Autoconocimiento, ¿cuáles son sus ventajas?

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

Sorprende que en unas sociedades cada vez más avanzadas, los casos de ansiedad y depresión se produzcan con tanta frecuencia.  Aunque las causas de este fenómeno son múltiples, una de la clave puede estar en el autoconocimiento y la inteligencia emocional.

Estamos expuestos a continuos mensajes sobre qué debemos conseguir, qué tenemos que sentir, pero ¿de verdad está en consonancia con nosotros mismos?, ¿nos hemos parado reflexionar si es eso lo que queremos?

En la mayoría de los casos, sucede que asumimos todas esas convenciones, sin cuestionarlas. Además, también suelen imponernos cómo conseguirlo.

Por tanto, esto nos marca un camino quizá demasiado rígido para mucha gente. No obstante, pocos perciben su disidencia, de forma que comienzan a tener una serie de emociones de negativas cuyo origen desconocen.

Teniendo en cuenta todo esto, creemos que sería muy bueno hablarte del autoconocimiento. Sabemos que este concepto suscita ciertas resistencias, ya que en ocasiones se vincula con un mundo espiritual que muchos rechazan. Independientemente de ello, es cierto que sus beneficios tienen un componente racional que nos gustaría descubrirte.

Descubre las principales ventajas del autoconocimiento

Activa el pensamiento creativo

¿Te ha sucedido alguna vez que deseas algo pero no estás de acuerdo con lo que se necesita hacer para lograrlo?

Si esto sucede, o si crees que no tienes las capacidades necesarias para afrontarlo, no significa que debas frenarte. Al contrario, lo ideal es buscar un camino alternativo para llegar al destino que anhelas.

Así, cuando hayas cruzado la meta, te sentirás orgulloso de ti mismo porque has respetado tus convicciones. Además, el éxito será mayor porque tus logros son también una oportunidad para otros.

Cuando no hacemos esa pausa para escucharnos, quizá llegamos al mismo punto, pero esta vez con una amargura que no comprendemos, por lo que sentiremos que no ha valido la pena.

Aquí, aparece una insatisfacción que no entendemos: “¿de qué me quejo si tengo todo lo que quería?”. Desde luego, es una duda muy común en la actualidad.

Ver también: Los pensamientos rumiantes generadores de ansiedad

Mejora tus relaciones sociales y profesionales

Las películas y las canciones son un modelo de cómo relacionarnos, pero esto no siempre funciona para todo el mundo.

Pensemos en series como Sex in the City (Sexo en Nueva York). En el show vemos que las personas cosmopolitas quedan después del trabajo a tomar algo.

¿Qué ocurre si a ti te apetece hacerte una cena deliciosa y ver una película? ¿Dejas de tener sofistificación? ¿Estás dando de lado a tus amistades? La respuesta es no.

Lo que te sucede es que disfrutas con otras cosas. Por tanto, tal vez es hora de basar tus relaciones en aquello que necesitas y no en lo que se supone que debes buscar.

Por otra parte, si reconoces tus emociones y sabes de dónde proceden, estás en disposición de pedir lo que precisas. De este modo, evitas ese sentimiento de frustración que se apodera de quienes no gozan de autoconocimiento.

Asimismo, también tienes la certeza de qué puedes dar y qué no, por lo que tus compromisos se adecuan a tu “yo” real. Sustituyes las expectativas de otros por las tuyas.

El autoconocimiento reduce el estrés

La mayor fuente de estrés está en la incompatibilidad entre tus deseos y tus condiciones de vida.

Cuando has trabajado el autoconocimiento, cuentas con el sosiego de saber las razones que hay debajo de tus acciones.

Cuando detectas los problemas, todo es mucho más fácil, puesto que podemos solucionarlos, o bien, aprender a aceptarlos cuando se trata de algo que se escapa de nuestras manos.

Por tanto, el control que tienes sobre ti mismo es mucho mayor cuando te conoces. Y este rebaja la incertidumbre de manera considerable.

En este sentido, podemos decir que la ventaja definitiva del autoconocimiento es que, a partir del mismo, tenemos la capacidad de comenzar un viaje vital que consiste en engarzar nuestros deseos y capacidades con la cotidianidad.

Evidentemente, no implica per se la felicidad, pero, desde luego, es una herramienta descomunal, ¿no te parece?

Ver también: