Beneficios del entrenamiento de pilates para la fibromialgia
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
El entrenamiento de Pilates es una actividad que le aporta beneficios a los pacientes con fibromialgia. En particular, su práctica fortalece la musculatura e incrementa la flexibilidad, lo que complementa los tratamientos de fisioterapia y de rehabilitación.
La fibromialgia es una enfermedad crónica que viene acompañada con limitaciones físicas, dolor y otros síntomas. De ahí que muchos eviten la actividad física. No obstante, esta forma de ejercicio resulta ser una buena opción. Veamos sus beneficios.
La fibromialgia y el ejercicio físico
La fibromialgia es una enfermedad compleja, cuyo síntoma característico es el dolor. Este suele estar acompañado por alteraciones del sueño y un cansancio generalizado, que no corresponde a los esfuerzos realizados. De ahí que, de forma muy habitual, esta enfermedad conduzca al sedentarismo.
La consecuencia de esto es que los pacientes reducen su capacidad respiratoria a niveles por debajo del promedio. Asimismo, suelen tener más problemas con el estado de ánimo. Por lo tanto, la inactividad no es nada recomendable en estos casos.
No es nada fácil animar a hacer ejercicio a una persona que está muy fatigada y con dolor. Sin embargo, realizar actividad física es un factor que incide de forma muy positiva en su condición. El entrenamiento de pilates es una opción muy adecuada en estos casos.
Los ejercicios recomendados
En general, lo recomendable es que una persona con fibromialgia lleve a cabo ejercicios físicos de manera regular. Sin embargo, hay algunos que suelen reportar más beneficios, por diversas razones. Los más recomendados son los siguientes:
- Entrenamiento de Pilates. Se debe realizar tres veces por semana. Reduce el dolor y mejora la funcionalidad.
- Marcha nórdica. Consiste en caminar al aire libre con la ayuda de unos bastones similares a los que se emplean en el esquí. Aumenta la capacidad funcional.
- Caminar. Un estudio llevado a cabo en 2017 determinó que caminar mejora la condición de las personas con fibromialgia.
- Natación. Se considera tan eficaz como caminar.
- Bicicleta estática. Mejora la respuesta inflamatoria de pacientes con fibromialgia.
- Yoga y taichí. Reduce los síntomas físicos y psicológicos de la enfermedad.
- Biodanza. Ayuda a reducir el dolor.
Beneficios del entrenamiento de Pilates para la fibromialgia
El entrenamiento de Pilates encabeza la lista de ejercicios recomendados para las personas que tienen fibromialgia, junto con el yoga y el taichí. Los datos disponibles indican que genera importantes beneficios, los cuales se incrementan cuando se combina con algo de ejercicio aeróbico.
Los expertos indican que el entrenamiento de pilates mejora la circulación en todo el cuerpo. Además, disminuye el dolor provocado por las malas posturas corporales y, a su vez, logra reducir el dolor causado por esta enfermedad.
Este tipo de ejercicio fortalece los músculos, lo que previene el dolor de espalda y reduce el riesgo de fracturas. De igual manera, su práctica habitual repercute de manera positiva en la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes como el calcio.
En general, esta clase de entrenamiento mejora la condición de quienes padecen fibromialgia.
Algunos datos de interés
El entrenamiento de Pilates es un tipo de ejercicio muy popular, ya que es muy fácil incorporarlo a cualquier rutina de actividad física. Esta modalidad ayuda a conocer mejor el propio cuerpo y, en consecuencia, a tener más control sobre este, de modo que se promueve el bienestar.
Una investigación llevada a cabo en Brasil, en 2016, evidenció los beneficios del entrenamiento de pilates en pacientes con fibromialgia. Les permitió dormir mejor, redujo el dolor y mejoró su capacidad funcional.
Es importante diseñar una rutina personalizada, que le resulte amena y agradable al paciente. Excederse en el entrenamiento, bien sea en tiempo o en intensidad, puede provocar una exacerbación de los síntomas. Por lo tanto, lo más indicado es comentarlo con el médico para obtener orientación.
En líneas generales, lo mejor es diseñar una rutina acorde a las características individuales. Se puede ir ajustando con el tiempo, de acuerdo con las necesidades de la persona. Si en un momento dado provoca molestias o resistencias, lo correcto es hacer un entrenamiento más suave, pero no abandonarlo.
Recomendaciones finales
Aunque el entrenamiento de Pilates —y el ejercicio en general— es muy recomendable para las personas con fibromialgia, también hay condiciones que exigen especial prudencia. En particular, si una persona sufre también de artrosis, lo aconsejable es que solicite orientación médica para esta práctica.
Lo mismo vale para quienes tienen enfermedades como trocanteritis, contracturas musculares o lesiones de rodilla. En todos esos casos es posible realizar esta modalidad de ejercicio, pero debe hacerse con mayor prudencia y precaución. El médico ofrecerá las instrucciones correspondientes.
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