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"Hábitos Atómicos": 5 prácticas sencillas del libro que puedes empezar hoy mismo

4 minutos
Este libro cuenta con más de 500 mil ejemplares vendidos en España y más de 25 millones en todo el mundo. ¿Qué es lo que lo hace especial? Su narrativa sencilla, para ayudarte a desarrollar nuevos hábitos.
"Hábitos Atómicos": 5 prácticas sencillas del libro que puedes empezar hoy mismo
Escrito por Daniela Bernal
Última actualización: 15 octubre, 2025

En muchas ocasiones nos marcamos una meta u objetivo muy ambicioso. Y si pasado un tiempo —por lo general corto—, no vemos ningún cambio, nos sentimos decepcionados y hasta llegamos a abandonar. La realidad es que el camino para lograr esos cambios, que te lleven al éxito y a conseguir las metas, no es rápido ni radical. Más bien, se trata de hacer pequeñas mejoras diarias a tus hábitos, equivalentes al 1 %, que sumen en el tiempo.

Esta es la idea principal sobre la cual gira Hábitos Atómicos de James Clear. Y como señala el propio autor, “es un libro que sirve como manual de instrucciones, para que cambies tus rutinas de forma efectiva”. ¿La forma para lograrlo? Centrándote en los sistemas (los procesos para alcanzar resultados), en lugar de la meta en sí.

1. Prioriza la identidad y no el resultado

La primera enseñanza del libro Hábitos Atómicos es que, para formar un hábito profundo y duradero, es necesario que cambies tu identidad y creencias, poniendo el foco en esa persona que quieres llegar a ser. Esto te ayudará a liberarte de suposiciones y prejuicios que saboteen tu proceso de cambio.

Puedes ver esta enseñanza aplicada en un ejemplo del libro. Imagina que alguien está en el proceso de dejar de fumar, y cuando otra persona le ofrece un cigarrillo, responde: “No, gracias, no soy fumador”. Esa frase demuestra un cambio de identidad en la persona, ya que en la actualidad no se ve a sí mismo como un fumador, esto es parte de su identidad pasada.

2. Usa la regla de los dos minutos

El reto más común a la hora de iniciar un nuevo hábito es ponerte en movimiento y hacer esa acción. Una manera de superar la fricción inicial es aplicando la regla de los dos minutos. La misma dice que al desarrollar un nuevo hábito, este no debe tomarte más de dos minutos para completarlo. La idea es hacerlo lo más sencillo posible y motivarte a terminarlo.

Por ejemplo, piensa que tu nuevo hábito es salir a hacer ejercicio. Si lo llevas a la regla de los dos minutos, podrías comenzar por ponerte la ropa de deporte. Esto demora poco tiempo, y al hacerlo obtendrás el empuje y motivación para continuar.

3. Rediseña tu entorno

¿Has escuchado la frase “ojos que no ven, corazón que no siente”? Algo similar sucede a la hora de crear un nuevo hábito. Si a nuestro alrededor no hay señales evidentes que nos recuerden esa acción que deseamos hacer, es probable que la pasemos por alto. Al rediseñar tu entorno, haces más visibles esas señales que desencadenan el hábito.

Supongamos que quieres comer más fruta. Para alcanzarlo, puedes colocar un frutero en un lugar visible de la casa, como la mesa del comedor o la encimera de la cocina. Así, cuando pases frente a él, lo recordarás y tomarás una fruta en lugar de un tentempié poco saludable.

4. Haz el hábito interesante

En Hábitos Atómicos, Clear habla sobre la importancia de hacer al nuevo hábito atractivo, para que te sientas tentado a realizarlo y continuarlo. Sugiere una combinación de dos estrategias. La primera es anclarlo a un hábito que ya realices, aprovechando el impulso de este. Mientras que la segunda es unirlo a una acción que en realidad quieras hacer, la cual será una recompensa que te des cuando completes la tarea.

Imagina que quieres escuchar tu pódcast favorito antes de dormir, pero necesitas meditar. En este caso, podrías decir que después de cepillarte los dientes meditarás un par de minutos, para luego escuchar el pódcast. Aquí uniste un hábito arraigado (el cepillado de dientes), con el nuevo (la meditación) e hiciste después lo que querías (escuchar el pódcast).

5. Registra tu progreso

Una acción sencilla para mantener tus nuevos hábitos en el tiempo es mediante un historial. Para ello vas a tomar un calendario y marcar con una “X” cada día que cumples con tu hábito. Esto te ayudará a motivarte con el cambio, hacer visibles tus acciones y llenarte de satisfacción por lo conseguido hasta el momento.

Por ejemplo, piensa que tu objetivo es escribir un libro y quieres desarrollar el hábito de escribir 500 palabras a diario. Tras haber completado esta meta diaria, marca con una “X” el día en el calendario. Con el tiempo formarás una cadena que te animará a seguir.

En definitiva, Hábitos Atómicos de James Clear nos enseña que desarrollar costumbres nuevas en la vida requiere de paciencia y compromiso por nuestra parte. Es un esfuerzo constante, pero que, con el tiempo, da sus frutos, ayudándote a diseñar un sistema viable para alcanzar tus metas. Atrévete a poner en práctica estos consejos e inicia el camino para convertirte en la persona que deseas ser.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Clear, J. (2018). Hábitos atómicos: Un método sencillo y comprobado para desarrollar buenos hábitos y eliminar los malos. Paidós.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.