¿En qué consisten las capacidades físicas condicionales?

¿Buscas potenciar tu rendimiento deportivo y mejorar tu salud? Te contamos en qué consisten las capacidades físicas condicionales y cómo puedes desarrollarlas.
¿En qué consisten las capacidades físicas condicionales?
Andrés Felipe Cardona

Revisado y aprobado por el licenciado en educación física y deportes Andrés Felipe Cardona.

Escrito por Cristian Minich

Última actualización: 24 mayo, 2023

La condición física es determinante a la hora de lograr un mejor rendimiento deportivo. Esta se puede mejorar a través del entrenamiento y el ejercicio, y en el proceso se logran beneficios en la salud. Sigue leyendo para conocer qué son y en qué consisten las capacidades físicas condicionales.

Las mismas se definen como las cualidades que posee el ser humano y que se ejecutan en la actividad física. De acuerdo con los expertos, estas incluyen la velocidad, la fuerza, la flexibilidad y la resistencia.

Están condicionadas por los sistemas energéticos del cuerpo y se pueden obtener o mejorar con métodos específicos de entrenamiento. Las acciones motrices aplicadas a la actividad física involucran a todos los grupos musculares y a las articulaciones. Mientras más desarrollemos nuestras capacidades físicas, mejor será nuestro rendimiento.

Conoce las capacidades físicas condicionales una por una

Como ya se mencionó, las capacidades físicas condicionales son cuatro:

  • Velocidad.
  • Fuerza.
  • Resistencia.
  • Flexibilidad o amplitud de movimiento.

Están ligadas al rendimiento físico y al entrenamiento de cada persona. De igual forma, se caracterizan por ser fácilmente observables y medibles, puesto que se concretan en función de los aspectos anatómico funcionales. Al ponerlas en práctica, estamos realizando acciones de forma consciente y voluntaria.

1. Velocidad

La velocidad es la capacidad física que nos permite realizar movimientos o acciones en el menor tiempo posible. Es una de las cualidades claves que debe desarrollar un deportista para muchas prácticas. Según investigaciones, implica recorrer una distancia en el menor tiempo posible empleando una coordinación, fuerza, energía y amplitud de movimiento determinados.

Tipos de velocidad

La velocidad puede expresarse de diferentes formas, entre ellas encontramos los siguientes tipos:

  • De traslación o desplazamiento: es la capacidad de recorrer una distancia en el menor tiempo posible. Se ha estipulado que se desarrolla de forma proporcional a la fuerza y la coordinación. Además, durante la adolescencia la velocidad experimenta un aumento paralelo a la fuerza.
  • De reacción: es el tiempo que tarda el deportista desde que recibe un estímulo y realiza la primera acción. Involucra desde el periodo latente hasta la contracción. Por ejemplo, cuando suena un pitazo y el atleta realiza el primer movimiento para iniciar la competencia, como la largada en una maratón o saltar al agua en una prueba de natación. Se trata de la velocidad de reflejos.
  • Gestual o de movimiento: es la competencia de realizar movimientos acíclicos a máxima velocidad en contra de una baja resistencia, como por ejemplo, el golpeo en tenis. Está determinada por la automatización del movimiento, la localización y la orientación espacial.
  • De resistencia: es la capacidad del cuerpo de contrarrestar la fatiga durante el tiempo que dura el ejercicio o la competencia. Tiene que ver con lograr sostener el rendimiento máximo durante un tiempo prolongado.
  • De aceleración: cualidad de incrementar la velocidad hasta alcanzar el punto máximo en el menor tiempo posible.
  • Velocidad máxima: consiste en mantener el punto máximo en el tiempo una vez conseguido. Será determinada de acuerdo con las capacidades físicas de cada uno.
  • Velocidad mental: se trata de coordinación. Es la capacidad para cambiar de dirección en el menor tiempo posible. Para ello se debe tener un control de las extremidades para moverlas con rapidez.
Carrera de maratón.
En las maratones, la velocidad importante no es la de reacción, sino la de resistencia.



2. Fuerza

La fuerza es la aptitud física que permite vencer, aguantar o presionar una resistencia, o reaccionar ante la misma, mediante la tensión muscular. Según estudios, la fuerza es resultado de la activación del aparato locomotor (músculos) y el sistema de dirección (sistema nervioso central) que envía las órdenes para la contracción.

Los ejercicios para el desarrollo muscular nos permiten incrementar la fuerza y mejorar nuestra condición. Por ello, es importante incluirlos en la rutina de entrenamiento.

Tipos de fuerza

En base al tipo de contracción muscular, se clasifica a la fuerza de la siguiente manera:

  • Estática: es la tensión de un grupo muscular para vencer una resistencia sin que se produzcan cambios en la longitud de las fibras contráctiles.
  • Dinámica: existe un aumento en la tensión de las estructuras contráctiles con cambios en la longitud de las fibras musculares, es decir, hay desplazamiento. Esta a su vez puede ser activa, cuando es resultado de un ciclo simple de trabajo (acortamiento), y reactiva, cuando se produce por un ciclo doble de trabajo (estiramiento y acortamiento).

