Alergia al huevo: qué es y cómo es su tratamiento

La alergia al huevo suele presentarse con más frecuencia entre los niños. ¿Cómo reconocerla? ¿Qué hacer al respecto? En este espacio lo detallamos.
Alergia al huevo: qué es y cómo es su tratamiento
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 16 junio, 2023

La alergia al huevo se manifiesta cuando el sistema inmunitario interpreta que las proteínas de este alimento son sustancias nocivas. De este modo, en su intento por defender el cuerpo de esos ‘invasores’, reacciona de manera desproporcionada y genera una respuesta inflamatoria y alérgica.

Si bien puede ocurrir en personas de todas las edades, los más afectados son los niños. Según datos divulgados por American Academy of Allergy, Asthma & Immunology, esta es la segunda alergia alimentaria más común en los niños pequeños después de la causada por la leche de vaca.

Para ser más precisos, se estima que afecta a un 0,9 % de todos los niños y a un 1,3 % de los niños menores de 5 años. ¿Cómo reconocerla? ¿Cuáles son sus riesgos? A continuación, te contamos todos los detalles.

¿Qué es la alergia al huevo y por qué se produce?

La alergia al huevo ocurre cuando el sistema inmunitario reacciona de manera exagerada a las proteínas de la clara o la yema de este alimento, tras reconocerlas como compuestos dañinos para el organismo.

Está mediada por la inmunoglobulina E (IgE), que es un anticuerpo que se une a los antígenos —en este caso las proteínas del huevo— y que deriva la respuesta en el sistema inmune. Así, cuando la persona afectada ingiere huevo o sus derivados, su cuerpo libera histamina y otros químicos que provocan una respuesta inflamatoria.

Los síntomas pueden ir de leves a graves, y abarcan desde un simple sarpullido hasta anafilaxia (raros casos). Por fortuna, un 70 % de los niños afectados suelen superar este problema después de los 16 años.

Una investigación en International Archives of Allergy and Immunology expone que introducir el huevo de forma temprana en la alimentación puede disminuir el riesgo de que los niños desarrollen esta alergia.

Síntomas de la alergia al huevo

El cuadro clínico de la alergia al huevo puede desarrollarse poco después de ingerir el alimento, o bien, pasadas dos horas. A menudo, presenta unas características similares a las de otras alergias alimentarias. Así, causa síntomas cutáneos, gastrointestinales y respiratorios como los siguientes:

  • Urticaria difusa (ronchas que causan un picor intenso).
  • Picazón de la boca y la lengua.
  • Angioedema (una inflamación que se presenta bajo la piel).
  • Dolor abdominal.
  • Diarrea.
  • Vómitos.
  • Deshidratación.
  • Congestión nasal y aumento de la mucosidad.
  • Estornudos.
  • Tos.
  • Opresión en el pecho o falta de aire.


Anafilaxia

Cuando la reacción alérgica es severa, puede desencadenar una reacción anafiláctica que pone en riesgo la vida. De ser así, requiere intervención médica inmediata, pues será necesario un tratamiento con adrenalina. Los síntomas de alerta son los siguientes:

  • Dificultad respiratoria severa.
  • Dolor abdominal.
  • Incremento de la frecuencia cardíaca.
  • Mareos, descenso de la presión sanguínea y pérdida del conocimiento.

Otras complicaciones

Más allá de la anafilaxia, la reacción del sistema inmunitario por la alergia al huevo puede derivar otras complicaciones de salud. Las más frecuentes son las siguientes:

  • Alergias a otros alimentos, como la leche, el maní o la soja.
  • Alergias a los ácaros, el polen o la caspa de las mascotas.
  • Dermatitis atópica.
  • Asma.

Es muy importante estar atentos a los síntomas de la alergia al huevo, por más leves que sean. Su gravedad puede variar entre un paciente u otro. Y aunque al principio haya sido leve, luego puede manifestarse de forma más grave.

Cuando el médico considera que hay un riesgo alto de anafilaxia, puede indicar una inyección de epinefrina de urgencia. Esta cuenta con un autoinyector que facilita su uso.

Alergia en niños

La alergia al huevo se considera una enfermedad infantil, ya que suele manifestarse en menores de 5 años. Sus primeros síntomas se notan al introducir el huevo en la alimentación complementaria del bebé.

En la mayoría de los casos, los niños alérgicos están sensibilizados a los alérgenos de la clara de huevo, pero no a los de la yema. Aun así, esta condición suele resolverse en un 70 % de los casos antes de la adolescencia.

El porcentaje restante sigue experimentando la alergia persistente hasta la edad adulta. Estos casos merecen especial atención, dado que el riesgo de reacciones graves también incrementa.

Alergia en adultos

Que la alergia al huevo se inicie durante la edad adulta es extremadamente raro. A menudo, se relaciona con antecedentes de otros tipos de alergias alimentarias. Sin embargo, se han reportado casos de alergias repentinas sin ningún tipo de historial de intolerancias.

