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Cardio todos los días: pros y contras de entrenar solo con esta actividad

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El cardio ayuda a controlar el peso y fortalece la salud cardiovascular. Sin embargo, si tienes objetivos físicos específicos, su práctica diaria podría limitar los resultados que esperas.
Cardio todos los días: pros y contras de entrenar solo con esta actividad
Última actualización: 01 octubre, 2025

La mayoría de nosotros nos familiarizamos con los ejercicios cardiovasculares desde que éramos unos niños. Correr, andar en bicicleta, nadar, saltar la cuerda… sus muchas modalidades nos han permitido tanto estar activos como divertirnos. Por eso, no es extraño que a día de hoy muchos sigan prefiriendo su práctica por encima de otras disciplinas.

Son fáciles de adaptar a cualquier condición física, se pueden hacer en cualquier lugar y hacerlos deja una sensación de logro que mejora el estado de ánimo al instante. Además, son recomendables para ganar resistencia física, bajar de peso y cuidar la salud cardíaca. Lo que muchos no saben es que entrenar solo con esta modalidad no siempre es la mejor opción.

A pesar de ser idóneo para reducir los efectos del sedentarismo, la falta de variedad trae consigo desventajas en cuanto a desarrollo muscular, riesgo de lesiones y limitación en los resultados físicos. ¿Qué pasa si haces cardio todos los días? Aquí te contamos sus pros, sus contras y qué es preferible para maximizar los efectos de tu entrenamiento.

Beneficios de los entrenamientos basados en cardio

Hacer deporte es sinónimo de buena salud y, a menudo, el cardio es una gran forma de empezar. Por un lado, porque podemos iniciarnos con movimientos que nos resultan naturales y cómodos, como caminar, correr o saltar. También porque no requieren técnicas complejas, ni equipamientos o lugares específicos.

Basta con ponernos ropa cómoda, estirar un poco y salir a mover el cuerpo al ritmo que nuestro estado físico lo permita. Así, a medida que lo practicamos, empezamos a experimentar una serie de beneficios que no pasan desapercibidos. Los detallamos a continuación:

  • Fortalecimiento del corazón: durante el entrenamiento de cardio, el corazón debe trabajar de forma sostenida y eficiente. A medida que avanzamos, el músculo cardíaco se adapta, mejora su capacidad de bombeo y disminuye el esfuerzo necesario en reposo. Con el tiempo, esto mejora la circulación y la salud arterial, y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Pérdida de peso: este tipo de entrenamiento es uno de los mejores complementos para las dietas pensadas para reducir grasa corporal. Contribuye a incrementar el gasto energético y potencia la quema de grasa durante y después del ejercicio.
  • Mayor resistencia física: correr, nadar, andar en bicicleta o practicar otra modalidad de cardio permite entrenar el cuerpo para aprovechar mejor el oxígeno, lo que mejora la capacidad pulmonar y la tolerancia al esfuerzo. Esto se refleja en un aumento de la energía para las actividades diarias.
  • Mejoras en el estado de ánimo: la actividad cardiovascular es una de las mejores para reducir el estrés y la ansiedad. Mientras hacemos estos ejercicios, nuestro cuerpo aumenta la liberación de endorfinas, conocidas como las hormonas del bienestar.
  • Regulación del sueño: por un lado, contribuye a equilibrar los ritmos circadianos y a reducir el estrés que nos impide dormir. Además, produce un gasto energético significativo, lo que lleva al cuerpo a un estado de relajación más profundo al llegar la noche.

Desventajas de entrenar solo cardio

Los beneficios del ejercicio cardiovascular son innegables, y no cabe duda de que es una forma práctica y sencilla de superar el sedentarismo. Pero, ¿por qué no debemos quedarnos solo con este tipo de actividad? ¿A qué nos exponemos si lo hacemos todos los días como única forma de entreno?

  • Pérdida de masa muscular: por sí solo, el cardio no proporciona el mismo nivel de estimulación muscular que el entrenamiento de fuerza. Por eso, con el tiempo, afecta la fuerza muscular y produce una degradación del tejido, sobre todo si hay déficit calórico.
  • Estancamiento en los resultados: se produce lo que muchos conocen como “efecto meseta”. El cuerpo se adapta con facilidad a los estímulos repetitivos y, ante la falta de variedad, el progreso se frena y los beneficios disminuyen.
  • Mayor riesgo de lesiones: la falta de estímulos y los movimientos repetitivos generan sobrecargas y desequilibrios que aumentan el riesgo de lesiones por sobreuso en los músculos y las articulaciones.
  • Fatiga acumulada: sin tiempo de recuperación, el sistema nervioso y muscular no se recuperan con eficiencia. Esto puede causar desde agotamiento físico y mental hasta alteraciones del sueño y disminución del rendimiento deportivo.

Variar los entrenamientos es la mejor opción

Sin importar si tenemos como objetivo bajar de peso, ganar masa muscular, aumentar la resistencia o mejorar nuestra salud, lo mejor que podemos hacer es añadir variedad en la rutina de entrenamiento. Esto implica alternar entre actividades de cardio, ejercicios con pesas (fuerza), movilidad y descanso activo.

Esta combinación no solo nos ayuda a estimular diferentes grupos musculares, sino que disminuye el riesgo de lesiones, aumenta el rendimiento general y mantiene nuestra motivación alta, reduciendo la monotonía. De hecho, incluso integrando otras disciplinas, hacer cardio todos los días puede no ser la mejor estrategia.

La frecuencia ideal varía en función de nuestros objetivos personales. A veces conviene hacer 3 o 4 veces por semana, y otras solo 2. En todo caso, debemos tener presente que descansar es importante. Nuestro cuerpo requiere al menos uno o dos días de reparación a la semana para que los músculos y el sistema nervioso puedan ganar fuerza y adaptarse para progresar.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.