Acidez nocturna: consejos fáciles para combatirla

Escrito y verificado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 05 agosto, 2024

El problema de la acidez o el reflujo ácido suele intensificarse después de las comidas y durante la noche. Si es tu caso, estamos seguros de que sabrás lo que ello ocasiona: dormir mal, levantarse cansado y sufrir problemas digestivos regulares.

En ocasiones puede ser algo puntual, como cuando se ha comido mucho picante durante la cena o se ha cometido algún pequeño exceso, que acaba interrumpiendo nuestro descanso a media noche con esa molesta acidez.

¿Qué podemos hacer en estos casos? Hoy, en nuestro espacio, queremos enseñarte la manera de tratar la acidez nocturna, recordándote una vez más que, si es algo habitual en ti, lo mejor es contar siempre con el consejo de los médicos.

Acidez nocturna: ¿a qué se debe?

Nuestros hábitos de vida y, en especial, la alimentación son dos factores esenciales que determinan el sufrir o no acidez nocturna o reflujo ácido. Queda claro también que a medida que nos hacemos mayores nuestras digestiones van cambiando, y es común padecer esta dolencia de forma más o menos frecuente.

Ahora bien, es importante considerar otros aspectos en caso de que sufras ya acidez crónica:

• Hay personas que presentan pequeñas anomalías fisiológicas en el tracto gastro-esofágico. Tener, por ejemplo, una válvula del esófago más baja de lo normal hace que ascienda el reflujo del estómago.

• Otro dato a tener en cuenta es que por la noche no solemos tragar saliva, ya que el reflejo de la deglución se inhibe. Esto puede ocasionar ardor de estómago, al no poder neutralizar los efectos indeseables de los fluidos digestivos.

• La saliva, además, contiene bicarbonato que normaliza la producción de ácido gástrico  del estómago. Es un hecho común que también puede explicar este problema.

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Remedios fáciles para la acidez nocturna

Cuida tu postura a la hora de ir a dormir

Parece una tontería, sin embargo, la posición en la que dormimos por la noche va a determinar que nuestro descanso sea más o menos saludable y reparador. Por ello, sería conveniente que siguieras estos sencillos consejos:

• Duerme del lado izquierdo.
• Usa una almohada en forma de cuña o, si lo prefieres, eleva las patas del cabecero de tu cama unos pocos centímetros para evitar que el reflujo ascienda.

Cena temprano y come poco

Si nos vamos a la cama con el estómago lleno aumentaremos el riesgo de sufrir acidez estomacal durante la noche.

• Tener el estómago  demasiado lleno hace que la válvula que lo cierra esté muy presionada y que, por tanto, los ácidos gástricos lleguen al esófago.
• Lo ideal es cenar de dos a tres horas antes de acostarnos para darle tiempo a nuestro estómago a que vaya vaciándose. Recuerda que cuanto más mayores seamos, más tiempo le costará.

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Otro dato a tener en cuenta es que no podemos saltarnos las cenas, pero tampoco debemos comer grandes cantidades. Todos sabemos que, en ocasiones, al pasar todo el día fuera de casa, llegamos con mucha hambre y cometemos algún exceso. No es lo adecuado, mejor sigue estos consejos:

• Consume sopas vegetales, algún pescado como salmón, alguna pieza de fruta…
• Evita el alcohol y las bebidas azucaradas o con gas.
• Consume vegetales hervidos o al vapor.
• Las frutas siempre ralladas, al horno (como las manzanas) o en puré, nunca naturales.
• Evita los alimentos dulces típicos de los postres, mejor elige una infusión de manzanilla.
• Y recuerda, nunca picotees antes de acostarte ni te levantes por la noche a comer.

No hagas ejercicio antes de ir a la cama

Hay mucha gente que suele salir a correr o andar justo antes de irse a dormir. No es recomendable. Lo que sí puede ayudar a evitar la acidez nocturna es dar un pequeño paseo de 10 minutos después de cenar. Algo suave que no te canse.

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Ejemplos de cenas para evitar la acidez nocturna

• Sopa de arroz con un poco de salmón
• Compota de manzana
• 1 vaso de agua con 5 ml de vinagre de manzana

Ejemplo 2

• Hojaldre con espinacas
• Membrillo
• Una infusión de manzanilla
• 1 vaso de agua con 5 ml de vinagre de manzana

Ejemplo 3

• Crema de calabaza
• Zanahorias hervidas con queso bajo en grasa y media berenjena
• Compota de pera
• 1 vaso de agua con 5 ml de vinagre de manzana

Ejemplo 4

• Ensalada de escarola con jamón, almendras crudas y tomates cherry
• Crema de espárragos
• Unos trocitos de papaya
• 1 vaso de agua con 5 ml de vinagre de manzana

Ejemplo 5 

• Pechuga de pollo (sin piel) a la plancha con romero
• Una tostada con membrillo y queso bajo en grasa
• Una manzana al horno
• 1 vaso de agua con 5 ml de vinagre de manzana

Ejemplo 5

• Brócoli al horno
• Crema de remolacha
• Gelatina de fresas
• 1 vaso de agua con 5 ml de vinagre de manzana

No obstante, ante cualquier reflujo que se manifieste de manera continuada es recomendable acudir al médico, para que te dé las indicaciones necesarias y, en su caso, te indique el tratamiento adecuado.