¿Qué es la activación muscular y por qué es importante?
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
La activación muscular es un concepto que se presta a confusión y que también se puede encontrar en internet bajo la propuesta de una serie de técnicas para mejorar la postura y calmar dolores. De hecho, existen cursos de formación y certificación internacional para quien quiera formarse en esta modalidad.
En sí, la activación muscular es el proceso por el que un músculo se contrae, es decir, que realiza su trabajo, ya sea de forma voluntaria o involuntaria. Activamos los glúteos y los abdominales para hacer la plancha, por ejemplo, de manera que sostengamos la postura por el tiempo estipulado.
Pero también tenemos al MAT (muscle activation techniques) o técnicas de activación muscular. Esto sí es una forma de tratamiento de los desórdenes neuromusculares que causan dolores, debilidades y desequilibrios.
¿Qué es el MAT o la activación muscular?
A principios de la década del 2000, Greg Roskopf, magíster en salud y fitness, propuso una teoría para explicar por qué muchas personas tenían molestias musculares que no se solucionaban con las técnicas de fisioterapia habituales. Para él, la vía eficaz consistía en buscar desequilibrios que explicasen el dolor desde otra perspectiva.
Así es que planteó que algunos pacientes sufrían dolores en un lado del cuerpo, por ejemplo, debido a que no activaban con suficiente precisión el lado contrario. Y esto podría remontarse a una mala conexión entre las neuronas y el tejido muscular, o a una inhibición en la comunicación del sistema nervioso con el músculo.
Fue así que desarrolló técnicas puntuales para darle solución a lo que él determina como un problema. Estas técnicas parten de un diagnóstico que hace el especialista en MAT, mediante el cual logra identificar las zonas no activadas.
Luego, el tratamiento pretende la activación muscular de esas regiones olvidadas por el sistema nervioso. Con diferentes aproximaciones, se estimula la contracción y la tensión en las áreas que podrían mejorar la calidad de vida del paciente.
Las razones del problema según el MAT
Entonces, resumiendo la teoría de la activación muscular, diríamos que hay 3 formas en las que se podría generar un dolor neuromuscular susceptible de solucionarse con las técnicas de MAT:
- Inhibición: el cerebro sería capaz de inhibir la transmisión nerviosa en ciertas neuronas que se encargan de activar a los músculos. ¿Por qué lo haría? En general, para proteger las estructuras o porque detecta que no se utilizan. O sea, porque hay una lesión o un movimiento repetitivo que haría daño, o porque el sedentarismo advierte al sistema nervioso que esa parte no se utiliza.
- Debilidad: es posible que tengamos músculos débiles. Esto sería que no están capacitados para cumplir la función específica que les corresponde. No se contraen con la fuerza suficiente que se requiere en el contexto anatómico en el que están insertos o no llegan a ejecutar el movimiento que le pedimos en un ejercicio o en un deporte. Esta debilidad hará que el cerebro active otros músculos cercanos o lejanos para concretar la acción. Esto favorece las lesiones, pues los otros tejidos activados no están formados para esa nueva función.
- Desequilibrio: el desequilibrio muscular sería consecuencia de los 2 problemas anteriores. Una parte del cuerpo se desarrolla mucho más que la otra. Por lo tanto, hay músculos con buen tono y fuerza que opacan al resto y que no les permiten activarse. Es como si la parte más débil ingresara a un modo de ahorro de energía crónico.
Técnicas de activación muscular
Las técnicas de MAT son ejecutadas por personas que se formaron en esta materia. Dependiendo del país y de la legislación sanitaria vigente, a veces se exigirá que el profesional sea fisioterapeuta, mientras que en algunos lugares esto no es indispensable.
Por lo tanto, puede ser una especialidad dentro de la kinesiología o una terapia alternativa. En cualquiera de las dos modalidades, el técnico o el profesional realizan un diagnóstico previo para identificar aquellas zonas inhibidas, debilitadas o con desequilibrio. Luego aplica las técnicas de MAT.
Pero también hay algunos ejercicios de activación muscular que son útiles para realizar en casa. Antes de proceder a una rutina más intensa, estas alternativas sirven como calentamiento.
1. Isométricos
Los movimientos isométricos son capaces de activar la musculatura, evitando algunos perjuicios que tienen los ejercicios concéntricos. Estos últimos son aquellos que acortan las fibras musculares contra una resistencia, como sucede al elevar una mancuerna hacia nuestro hombro.
El problema de los concéntricos es que, si se repiten demasiado, potencian unas fibras mientras dejan a otras fuera del reclutamiento. En consecuencia, una zona del cuerpo se hace más fuerte, pero la otra se debilita.
Los ejercicios isométricos no cambian el largo de la fibra muscular. Es decir, la persona permanece en una contracción estática y no hay desplazamiento notorio. Esto mejora el equilibrio neuromuscular y se puede ejecutar con facilidad si hacemos la plancha isométrica o la sentadilla estática.
2. Rodillas arriba sin impacto
Antes de salir a la sesión de running, los corredores pueden hacer algunos movimientos de calentamiento que activen todo el tren inferior. Uno de ellos es levantar las rodillas por encima del nivel de la cadera, pero sin trotar en el lugar y devolviendo el pie a su posición inicial sin impacto.
El secreto de esta activación muscular es la calma para completar el arco de la articulación y no descender con demasiada potencia. Buscamos estimular el tejido muscular, no empezar a correr. Luego, con la sesión de running se usarán los músculos habituales.
3. Palpación
Con la palpación estimulamos tejidos musculares que podrían estar inhibidos. El solo hecho de tocar masas musculares inactivas envía una señal al cerebro para que haya algo de contracción.
Es difícil identificar qué regiones tocar si no estamos formados en MAT. De todas maneras, una buena idea consiste en palpar aquellas zonas que sabemos que usamos con menos frecuencia.
Si siempre hacemos trabajo de fuerza en el gimnasio, concentrados en el tren superior, y nunca salimos a correr, podríamos dedicar minutos a la palpación de los glúteos, los cuádriceps y los gemelos. Es una manera de advertir al cerebro para que no desconecte esos músculos menos empleados.
El MAT todavía tiene camino por recorrer
La técnica de activación muscular no es aceptada por todos los profesionales de la salud. Aún queda camino por recorrer y se requieren más estudios científicos que establezcan su verdadero alcance.
Por lo pronto, sabemos que no es lo mismo para los niños que para los adultos. En la edad pediátrica no hay los mismos vicios que con el envejecimiento, así como tampoco se suelen realizar trabajos de gimnasio de fuerza, lo que limita la incidencia de la inhibición o las lesiones deportivas.
Para las personas de mayor edad es interesante la activación muscular abdominal que reduce el dolor de espalda. Sin embargo, hay investigaciones que aclaran que no todos se benefician de ello y que debería existir una prescripción personalizada.
Por lo pronto, consulta con un profesional de la salud de confianza. Empieza con un fisioterapeuta o un médico traumatólogo que te oriente, te diagnostique y te recomiende o no una sesión de MAT.
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