Una publicación en Clinical and Molecular Allergy sugiere que el estrés, las alteraciones de la microbiota, los trastornos inflamatorios intestinales y algunos medicamentos pueden estar involucrados en el desarrollo de esta alergia en la edad adulta.

Como sea, la mayor parte de las veces inicia en la infancia y se prolongan hasta la adultez. Su pronóstico en estos casos no es muy bueno, pues hay un alto riesgo de sufrir reacciones graves.

Una investigación a través de International Journal of Molecular Sciences expone que en la edad adulta es más frecuente la alergia a las proteínas de la yema de huevo. 

¿Cuándo hay que consultar al médico?

Es primordial solicitar atención médica si tras comer huevos o productos que contengan huevos hay manifestaciones clínicas de alergia. Si es posible, hay que acudir al especialista tan pronto como se presente la reacción. Así, el profesional puede observar los síntomas y arribar con más facilidad al diagnóstico.

Diagnóstico de la alergia al huevo

Para llevar a cabo un diagnóstico de la alergia al huevo, el médico inicia con un estudio detallado de la historia clínica y un examen físico de los pacientes. Posterior a esto, sugiere pruebas de alergia in vitro o in vivo para confirmar la condición.

Según información de Pediatric Clinics of North America, estos exámenes abarcan lo siguiente:

  • Medición de anticuerpos IgE específicos de alimentos.
  • Pruebas de punción cutánea.
  • Prueba de parche de atopia (APT).
  • Dieta de eliminación de diagnóstico.
Durante la revisión de la historia clínica, hay que detallar toda información de la ingesta dietética de huevo, así como las reacciones posteriores. En este punto también es necesario proporcionar datos de antecedentes familiares de alergia al huevo u otras alergias alimentarias.

Tratamiento de la alergia al huevo

Al igual que en otras alergias alimentarias, el tratamiento de primera línea contra la alergia al huevo es evitar el consumo de este alimento, así como de sus derivados. El médico también sugiere un plan de acción contra la alergia, en caso de que se presente. Esta incluye lo siguiente:

  • Antihistamínicos. Son de venta libre y pueden ayudar a calmar los síntomas en los casos más leves. No ayudan si hay una reacción anafiláctica.
  • Inyecciones de epinefrina de emergencia. Como hemos comentado, esta inyección se utiliza si hay síntomas de anafilaxia. Sirve para relajar los músculos de las vías respiratorias y para estrechar los vasos sanguíneos.

Terapia de desensibilización oral

Dado que el huevo es un alimento muy común, presente en muchos productos alimentarios y hasta medicamentos, es difícil evitarlo por completo. En respuesta a esto, se ha desarrollado un tratamiento de desensibilización oral.

También llamado inmunoterapia oral, consiste en administrar dosis muy bajas del alimento, para poco a poco incrementar las porciones, de modo que el cuerpo se vaya adaptando al mismo. Puede durar de semanas a meses, y funciona hasta en un 70 % de los casos.

Una revisión divulgada en Cochrane Library: Cochrane Reviews determinó que este tratamiento tiene mucho potencial para incrementar la tolerancia al huevo. 

En todo momento debe estar supervisado por el médico, ya que es posible que se presenten los síntomas de la alergia. La educación para el paciente y su familia es clave para manejar las reacciones y lograr éxito con esta terapia.



Productos que habitualmente contienen huevo

Hay que considerar que el huevo está presente en muchos productos comerciales. De ahí la importancia de revisar las etiquetas como parte de las estrategias para evitar los síntomas de esta alergia. Con frecuencia, está presente en los siguientes alimentos:

  • Productos de panadería.
  • Ultraprocesados industriales.
  • Postres lácteos.
  • Caramelos y golosinas.
  • Salsas y aderezos.
  • Cafés con crema.

¿Las personas con alergia al huevo pueden consumir huevos horneados?

La respuesta corta a este interrogante es: tal vez. A día de hoy, se ha observado que los pacientes con alergia al huevo suelen tolerar aquellos productos horneados que contienen huevo.

En una publicación de NIH Research Matters se sugiere que esto se debe a que las altas temperaturas del horneado ayudan a descomponer las proteínas del huevo que causan la alergia.

Por tal razón, este método de cocción se considera con frecuencia en la terapia de desensibilización oral. Con un control cuidadoso, parece seguro que los niños consuman productos de huevo horneados. Aun así, es necesario mantener la supervisión médica.

La alergia al huevo, una de las alergias alimentarias más frecuentes

Hay que recordar que la alergia al huevo es la segunda alergia alimentaria más común durante la infancia. Estar atentos a sus síntomas es determinante para intervenirla de manera oportuna y adecuada. No hay que ignorar que puede derivar en reacciones anafilácticas que ponen en riesgo la vida.

Por fortuna, en más del 70 % de los casos se supera tras llegar a la adolescencia. En todos los casos es conveniente evitar la presencia de huevo y sus derivados en la dieta. Solo si el médico sugiere una terapia de desensibilización, es posible incorporar poco a poco este ingrediente en la alimentación.


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