Calzado para pacientes con artritis: 9 claves para elegir el adecuado

Los pacientes con artritis deben elegir su calzado con buen criterio. La estética o la moda deben pasar a un segundo lugar porque lo que está en juego es su bienestar.
Calzado para pacientes con artritis: 9 claves para elegir el adecuado
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 06 julio, 2023

Los pacientes con artritis en los pies suelen tener dificultades para completar las tareas diarias y requieren un calzado especial. Esto resulta obvio, ya que los pies brindan soporte, absorben los impactos, influyen en el equilibrio y cumplen muchos otros papeles en el movimiento.

Por lo tanto, las afecciones en los pies llegan a tener un gran impacto en la calidad de vida. Por lo mismo, los pacientes con artritis deben elegir un calzado que alivie sus síntomas y les permita preservar la movilidad sin grandes dificultades.

El calzado en los pacientes con artritis

Si los pacientes con artritis utilizan un calzado incorrecto, existen más probabilidades de que se incrementen los problemas ya existentes. Así mismo, aumentan los daños y las complicaciones futuras; no solo en los pies, sino también en las demás articulaciones.

Por contraste, cuando se elige el calzado adecuado, sale favorecida la activación muscular y los patrones de marcha. Esto se debe a que se reduce la presión ejercida sobre las articulaciones de los pies.

En general, los pacientes con artritis que eligen un calzado apropiado reportan alivio en el dolor y mejoras en las funciones del pie. Esto, por supuesto, tiene repercusiones en una mejor movilidad y mayor eficiencia en las tareas cotidianas.

Claves para elegir el calzado correcto al padecer artritis

Elegir el calzado correcto para los pacientes con artritis es crucial. El punto es que muchos no identifican las pautas que deben aplicar para hacerse con los zapatos que mejor se adapten a su condición. Las siguientes son algunas claves que ayudan a hacer la selección correcta.

1. Ajuste adecuado

Los pacientes con artritis necesitan zapatos con ajuste flexible y apropiado. Hay que tomar en cuenta que a veces hay dolor e inflamación, por lo que los pies no siempre tienen las mismas necesidades. Por eso es importante la adaptabilidad.

Lo que más garantiza esa flexibilidad es el material del calzado. Se deben elegir zapatos de piel suave o neopreno. Aquellos que tienen agujetas o cierres con velcro son muy adecuados, pues permiten distintas graduaciones en el ajuste.

Zapatos ajustados que no sirven para pacientes con artritis.
Los zapatos ajustados no funcionan bien en la artritis, pues presionan de más las zonas problemáticas.

2. Zapatos más anchos

Los pacientes con artritis necesitan zapatos más anchos de lo habitual. Hay que dejar de lado las modas y elegir un calzado con punta y cuerpo anchos. Si hacen presión en la punta de los pies o en los costados, pueden ser insoportables.

Es bueno aclarar que zapatos más anchos no son los de una talla más grande. No se requiere que sean más largos, sino que se adapten al ancho de un pie artrítico. Este suele tener juanetes, dedos en martillo y articulaciones deformadas.



3. Calzado con mucho soporte

Cuando se habla de calzado con buen soporte se hace referencia a zapatos con suela dura y ancha, que además ofrezcan un cubrimiento estable para el talón. Esto ayuda a que el pie se mantenga en su lugar y se evite la fricción y el dolor. Las suelas delgadas no son nada aconsejables.

4. Plantillas removibles

Las plantillas ortopédicas son muy útiles para los pacientes con artritis. Su función es la de ayudar a distribuir el peso de una manera más uniforme en todo el pie.

Por lo tanto, estos dispositivos evitan que haya más presión en puntos específicos y favorecen la movilidad. Para que se puedan usar las plantillas ortopédicas es necesario que los zapatos tengan, a su vez, plantillas removibles.

5. Suelas oscilantes

Las suelas oscilantes cumplen un papel similar al de las plantillas. Se trata de suelas levemente curvadas. Generan un suave impulso al caminar y esto ayuda a que el peso se distribuya de una manera más uniforme. En general, reducen la tensión sobre los tobillos y los dedos.

6. Nunca tacones

Los tacones hacen que el pie quede en una postura que no es natural. Por eso no son recomendables para los pacientes con artritis.

Tener un exceso de presión en el antepié es algo que puede generar muchos problemas, ya que sobrecarga esa zona. Además, también presionan la espalda, la cadera y las rodillas. Lo recomendable es que los tacones no tengan más de 1 a 1,5 pulgadas.

7. Tampoco zapatos planos

Los zapatos planos, en especial si son rígidos, tampoco son una buena opción cuando el pie es sensible y necesita una protección extra. El calzado es mucho más cómodo cuando ofrece buena amortiguación y soporte para el arco del pie. De otro lado, si el zapato se puede doblar por la mitad no es nada aconsejable.

8. Las botas: una buena opción

Las botas pueden resultar muy cómodas para quienes tienen artritis en los tobillos. Sin embargo, se debe recalcar que no deben tener un tacón alto.

Tampoco deben ser rígidas en extremo, como ocurre con las botas de montaña. Lo indicado es que tengan una suela firme, pero que ofrezca suficiente amortiguación.

9. Ni sandalias ni zuecos

Las sandalias no le ofrecen mayor soporte a los pies y sus diseños suelen ser problemáticos para un pie con artritis. No son nada recomendables. En cuanto a los zuecos, este estilo de calzado genera un andar artificial y suele ejercer mucha presión sobre las rodillas.



Consejos útiles para los pacientes con artritis que tienen que elegir calzado

Los pacientes con artritis no deben usar los mismos zapatos todos los días, por cómodos o agradables que les parezcan. Esto puede provocar una condición llamada síndrome de uso excesivo. El zapato induce a golpear el piso de determinada manera.

Lo mejor es tener por lo menos 3 pares de zapatos y alternarlos a lo largo de la semana. De otro lado, hay que tomar en cuenta que un pie con artritis va cambiando con el tiempo. Por lo tanto, es probable que la talla no sea la misma que la de hace 6 meses.

Lo más recomendable es comprar los zapatos por la tarde. A esa altura de la jornada ya se ha caminado y, por lo tanto, los pies están algo hinchados. La talla indicada es la que ajuste bien en ese momento y no por la mañana.

Los zapatos son una de las inversiones más importantes que cualquier persona puede hacer. Cuando el calzado es cómodo, no solo se previenen muchas dificultades en las articulaciones, sino que la movilidad se hace más fluida.

Unos zapatos inadecuados llegan a convertirse en una auténtica tortura. Por eso, lo mejor es tomarse el tiempo para elegir un buen calzado, dejar de lado las modas y gastar un poco más en productos de mayor calidad.


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