Aprendizaje situado: ¿en qué consiste?
Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fatima Seppi Vinuales
El mundo ya no es el mismo de hace años, sin embargo, algunas herramientas y estrategias que se usan para conocerlo y aprehenderlo sí lo siguen siendo. En este artículo hablaremos del aprendizaje situado como alternativa a lo estático.
La educación tiende a mantener un esquema tradicional de enseñanza, orientado más a impartir conocimiento que a producirlo de forma colectiva. En este sentido, algunas teorías y propuestas buscan cambiar el rumbo. Es el caso del aprendizaje situado.
¿Qué es el aprendizaje situado?
Como su nombre lo indica, el aprendizaje situado toma en cuenta el contexto sociocultural al momento de plantear las distintas situaciones, por lo que es específico y sensible a la comunidad en la que se trabaja. En este sentido, resulta muy útil, práctico y cercano, ya que todos aquellos temas que podamos vincular con cosas que nos resultan familiares y cotidianas se fijan de un modo mucho más fuerte.
Tal como expresa Sagastegui (2004), en el aprendizaje situado se resume el ideal para llegar a una pedagogía que tienda puentes sólidos y flexibles. La educación y las prácticas cotidianas son indisociables.
Por otro lado, como promueve la construcción y la búsqueda de soluciones de manera colectiva, también fortalece habilidades de trabajo en grupo e intercambio. Una situación es abordada de manera conjunta, con tantos matices como personas participan, lo que permite es desarrollar una visión rica y basada en la diversidad.
De este modo, el procedimiento de aprendizaje deja de ser abstracto y trasciende la transmisión de conocimiento o de contenido para convertirse en un proceso participativo, activo y social.
El gran marco teórico y conceptual para entender al aprendizaje situado debemos buscarlo en el constructivismo, que toma como antecedentes a figuras como Piaget y Vygotsky. El constructivismo parte de la idea de un sujeto motivado, activo y que interactúa con el ambiente.
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Fases y componentes del aprendizaje situado
La teoría del aprendizaje situado fue desarrollada por Etienne Wenger, teórico y profesional de la educación, y Jean Lave, antropóloga social. Para ambos, el aprendizaje se relaciona con un proceso por el que se adquiere conocimiento en la práctica, a través de múltiples actores, que implican tanto al profesor como a los alumnos.
De allí también surge la idea de las comunidades de práctica como grupos sociales que se constituyen para desarrollar un conocimiento, desde la interacción entre sus miembros y la reflexión de sus experiencias. Su preocupación común lleva a que se comprometan en la búsqueda de una solución.
Componentes
En cuanto a los componentes, Wenger menciona 3 componentes que deben darse siempre: participación, praxis y pertenencia. Es decir, se brindarán oportunidades para intervenir dentro de un grupo que reconoce una problemática y que comparte una identidad.
Además, Lave y Wenger citan algunas características que todo proceso de aprendizaje situado debe cumplir y son las siguientes:
- Carácter relacional y social, dado que el aprendizaje sucede en las interacciones y en un contexto específico, por lo que también tiene un localización.
- Carácter de negociación. Al ser una construcción colectiva, los diferentes puntos de vista son válidos, pero para llegar a un acuerdo hay que consensuar.
Etapas del aprendizaje situado
Diversos autores, entre ellos Hernández y Diaz (2015), propusieron las etapas de desarrollo del aprendizaje situado. Podrían sintetizarse en las siguientes:
- Tomar la realidad como punto de partida: el contenido debe estar vinculado con algo que resulte cercano y cotidiano. Así será más fácil establecer la conexión. Para elegir actividades que sean relevantes cultural y socialmente se debe conocer a la comunidad.
- Análisis y reflexión: en este punto se aplican preguntas disparadoras que permitan abrir el debate y la puesta en común. El profesorado debe ir moderando el debate y añadir reflexiones y conocimientos que permitan orientar y vincular el contenido con las situaciones reales. Su rol es más de soporte. Deben validarse y reconocerse las diferentes subjetividades.
- Resolver en común: el objetivo de esta etapa es que los estudiantes puedan poner a prueba lo aprendido, volverlo más concreto. Sin dudas que se trata de una de las etapas más importantes, ya que requiere de un diseño previo.
- Comunicar y transferir: se trata de socializar la experiencia de aprendizaje, de reconocer logros y dificultades, de compartir el proceso.
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Ejemplos de actividades
Puede aplicarse en todas las etapas, con la sola condición de adaptarse al ciclo evolutivo de las personas a las que está dirigido. ¿Cómo aprenden más los niños y las niñas: visitando una granja y conociendo in situ los animales o con láminas en el aula?
En el caso de adolescentes, pueden aprender mucho más sobre nociones de economía y gestión montando su propia empresa, por ejemplo. Incluso en los ámbitos laborales se puede aplicar; en las residencias médicas.
El aprendizaje situado no pretende desvalorizar las formas tradicionales de la educación, pero sí apunta al aporte de nuevas formas y más creativas, valorando la cooperación y la reciprocidad.
El aprendizaje situado democratiza la educación
“El conocimiento que no proviene de la experiencia no es realmente un saber”. Esta idea de Vygostsky refleja el interés por la praxis, presente en el aprendizaje situado.
Propiciar la participación, acompañar como docente desde un lugar horizontal y considerar que todos tienen algo para enseñar son aspectos que facilitan las experiencias de aprendizaje. Aspectos que también las convierten en más cercanas, disfrutables y memorables.
Además, el aprendizaje situado invita a superar las trayectorias educativas individuales para promover aquello que se puede enseñar y aprender en conjunto, desde lo colectivo. La educación está siempre siendo y sucediendo y todos somos participes y constructores.
Por último, amplía las oportunidades al sacarlas fuera de las aulas, por lo que la educación vuelve a ser más democrática.
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