De igual forma, en función de la velocidad y el tiempo de ejercicio, existen cuatro tipos de fuerza en la actividad física:

  • Fuerza resistencia: es la capacidad del cuerpo para mantener una fuerza constante durante el tiempo que dure la actividad. Por ejemplo, en el levantamiento de pesas, se medirá la carga utilizada, la intensidad y la duración en ciclos de repetición máxima.
  • Máxima: se trata de la mayor cantidad de fuerza que se puede aplicar ante una resistencia dada. Con el trabajo de fuerza máxima podemos conseguir hipertrofia muscular, quemar calorías y mejorar el rendimiento deportivo.
  • Rápida: esta fuerza se desarrolla a una alta velocidad, aunque no máxima, para superar una resistencia externa y controlar las fases de la contracción muscular. En el ciclismo, el remo, al correr una maratón o al realizar burpees, se requiere del empleo de la fuerza rápida.
  • Explosiva: permite vencer una resistencia, no límite, a una velocidad máxima. Es común en gestos acíclicos, como los saltos, los remates de voleibol y los lanzamientos.

3. Flexibilidad o amplitud de movimiento

La flexibilidad es la capacidad de estiramiento de los músculos y movilidad de las articulaciones para lograr una mayor amplitud de movimiento. Expertos sugieren que esta facultad se reduce y degenera con el paso del tiempo, por lo que se pueden realizar entrenamientos específicos para mantenerla o mejorarla.

El yoga, la gimnasia rítmica o la lucha son ejemplos de prácticas que requieren de gran flexibilidad. Un estudio determinó que el entrenamiento de fuerza puede contribuir al desarrollo y al mantenimiento de la movilidad articular; incluso sin estiramientos adicionales.

Tipos de flexibilidad

En general, se reconocen los siguientes tipos de flexibilidad:

  • Estática: solo hay elongación de las fibras musculares por un breve periodo de tiempo.
  • Dinámica: se alterna el estiramiento y acortamiento muscular, manteniendo la tensión un par de minutos. Se desarrolla a partir de actividades que requieren movilidad articular. La misma aparece en los ejercicios de calentamiento, en los que los músculos aumentan la temperatura, la activación, la fuerza y la velocidad en su contracción.
  • Pasiva: es cuando una ayuda externa facilita el rango de movimiento. Esto puede ocurrir si contamos con la colaboración de un compañero o de la fuerza de gravedad.
  • Activa: es el estiramiento de un músculo o desplazamiento de una articulación por activación de los músculos antagonistas. Por ejemplo, contraer el cuádriceps para elongar los isquiotibiales.



4. Resistencia

La resistencia es la capacidad de realizar un esfuerzo físico durante un tiempo prolongado, de soportar la fatiga que conlleva y de recuperarse rápido del mismo, según estudios. En este sentido, son los diferentes mecanismos de adaptación del cuerpo para prolongar el tiempo de aparición del cansancio y hacer frente a la misma.

De acuerdo con un trabajo publicado en Current Sports Medicine Reports, los beneficios del entrenamiento de resistencia incluyen control del movimiento, la velocidad al caminar, la independencia funcional, la habilidades cognitivas y la autoestima, entre otros.

Tipos de resistencia

La resistencia puede ser aeróbica o anaeróbica y se recomienda una combinación de ambas en el entrenamiento:

  • Aeróbica: es la que nos permite llevar a cabo una actividad durante el mayor tiempo posible.  El aporte energético lo recibe a través de la glucólisis aeróbica, del metabolismo de los lípidos en ejercicios de duración extensa y a partir de las proteínas en situaciones extremas. Se aplica en actividades, como salir a trotar, bailar o andar en bicicleta.
  • Anaeróbica: es cuando se practica una actividad intensa y violenta en períodos cortos de tiempo. En esta, se recibe la energía del glucógeno almacenado y de fosfátenos, como el ATP. Por ejemplo, en el levantamiento de peso corporal o las carreras cortas de velocidad.
Levantamiento de peso para mejorar las cualidades físicas.
El levantamiento de un peso contra la gravedad es un ejercicio para mejorar la fuerza y la resistencia anaeróbica.

¿Es igual a las capacidades coordinativas?

En ocasiones, se suele confundir el concepto de capacidades físicas condicionales y capacidades coordinativas. No obstante, existen varias diferencias que vale la pena destacar.

Cuando nos referimos a las capacidades coordinativas hablamos de la cualidad de sincronizar, regular y dirigir, de forma muy fina, movimientos para lograr una actividad determinada.

En este sentido, involucra la sumatoria de diferentes habilidades con un único fin motor. Esta involucra las siguientes capacidades especiales:

  • Orientación: permite determinar la ubicación espacio temporal de los movimientos en relación a los objetos que rodean a la persona.
  • Equilibrio: habilidad para mantener y recuperar la posición del cuerpo durante un movimiento.
  • Ritmo: capacidad de producir una frecuencia de movimiento ordenada.
  • Reacción: disposición rápida de los movimientos ante una señal.
  • Anticipación: habilidad de prever la finalidad y el resultado de un movimiento.
  • Diferenciación: identificación y control de cada movimiento bajo un aspecto de exactitud, dosificación y economía.
  • Acoplamiento o sincronización: coordinación de las fases motoras individuales para lograr un movimiento completo.

¡Potencia tus capacidades!

El desarrollo de las capacidades físicas condicionales es un factor clave para mejorar el rendimiento deportivo, por lo que es recomendable incluir ejercicios variados en nuestra rutina. Por supuesto, hay que mantener disciplina y regularidad para lograr evolución.

Además, debemos acompañar las rutinas de una buena alimentación y otros hábitos saludables. Por otro lado, recuerda que el sobreentrenamiento puede ser perjudicial, por lo que es necesario consultar con un profesional.


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