¿Qué alimentos debe comer una persona con cirrosis?
Escrito y verificado por la nutricionista Florencia Villafañe
Los alimentos que deben comer las personas con cirrosis van a depender de qué etapa de la enfermedad estén atravesando. En todo caso, considerando que la misma no tiene cura, es prioridad plantearse objetivos a largo plazo, ya que deberán sostenerse por meses y años.
Esta patología es el resultado final de daños hepáticos que se hacen crónicos. Según la American College of Gastroenterology, unas 5,5 millones de personas en Estados Unidos la padecen, donde causa 26 000 muertes cada año.
¿Qué es la cirrosis?
La cirrosis es una afección crónica en la cual las células del hígado mueren por zonas, por lo que aparece fibrosis, una especie de cicatriz. Así, el tejido hepático es reemplazado por nódulos, lo que conduce a una alteración de la arquitectura y de la funcionalidad del órgano.
Según varios estudios, esta patología tiene entre sus causas principales el consumo excesivo de alcohol. En segundo lugar, la obstrucción biliar, las hepatitis crónicas B o C y otras enfermedades del hígado. La etiología es clave también para plantear una dieta, puesto que no podrán ingerir lo mismo los adictos al alcohol que otros pacientes, por ejemplo.
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Etapas de la enfermedad
Existen dos etapas básicas en la misma. Una es la inicial, conocida como cirrosis compensada. A continuación, sin tratamiento ni abordaje sobreviene la avanzada o descompensada, que es cuando la destrucción celular se mantiene en el tiempo. En esta última es donde aparecen los siguientes síntomas, por lo que la alimentación debe ser rigurosa:
- Ictericia: es la coloración amarillenta de la piel y de las mucosas por la elevación de la bilirrubina.
- Ascitis: acumulación de líquido en el abdomen por los cambios de la presión interna de los vasos sanguíneos.
- Encefalopatía: genera confusión mental tras la presencia de sustancias tóxicas en el cerebro.
- Hemorragias digestivas.
Prevalencia de malnutrición
La malnutrición es un signo muy común es estos pacientes. Varios estudios sugieren que hasta un 25 % de los cirróticos compensados y un 80 % de los avanzados llegan a presentarla. En general, hay pérdida de masa muscular (mayor en los hombres) y de tejido adiposo.
En las personas alcohólicas, la vía de la desnutrición es doble. Por un lado están los efectos deletéreos de la enfermedad hepática, pero a esto debemos sumarle la falta de variedad en los alimentos consumidos por los malos hábitos de la adicción.
Alimentos que debe comer una persona con cirrosis
En general, se diagnostica cirrosis cuando la enfermedad ya se encuentra avanzada, por lo que la principal meta a nivel dietético es aportar los nutrientes que el paciente necesita para evitar las deficiencias. En todo momento hay que considerar que las personas que tienen esta enfermedad deben seguir una dieta hepaprotectora.
Así pues, en el estudio Nutritional care for patients with liver cirrhosis se expone que quienes cursan una cirrosis compensada y son estables, tienen requerimientos parecidos a los normales. Por ello, la dieta debe aportar todos los grupos de alimentos y ser baja en grasas.
Según la Asociación Española de Enfermería de Patología Digestiva, hay que incluir en la misma los siguientes:
- Carnes blancas y rojas, considerando opciones bajas en grasa.
- Pescados.
- Huevos.
- Frutas y verduras.
- Cereales y féculas.
- Aceites en crudo y con moderación.
- Legumbres.
- Frutos secos en cantidad limitada.
- Semillas.
- Lácteos descremados.
De igual manera, hay evaluar cada caso particular. Investigaciones en este campo refieren que el aporte proteico debe cubrir desde 1 a 1,5 gramos por kilogramo de peso para evitar deficiencias. Asimismo, se sugiere realizar 5 comidas al día que tengan poco volumen.
En adición, el alcohol y todas las sustancias tóxicas deben eliminarse por completo de la dieta. De hecho, cuando la causa de esta patología es el abuso de etanol, la eliminación del mismo frena la progresión y mejora el pronóstico de manera notable.
Ver también: Hígado inflamado: síntomas y dieta adecuada
Alimentación cuando hay síntomas expresos de la enfermedad
En la fase descompensada es donde aparecen las complicaciones antes mencionadas. Aquí, los alimentos que puede comer una persona con cirrosis se reducen. Por ello hay que adaptar la dieta, según un artículo publicado en la revista Farmacia Profesional que estimula a considerar lo siguiente:
- Limitar el aporte de líquidos a 1,2 litros al día.
- Restringir el aporte de sodio, ya que favorece la acumulación de líquidos y agrava la ascitis.
- Reducir el consumo de proteínas para no sobrecargar el hígado, que es el tejido principal encargado de metabolizarlas.
La restricción de proteínas puede ser desde 0,5 gramos por kilogramo de peso en pacientes con encefalopatía, para poco a poco aumentar el valor hasta llegar a la normalidad cuando la misma desaparezca. Si se toma esta medida, por más mínima que sea, hay que suplementar con aminoácidos de cadena ramificada para evitar mayores daños.
Puede valorarse, también, la introducción de complejos vitamínicos. Son en especial necesarios los añadidos de vitaminas B y K. La primera previene la evolución de las neuropatías y la segunda reduce los episodios de sangrados por fallas en la coagulación.
La opción del trasplante de hígado
En el caso de algunos pacientes con enfermedad avanzada, el trasplante de hígado puede ser considerado como una opción de tratamiento. Sin embargo, no se debe olvidar que hay un riesgo quirúrgico elevado y que no significa la solución definitiva, ya que los cuidados posteriores son intensos.
Asimismo, quienes llegan a esta instancia necesitan tomar medicamentos para evitar el rechazo del nuevo órgano durante toda la vida. Estos fármacos poseen efectos adversos, muchos de ellos hepáticos.
¿Qué debemos recordar sobre los alimentos que debe comer una persona con cirrosis?
En esta instancia de cirrosis, estable o inestable, la actividad del hígado es deficiente, lo que hace que se acumulen sustancias tóxicas en el organismo. Por ello, hay que ser estrictos en todo momento con la alimentación, para evitar que aparezcan complicaciones.
Lo ideal es realizar controles con un profesional médico y de la nutrición para que evalúen el estado en general e indiquen cuál es la dieta a seguir. Así también, la utilización de fármacos será necesaria, ya que la complejidad del trastorno no admite un solo abordaje.
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