Mey Cuan, creadora de contenido: “la regla de oro del estoicismo que transformó mi vida”

¿Alguna vez te encontraste pensando sin parar en situaciones que no dependían de ti? A todos nos ha pasado, y terminamos sintiéndonos ansiosos por esas circunstancias que no podemos cambiar. Pero la filosofía estoica nos puede ayudar a remediarlo.
En un video viral, la creadora de contenido Mey Cuan popularizó la “regla de oro” del estoicismo. Es una herramienta que nos enseña a gestionar esa ansiedad diaria, liberándonos de las preocupaciones innecesarias y diferenciando entre lo que podemos y no podemos controlar. Te contamos más sobre esta regla y cómo ponerla en práctica.
La distinción entre lo controlable y lo incontrolable
La base del estoicismo es la “dicotomía del control”, es decir, dominar la mente y sus reacciones. Como sintetiza Mey Cuan, “no sufras por lo que no puedes cambiar”.
Es decir, no podemos controlar qué piensan los demás de nosotros ni los problemas ajenos que nos rodean. Y, si intentamos hacerlo, lo más probable es que nos sintamos frustrados al ver que no es posible lograrlo. En su lugar, los estoicos creen que no se deben ignorar esas realidades, sino cambiar de perspectiva, como lo hicieron Marco Aurelio y Epicteto.
Para los estoicos, en lugar de intentar controlar los eventos, debemos controlar la forma en la que reaccionamos ante ellos, elegir cómo queremos sentirnos y separar nuestro bienestar de las circunstancias que son externas.
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La perspectiva de Marco Aurelio: el juicio interno
“Si te duele algo externo, no es eso lo que te hace sufrir, sino tu juicio sobre ello”.
Uno de los más grandes estoicos, el emperador romano Marco Aurelio, tenía una visión particular sobre el sufrimiento. Como refleja su frase, para él no son los eventos en sí mismos los que nos perturban, sino la evaluación que hacemos de ellos. Así, un mismo hecho puede ser visto como una tragedia o como una oportunidad, según la perspectiva de la persona.
Tener esto en mente nos ayuda a modificar nuestro juicio. Si el sufrimiento y la ansiedad vienen de la interpretación de cada uno, entonces cambiar nuestro punto de vista puede liberarnos de ellos. No se trata de negar la realidad, sino de saber que podemos manejarla.
La historia de Epicteto: la libertad del esclavo
Epicteto fue otro de los pensadores estoicos más relevantes, cuya historia de vida es un testimonio de la fuerza de la “regla de oro” estoica. Epicteto, un esclavo de nacimiento, sabía que no podía cambiar su condición ni su entorno, pero sí su actitud ante ello. De esa manera, alcanzó una libertad interior que no podían arrebatarle.
Con el tiempo, fue liberado y comenzó a enseñar el estoicismo. Para Epicteto, la verdadera libertad no significa hacer lo que uno desea; significa no ser un esclavo de las propias emociones. Ese control del mundo interior y la aceptación de lo que no se puede cambiar es la base para tener una vida más plena.
¿Cómo aplicar el estoicismo en tu vida diaria?
Poner en práctica la “regla de oro” del estoicismo en el día a día implica hacer un ejercicio de autoconocimiento:
- Identifica las fuentes de ansiedad: piensa en cuáles son las situaciones que te causan mayor estrés.
- Clasifica lo que te preocupa: pregúntate si tu preocupación está bajo tu control o no.
- Acepta lo incontrolable: cuando algo no se puede cambiar, acéptalo e intenta dedicar tu energía en algo más.
- Enfócate en tus reacciones: decide no darle poder a aquellas cosas que son incontrolables para ti (como la opinión de un tercero) y enfocarte en cómo tú reaccionas.
Empezar a diferenciar entre lo controlable y lo incontrolable te ayuda a dejar de sufrir de forma inútil por situaciones que no puedes cambiar. En su lugar, destina tu energía a las circunstancias que sí pueden cambiar.
Practica esta filosofía estoica en cualquier momento, por ejemplo, por la noche antes de acostarte. Mientras estás en la cama, clasifica las situaciones que te generaron ansiedad, analizando si podías controlarlas y cómo reaccionaste al respecto. Un ejercicio simple es preguntarte: “¿esto dependía de mí?”. Esto te ayudará a entrenar tu mente para tener una vida con menos sufrimiento innecesario.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.