Alergia, intolerancia, aversión e intoxicación alimentaria: conoce las diferencias

La sintomalogía de estas condiciones tiene algunas semejanzas; sin embargo, no tienen la misma causa. Por eso, es necesario identificar el origen del problema para darle una solución eficiente.
Alergia, intolerancia, aversión e intoxicación alimentaria: conoce las diferencias
Saúl Sánchez Arias

Revisado y aprobado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 11 julio, 2023

Alergia, intolerancia, aversión, intoxicación alimentaria…. ¿Conoces las diferencias entre estas 4 situaciones? Pueden presentar sintomatología parecida, sin embargo, las causas son muy distintas entre sí. Te ayudaremos a identificar cada proceso y a conocer los motivos que pueden desencadenarlo.

Aunque hay gente que piensa que los 3 conceptos significan los mismo, el origen y la fisiopatología es completamente diferente. Es importante conocer cada uno de ellos, para prevenir problemas dietéticos o de salud.

Diferencias entre alergia, intolerancia, aversión e intoxicación alimentaria

1. Alergia

Es una reacción del sistema inmunitario hacia algo que no resulta nocivo, denominado alérgeno. Se trata, por lo tanto, de una respuesta a una falsa alarma que cursa con una sintomatología caracterizada por:

  • Hormigueo o picazón
  • Edema
  • Urticaria
  • Hinchazón en lengua y garganta
  • Dolor abdominal
  • Diarrea o nauseas
  • Vómitos y mareos.

Las alergias pueden presentar diferentes intensidades, desde procesos leves hasta un shock anafiláctico. Estos últimos pueden resultar fatales y se combaten mediante inyecciones de fármacos.

La causa de las alergias suelen ser ciertas proteínas presentes en los mariscos, frutos secos, pescado, huevos, leche o trigo. La ingestión de una pequeña cantidad de estas proteínas puede iniciar el proceso mediado por anticuerpos IgE. 

Es importante consultar al médico si se siente opresión de las vías respiratorias, descenso de la presión arterial, pulso acelerado o mareos y aturdimiento.

Las alergias alimentarias se dan cuando el sistema inmunitario reacciona ante la presencia de alérgenos. En este caso, puede ocurrir tras ingerir mariscos, frutos secos, pescado, huevos, entre otros.

Intolerancia

Una intolerancia alimentaria es una reacción desfavorable derivada de la ingestión de ciertos alimentos. Ocurre a causa de una digestión, metabolización o asimilación inadecuada de la comida, lo cual desencadena efectos adversos en el organismo, según un estudio publicado en Nutrición Hospitalaria.

Puede ser primaria si es hereditaria, secundaria si el origen no es genético o puede ser reversible en un cierto periodo de tiempo, o congénita si es hereditaria y presente desde el nacimiento.

Los compuestos más propensos de causar una intolerancia alimentaria son la lactosa y el gluten, sin embargo, muchos otros pueden llegar a ocasionar una intolerancia. Normalmente, la sintomatología de la intolerancia cursa con:

  • Trastornos gastrointestinales
  • Molestias dermatológicas
  • Problemas neurológicos
  • Aumento de peso
  • Problemas musculares o reumatismo

Las diferencias más destacables con respecto a la alergia son que la intolerancia no depende del sistema inmunitario y que su sintomatología es menos aguda.

En los últimos años, se han realizado estudios individuales en los que se valora la intolerancia a ciertos alimentos a partir de una analítica sanguínea, sin embargo, estos resultados no presentan evidencia científica.

Aversión

Es uno de los desordenes alimenticios más comunes durante los 3 primeros años de vida. Se trata de un rechazo persistente a ciertos alimentos por sus características organolépticas. Su sintomatología engloba la muecas faciales de desgrado, vómitos y expulsión de la propia comida.

A menudo, se trata de una condición que forma parte de un trastorno del procesamiento sensorial, por lo que viene acompañado de otros problemas sensoriales. Normalmente, se detecta a partir del rechazo constante del niño hacia la introducción de nuevos alimentos.

Sin embargo, la comida que le gusta la come sin ningún problema. Sin suplementos nutricionales estos niños demostrarán deficiencia nutricional, pero no retrasos en el crecimiento. No se asocia a alergias alimentarias ni a experiencias traumáticas.

Aversión infantil
La aversión es el rechazo persistente a ciertos alimentos por sus características organolépticas. Es muy frecuente entre los niños pequeños y puede conducir a deficiencias nutricionales.

Intoxicación alimentaria

Se trata de la última de estas 4 situaciones distintas. Ocurre a partir de la ingestión de un alimento o líquido que contiene bacterias, virus, parásitos o toxinas producidas por los mismos. Puede desencadenarse por factores de riesgo como:

  • No lavarse las manos adecuadamente.
  • No utilizar utensilios de cocina limpios.
  • Errores en la conservación de los alimentos.
  • Ingestión de agua de un pozo o contaminada.

La sintomatología comprende náuseas, vómitos, diarrea, dolor o calambres musculares y fiebre. Estos signos pueden comenzar desde horas después de ingerir el producto contaminado hasta semanas después.

Es necesario consultar al médico si se presentan episodios frecuentes de vómitos o heces con sangre o si la diarrea dura más de 3 días. También se debe buscar atención si se presenta fiebre alta o si existen síntomas de deshidratación u hormigueo muscular.

Las intoxicaciones alimentarias más frecuentes son las producidas por el Costridium Botulinum, la E.Coli y la Salmonela. Así lo afirma un estudio publicado en Anaerobe. La mayor parte de las cepas de estos microorganismos se encuentran en la carne y huevos o en las conservas abiertas mantenidas a una temperatura incorrecta.

Por lo anterior, es crucial mantener una correcta higiene alimentaria y conservar los alimentos de manera adecuada. Para ello, es conveniente informarse sobre qué tipo de almacenamiento y manipulación se le debe dar a cada tipo de alimento.

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Conclusión

Ahora ya conoces las diferencias entre estas 4 situaciones. A pesar de las semejanzas en la sintomatología, identificar el origen del problema permitirá ponerle una solución eficiente y evitar mayores complicaciones a medio y largo plazo.

Es crucial identificar las diferencias entre la alergia y la intolerancia, pues se suelen confundir muy habitualmente. Ante la duda, siempre es una buena opción consultar al médico antes de que el proceso desemboque en una complicación mayor.


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