¿Qué es un agujero oval persistente y qué consecuencias tiene?

El agujero oval consiste en un pequeño túnel que comunica la aurícula derecha con la izquierda. Esta estructura debería cerrarse al nacer, pero el 25 % de la población la presenta durante toda su vida.
¿Qué es un agujero oval persistente y qué consecuencias tiene?
Samuel Antonio Sánchez Amador

Escrito y verificado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 10 julio, 2023

El término agujero oval persistente (AOP) hace referencia a un orificio en el corazón que no se cerró como debería tras el nacimiento. Se trata de un remanente de la circulación fetal que está presente en muchas personas sanas, pero por desgracia se ha asociado a varias condiciones clínicas a lo largo de la adultez. Este fenómeno biológico se ha registrado en un 25 % de la población.

Sin ir más lejos, estudios que citaremos en líneas posteriores estiman que, de los 800 000 accidentes cerebrovasculares (ACVs) que suceden cada año en Estados Unidos, unos 70 000 podrían estar asociados a agujeros ovales persistentes. Si quieres saber más sobre esta condición tan interesante como desconocida, sigue leyendo.

¿Qué es un agujero oval persistente?

Para comprender esta situación, primero debemos fijar nuestra atención en el agujero oval o foramen ovale.  Esta formación es una abertura en la pared del tabique intraauricular del corazón, cuya función es permitir el paso de sangre desde la aurícula derecha a la izquierda. Se trata de un conducto que facilita la circulación sistémica fetal.

El agujero oval se forma sobre la cuarta semana de gestación, como un pequeño pasaje conector entre el septum secundum y el ostium secundum. Cabe destacar que un bebé no recibe la sangre de sus pulmones (pues no están desarrollados) mientras crece en el útero materno, sino de la sangre rica en oxígeno que proviene de la placenta.

Así, el foramen ovale permite que el recorrido continúe sin la necesidad de que la sangre pase por un circuito pulmonar (de derecha a izquierda). Tal y como indica la revista Journal of Cardiovascular Echographyeste agujero comienza a cerrarse con el nacimiento, desapareciendo por completo en el 75 % de la población a los 2 años de edad.

En el 25 % de la población restante, el agujero oval no se cierra y permanece durante toda la vida. La gran mayoría de los agujeros ovales persistentes (AOP) son asintomáticos, pero como veremos, se han asociado a ciertas complicaciones circulatorias.

Feto en el vientre materno.
Durante el desarrollo fetal, el agujero oval permite la circulación sanguínea que asegura la oxigenación.

Síntomas asociados al agujero oval persistente (AOP)

Tal y como indica la Clínica Mayo la mayoría de las personas nunca se enteran de que tienen un agujero oval y, por ello, los datos epidemiológicos provienen de las autopsias. También se puede detectar esta anomalía en un ecocardiograma rutinario o que se realiza buscando otra patología.

De todas formas, la anatomía del AOP puede ser diferente en cada caso, con un túnel de diferente ancho y largo: de 5 a 13 milímetros y de 1 a 6 milímetros, respectivamente.

En los bebés con un agujero oval que aún no se ha cerrado (algo esperable), se puede presentar un color azulado en la piel al realizar esfuerzos, evento conocido como cianosis. Esto se produce a causa de una oxigenación deficiente de la sangre en la que interviene el agujero oval, pero suele ser indicativo de patologías cardíacas que van más allá del AOP.

Posibles causas y factores de riesgo

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos afirma que se desconocen las causas del agujero oval persistente. Tampoco se conocen factores de riesgo asociados a su aparición, aunque como siempre, se sospecha de la genética familiar. De todas formas, sabemos que el cierre normal del foramen ovale ocurre por cambios de presión en los pulmones.

Cuando estas estructuras empiezan a funcionar, la presión vascular pulmonar disminuye y la presión atrial derecha excede a la izquierda. Esto fuerza el contacto entre el septum primum y el septum secundum, lo que eventualmente se traduce en un cierre del agujero oval. Como prueba de este cierre queda una pequeña depresión en la pared entre ambos septos: la fossa ovalis.

Para complicar aún más las cosas, algunas fuentes argumentan que un agujero oval cerrado puede abrirse de forma transitoria por un aumento en la presión sanguínea. Este evento clínico recibe el nombre de pro-AOP, pero no hay muchas citas bibliográficas que respalden su existencia.

Posibles consecuencias de un agujero oval persistente

La mayoría de los agujeros ovales persistentes son silenciosos, pero esto no significa que no puedan reportar riesgos. Tal y como indica el Texas Health Institute Journalesta anormalidad cardíaca se asocia a accidentes cerebrovasculares y otras condiciones.

1. Accidente cerebrovascular

Un accidente cerebrovascular (ACV) puede ser isquémico (80 % de los casos) o hemorrágico (20 %). La primera variante sucede cuando se forma un coágulo de sangre en las arterias que irrigan al tejido cerebral, lo que se traduce en una muerte neuronal casi inmediata. Los derrames hemorrágicos, por otro lado, ocurren por aneurismas o traumatismos directos.

