Cariño es tocar con respeto el alma del otro

Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 11 julio, 2023

Tratar con cariño es tocar con respeto el alma de aquellos a quien amamos. Es utilizar las palabras y el tono adecuado. Y, por encima de todo, es ver a la otra persona como parte de uno mismo.

Zick Rubin fue el primer psicólogo que ahondó en la importancia del cariño y en cómo este afectaba a las relaciones personales. Nos señaló que hay sutiles diferencias entre el amor y el cariño. Que es común, por ejemplo, hacer uso de una cortesía cercana y afable con quienes forman parte de nuestro entorno más próximo.

No obstante, el amor que sentimos por la pareja o por un hijo se apoya en un vínculo más íntimo, significativo y, sobre todo, constructivo. Porque gracias a este tipo de afecto y trato fortalecemos la unión con los nuestros. Te invitamos a reflexionar sobre ello.

¿Por qué el cariño es tocar con respeto el alma del otro?

La psicología de las emociones nos indica que el cariño es en gran  medida una estrategia social. Nos permite intimar y crear lazos intensos y duraderos con los demás. Pero ¿qué más aspectos cabe tener en cuenta?

La psicología del cariño, todo un arte que nace del corazón

Sin duda lo que nutre el interés por acercarnos a otros son los intercambios positivos. Esto es así porque en las relaciones personales, ya sean de amistad, de familia o de pareja, alguien que actúa con aspereza o frialdad nos genera desconfianza y, por supuesto, infelicidad.

El cerebro humano es, ante todo, social, ya que está diseñado para que “conectemos” los unos con los otros. La oxitocina, por ejemplo, es una hormona que modula los comportamientos sentimentales, la interacción con los demás, los encuentros sexuales y la necesidad de cuidar y atender a los hijos. Por ello, es clave en la crianza de un bebé.

Como vemos, el apego es parte fundamental de la conducta afectiva de las personas. Así, conocer el lenguaje del cariño y practicarlo puede hacernos grandes artesanos de esta emoción.

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La vida sin cariño es un vaso vacío

Una vida sin cariño supone no sentirnos reafirmados en las relaciones personales que establecemos. De hecho, los niños que son criados con más atenciones y muestras de afecto tienen una maduración cerebral distinta, tal y como señala una reciente investigación de la doctora Annie Bernier y su equipo.

• El miedo, el estrés emocional o la baja autoestima son rasgos comunes en esos pequeños que pasan por una infancia traumática y carente de un amor sincero.
• También los adultos podemos llegar a sentir estas carencias. La persona que en su relación de pareja no es tratada con cariño, respeto y cercanía, está sufriendo un tipo de maltrato psicológico.

La frialdad que responde con agresión, la comunicación que hace uso de la ironía o quien evita acariciar o mirar a los ojos al compañero construye todo un muro de sufrimientos. Sin duda, escapar de ese dolor sería una alternativa más que saludable.

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El cariño es un flujo de energía que circula entre las personas

Es probable que lo haya notado. Cuando tratamos con afecto, amabilidad y atención a quienes nos rodean, se enciende una especie de energía emocional con la que todos ganamos.

Propiciarla no cuesta nada, pero resulta de lo más valioso. De este modo, es posible generar este tipo de clima agradable con alguna de las siguientes estrategias:

• Mirar a los ojos a la persona que nos habla.
• Ser cercano, escuchar con empatía y utilizar palabras reafirmantes como: te entiendo, lo sé, sé por lo que estás pasando, tienes razón, me pongo en tu lugar…
• Hacer uso de ciertos microgestos que encienden emociones positivas: una sonrisa, una caricia, tocar el hombro, una risa sonora que arranque carcajadas…
• Emplear un tono de voz sereno, alejado de los gritos,la burla o el desprecio.

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Practica el cariño al tocar con respeto el alma del otro

Por último, a la vez que ponemos en marcha estos comportamientos, demandarlos es también un derecho.

Todos merecemos respeto y la oportunidad de disfrutar de tales gestos. Hablamos, por tanto, de ese cariño que acompaña al amor sincero, ese que es capaz de acariciarnos el alma…

¿Qué harás en próximas ocasiones? ¿Lo entrenarás? ¿Irás a buscarlo?