestra vida personal o profesional.
Y aunque a menudo se presentan juntas, ansiedad y depresión no son lo mismo. Veamos a continuación sus síntomas para distinguirlas mejor.
Síntomas de la ansiedad
De acuerdo con los expertos de Mayo Clinic, algunos signos y síntomas de la ansiedad son los siguientes:
- Temblores.
- Sudoración.
- Aumento del ritmo cardíaco.
- Sensación de debilidad o cansancio.
- Tener problemas para conciliar el sueño.
- Padecer problemas gastrointestinales (GI).
- Respiración acelerada (hiperventilación).
- Sensación de nerviosismo, agitación o tensión.
- Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.
- Tener dificultades para controlar las preocupaciones.
- Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad.
- Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual.
Síntomas de la depresión
Por su parte, los expertos de Medline Plus indican que la depresión cursa con lo siguientes síntomas:
- Cansancio y falta de energía.
- Dificultad para concentrarse.
- Movimientos lentos o rápidos.
- Sentimientos de desesperanza o abandono.
- Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño.
- Inactividad y retraimiento de las actividades usuales.
- Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa.
- Estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces.
- Cambio grande en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso.
- Pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz, incluso la actividad sexual.
Ver también: Salud mental, ¿qué terapias pueden mejorarla?
10 acciones para manejar la irritabilidad, ansiedad y depresión
Si consideras que algo no va bien con tu salud menta, lo mejor es que busques apoyo psicológico profesional para que puedas sentirte mejor.
Los siguientes consejos podrían ser de ayuda para manejar la irritabilidad, ansiedad y depresión. Sin embargo, no son un sustituto de la terapia que te pueda brindar el profesional.
- Respira lentamente, la lenta exhalación ayuda a relajar el cuerpo: la respiración abdominal te permitirá relajar conjuntamente mente y cuerpo.
- ¡Mueve tu cuerpo! Es bueno que realices una actividad física que te motive, que te haga vencer la pereza del sofá y te incite a ponerte en marcha.
- Pasa tiempo en la naturaleza: dar un paseo al aire libre, hacer un picnic en familia, practicar la jardinería… Todo ello te ayudará a estimular tu cerebro.
- Consigue un sueño regular y reparador: dormir bien es esencial. Durante el sueño, se producen una gran cantidad de procesos celulares y metabólicos fundamentales para mantener en buen estado tu mente y tu cuerpo. No subestimes las horas de sueño porque son tan valiosas como las horas consciente.s
- Pasa tiempo con apoyo amigos o la familia: la red social es fundamental para realizar conductas salutíferas. Rodéate de gente que te aporte y no que te reste.
También…
- Acepta la imperfección: no todo se puede controlar y no siempre podemos hacer todo a la perfección. Por eso a veces es adecuado bajar el listón y simplemente aceptar que todos cometemos errores. Y que lo perfecto no existe.
- Alimentación e hidratación: una dieta equilibrada y la ingesta de entre 2 o 3 litros de agua, benefician a tu cerebro.
- Medita (sentado o en movimiento): es recomendable que tras una intensa jornada de trabajo, te dediques unos momentos a ti. Puedes, por ejemplo, en ese tiempo practicar el auto-conocimiento.
- Practica el perdón: el resentimiento y la ira no son buenos consejeros. Sustitúyelos por emociones positivas y sé feliz.
- Practica el agradecimiento: como dice el famoso proverbio “es de buen nacidos ser agradecidos”.
En resumen, con estas sencillas recomendaciones, podrías aprender a manejar algunos síntomas de la irritabilidad, ansiedad o depresión. Incorpóralos a tus rutinas, coméntaselo a tu psicólogo y sigue adelante con tu terapia. Te hará mucho bien.
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