De los 800 000 derrames que ocurren anualmente en Estados Unidos, unos 600 000 son isquémicos. De esos 600 000, 200 000 son de naturaleza criptogénica y 70 000 se asocian a un agujero oval persistente. El término criptogénico se usa para designar a los ACVs que no presentan irregularidades en las imágenes cardíacas o en los análisis sanguíneos.

Se cree que los AOPs están asociados al derrame cerebral por un motivo muy sencillo. Cuando las personas son mayores tienden a crear coágulos en las piernas, pues la circulación es más trabajosa. El coágulo podría desplazarse de las extremidades inferiores, pasar por el agujero oval y llegar a una arteria cerebral.

Así pues, la existencia de un agujero oval podría facilitar mucho el movimiento de un trombo desde el sistema venoso al arterial. Por esta razón, se estima que aproximadamente el 40 % de los pacientes con ataques cerebrovasculares criptogénicos sin una causa concreta tienen agujeros ovales persistentes.

2. Ataque al corazón

Estamos ante la misma premisa que en el caso anterior, pero en esta ocasión el coágulo circulante (émbolo) puede pasar por el AOP y llegar a una arteria coronaria, tal y como indica el portal Texas Heart Esta serie de condiciones se engloban bajo el término embolismo paradójico.

¿Cómo se diagnostica?

La técnica diagnóstica principal es la ecocardiografía, es decir, la utilización de sondas sonoras para crear una imagen del corazón. Esta metodología es mucho más efectiva que una radiografía simple, así que permite detectar de forma precisa cualquier anormalidad. Las imágenes obtenidas en esta prueba pueden ser bi o tridimensionales.

Si el agujero oval no se puede observar con facilidad con técnicas de imagen, se recurre a la técnica de la burbuja. En este procedimiento se inyecta una pequeña solución salina en el torrente sanguíneo del paciente mientras el médico observa el corazón a través de una ecocardiografía.

Si existe un agujero oval (por pequeño que sea) se apreciarán pequeñas partículas salinas cruzando desde la aurícula derecha hacia la izquierda. Si no hay orificio entre ambas estructuras, las burbujas salinas se filtrarán en los pulmones, por lo que no se observará un claro intercambio cardíaco.

Tratamientos disponibles para el agujero oval persistente

Tal y como indican en StatPearls un agujero oval durante la edad pediátrica no tiene que ser tratado. Además, en la población adulta solo se concibe su abordaje en personas que ya han sufrido un accidente cerebrovascular criptogénico en el pasado.

Algunos de los abordajes para tratar un agujero oval persistente son los siguientes:

  • Tratamiento farmacológico: consiste en la administración al paciente de antitrombóticos, como la aspirina. Esto no provoca un cierre del agujero oval persistente, pero sí evita que se formen coágulos y que circulen libremente entre la aurícula derecha y la izquierda.
  • Mecanismo de cierre percutáneo: mediante la introducción de un catéter especial puede llegar a cerrarse un agujero oval sin requerir una cirugía de corazón abierto. Aun así, se realiza de forma quirúrgica y, por tanto, el paciente debe permanecer ingresado en el hospital. Se ha demostrado efectivo en pacientes con AOPs menores de 60 años.
  • Procedimientos quirúrgicos: la última de las opciones, pues una operación a corazón abierto nunca es deseable. Solo se concibe cuando el agujero oval es mayor a 25 milímetros, cuando no se consigue cerrar con mecanismos percutáneos o cuando la fisiología del paciente no permite el procedimiento percutáneo.
Cirugía cardíaca para el agujero oval persistente.
Una cirugía cardíaca es la última opción. Se reserva para casos que revisten gravedad y posibilidad de eventos mayores.

Estilo de vida

Es difícil realizar recomendaciones a largo plazo para los pacientes con AOPs, pues seguro ninguno de ellos sepa que lo tiene. De todas formas, las reglas para las personas con cualquier desorden cardíaco son las mismas: tomar los medicamentos en las dosis adecuadas y llevar un estilo de vida sano y activo.

La obesidad, por ejemplo, favorece el estancamiento de la sangre en las venas (estasis), lo que estimula la formación de un coágulo o trombo. Así se aumentan las probabilidades de que se desprenda (émbolo) y viaje al sistema arterial a través del agujero oval.

Por esta razón, se recomienda a todos los pacientes con AOP y otros desórdenes circulatorios que sean activos, que hagan ejercicio regularmente y cuiden su peso. Si se reducen las probabilidades de trombosis se evita también un accidente cerebrovascular o un infarto de miocardio asociado al agujero oval.

Cuidarse sin alarmarse

Con estas líneas no hemos querido preocupar a nadie. La mayoría de los agujeros ovales persistentes son silenciosos y no provocan ningún problema. Sí es cierto que se ha asociado su presencia a un mayor riesgo de embolismos, pero esta correlación aún requiere de más estudios y conocimiento por parte de los profesionales.

Por fortuna, los riesgos de esta y otras muchas patologías de índole circulatoria se pueden disminuir al mínimo con un estilo de vida sano. Por ello, una dieta saludable y una rutina activa evitarán que surjan complicaciones derivadas de un agujero oval persistente.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.