Alcachofas a la montillana: ¿cómo se preparan?

Te vamos a enseñar a preparar alcachofas a la montillana, una receta sencilla que cuenta con muchos beneficios para la salud cuando se incluye en una dieta variada.
Alcachofas a la montillana: ¿cómo se preparan?
Saúl Sánchez Arias

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 10 julio, 2023

Te vamos a enseñar a preparar un plato tradicional de la región de Córdoba: las alcachofas a la montillana. Resulta una excelente opción para introducir estos beneficiosos vegetales en la dieta. Cuentan con un sabor bastante potente, por lo que no a todo el mundo le gustan cuando se hacen a la plancha.

Hay que tener en cuenta que estos comestibles concentran grandes cantidades de fibra, por lo que pueden resultar indigestos para aquellas personas que presentan problemas de disbiosis intestinal. Aun así, en condiciones normales es muy recomendable su inclusión en la dieta regular.

Ingredientes de las alcachofas a la montillana

Para preparar unas estupendas alcachofas a la montillana necesitarás los siguientes ingredientes:

  • 1/2 cebolla.
  • 4 dientes de ajo.
  • 1 kilo de alcachofas.
  • 8 gramos de maicena.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • 200 gramos de vino blanco.
  • 60 gramos de jamón serrano.
  • 1 ramita de hierbabuena, azafrán y sal.
  • 225 gramos de caldo de pollo o de jamón.

Paso a paso

Primero habrá que pelar y lavar las alcachofas. Acto seguido, se sumergen en un bol con agua y perejil o con limón para evitar que se oxiden.

Para cocerlas solo será necesario sumergirlas en agua hirviendo durante unos minutos hasta que queden tiernas. Es importante retirar completamente las hojas más duras de la parte externa, que ya cuentan con un gusto más desagradable.

Una vez que las alcachofas están cocidas, se cortan en cuartos y se pica bien la cebolla. Lo mismo se hace con los ajos.

En una cazuela se introduce un fondo de aceite de oliva virgen extra y se rehogan la cebolla y los ajos hasta conseguir que ambos estén tiernos. Es importante añadir una pizca de sal para que suelten el agua contenida en el interior.

En este punto, se agrega el vino y se añaden las alcachofas. Se deja reducir a fuego medio y, cuando apenas queda vino, se introduce en la cazuela el caldo junto con la maicena disuelta en un vasito del propio líquido frío. También será el momento de añadir la hierbabuena y el azafrán.

Se cocina toda la mezcla hasta que el caldo se haya evaporado en buena parte, generando una salsa mucho más espesa y homogénea. En este punto habrá que introducir en la cazuela el jamón cortado en pequeñas tiras y la receta estará lista para su consumo.

Alcachofas en un canasto.
Las hojas más externas de las alcachofas deben retirarse porque son las que tienen peor gusto.


Beneficios de las alcachofas

Las alcachofas son vegetales que generan efectos muy positivos sobre el estado de salud. Por este motivo, deberían formar parte de una dieta variada y equilibrada.

Mejoran la salud hepática

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Phytotherapy Research, las alcachofas pueden ayudar a prevenir y a manejar patologías hepáticas, como el hígado graso no alcohólico. Para ello, habrá que consumir estos vegetales de forma frecuente por medio de la dieta, aunque también es válido el uso de un extracto de los mismos.

Gracias a los antioxidantes que contienen en su interior se consigue retrasar la progresión de esta enfermedad crónica. También es posible experimentar una mejora en los parámetros séricos asociados a la salud del hígado.

Ayudan a prevenir el estreñimiento

Las alcachofas cuentan con una cantidad significativa de fibra en su interior. Este elemento resulta clave para estimular la velocidad de tránsito intestinal y para prevenir situaciones de estreñimiento.

Así lo evidencia una investigación publicada en la revista Nature Reviews. Ahora bien, será importante asegurar también un aporte adecuado de líquidos para manejar este problema.

De todos modos, hay que tener en cuenta que la fibra puede resultar un arma de doble filo. Cuando se experimenta un bloqueo funcional en el tubo digestivo o una situación de disbiosis, su inclusión en la dieta puede ser contraproducente. En estos casos conviene siempre consultar con un profesional para diseñar una solución a medida.

Previenen el desarrollo de patologías complejas

Hay que destacar que las alcachofas concentran muchos compuestos antioxidantes en su interior. La quercetina podría ser un buen ejemplo de ellos.

Estos elementos son capaces de neutralizar la formación de radicales libres y su posterior acumulación en los tejidos del organismo, lo que se relaciona con un mayor estado de bienestar. El aporte de antioxidantes es determinante a la hora de prevenir el envejecimiento prematuro, según un estudio publicado en Clinical Interventions in Aging.

Plato con alcachofas a la montillana.
Las alcachofas son fuente de fibra y antioxidantes. Su inclusión en la dieta está recomendada.

Contraindicaciones de las alcachofas

El consumo de alcachofas está contraindicado en personas que sufren obstrucciones biliares. Esto se debe a que dichos alimentos estimulan el paso de la bilis a través de la vesícula, lo que podría generar cálculos. Tampoco se recomienda su ingesta durante el embarazo o la lactancia.

Asimismo, será preciso consultar con el especialista si tras el consumo de las mismas se experimentan problemas digestivos, como gases o dolores abdominales. Pueden existir alteraciones funcionales que no respondan correctamente ante un aporte de fibra.

Prepara alcachofas a la montillana

Preparar alcachofas a la montillana es muy fácil y rápido. Con esta receta aseguras un aporte elevado de sustancias con carácter antioxidante, lo que contribuye a mejorar el estado de salud. Son alimentos que resultan muy beneficiosos para la salud hepática.

Ten en cuenta que siempre es recomendable garantizar la variedad en la dieta. Es positivo incluir vegetales muy diferentes para conseguir que el consumo de fitonutrientes sea completo.


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